martes 21 junio 2016, 16:56

Samoura empieza un mandato centrado en la gobernabilidad y la diversidad

Poco más de seis semanas después del 66º Congreso de la FIFA, donde se convirtió en la primera mujer y en la primera persona de fuera de Europa designada para dirigir la Secretaría General de la FIFA, Fatma Samoura tomó posesión del cargo este lunes en la sede de la FIFA, en Zúrich.

Entre sus primeras reuniones de trabajo con el Presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y con los miembros del personal, la nueva Secretaria General concedió una entrevista a FIFA.com para resumir sus ideas sobre algunos de los puntos centrales de su gestión.

“Quiero introducir diversidad, más equidad, una estructura de gobernabilidad mejorada, un sistema de seguimiento y evaluación más sólido y la obligación de informar y de comunicar las buenas acciones de la FIFA", ha declarado la Secretaria General.

¿Cuáles serán sus principales prioridades en sus primeras semanas en la FIFA? Mi primera prioridad es concluir la evaluación del personal y designar lo antes posible a los altos cargos ejecutivos. Entre ellos se encuentran puestos muy estratégicos, como el de director de finanzas o el de director de la oficina de conformidad, pero también recursos humanos, comunicaciones y desarrollo. Se trata de posiciones clave, para las que tenemos que encontrar buenos gestores, de manera que podamos desplegar plenamente los diferentes programas y las ideas programáticas del nuevo equipo de la FIFA.

Mi segunda prioridad es tratar de concentrarnos todo lo posible en el personal, que se ha visto sometido a un estrés extremo en los últimos 12 meses debido a los escándalos de corrupción que han repercutido muy negativamente en la moral de la plantilla. Por eso estoy aquí, para levantarles la moral a todos. Y mi tercera prioridad consiste en garantizar que las nuevas directrices que gobiernan la FIFA, aprobadas recientemente en el Congreso, se internalicen y se difundan correctamente, para que el personal empiece de verdad a acostumbrarse a ellas.

Por último, quiero introducir diversidad, más equidad, una estructura de gobernabilidad mejorada, un sistema de seguimiento y evaluación más sólido y la obligación de informar y de comunicar las buenas acciones de la FIFA.

Usted viene de un campo muy diferente. ¿Qué aspectos de su dilatada experiencia en la Organización de las Naciones Unidas podrá aportar a su nuevo cargo en la FIFA? La FIFA es la ONU del fútbol. Trabaja con personas que proceden de diferentes culturas, religiones y orígenes raciales. Pero, y esto es lo más importante, el fútbol es uno de nuestros mayores factores igualadores. Es un unificador. Mi reto creativo al asumir este cargo consiste en vincular el trabajo que he llevado a cabo en la ONU (restablecer la paz y conseguir la cohesión entre bandos enfrentados) con el fútbol. Porque el fútbol es realmente un deporte capaz de superar las barreras sociales, lingüísticas y religiosas. En definitiva, no creo que sean trabajos diferentes. De acuerdo, se trata de un campo muy distinto, pero, si se mira desde la perspectiva del desarrollo, se observan muchas similitudes entre el fútbol y la labor que he llevado a cabo en la ONU, que consistía en situar a las personas en el centro de las decisiones de la organización. Ahora se trata de lo mismo: de poner el fútbol en el centro de las decisiones de la FIFA.

¿Cómo tiene previsto dirigir una administración que ha pasado recientemente por un periodo tan turbulento? Las auditorías periciales están en curso y esperamos que los resultados de la auditoría financiera estén disponibles también muy pronto, para que continúen los procedimientos legales. Sé que sólo estamos viendo la punta del iceberg, pero no quiero que los procedimientos que están en marcha redunden en detrimento de los objetivos y ambiciones reales de la organización. Por eso, intento con todas mis fuerzas garantizar que esos dos aspectos queden disociados, y que no todo el mundo se concentre exclusivamente en las cuestiones jurídicas de los asuntos de corrupción, sino que nos centremos en las operaciones cotidianas de la FIFA. Mi trabajo consiste en asegurarme de que el nuevo equipo ejecutivo no repita los errores del pasado, y para ello necesitamos aprender de los errores del pasado e internalizar las buenas prácticas.

Es la primera mujer y la primera persona no europea que ocupa el cargo de Secretaria General de la FIFA. ¿Cómo cree que se traducirá esta circunstancia en su estilo de gestión y en sus prioridades? En mi opinión, tener a una mujer liderando el organismo rector del fútbol mundial, en un campo que desde siempre han dominado los hombres, indica a las claras hasta qué punto el Presidente está abrazando la diversidad. Por eso, mi touche, como decimos en francés, femenino pasa por garantizar que haya más igualdad, no sólo en la manera en la que contratamos a la gente, lo que significa tener más mujeres en los cargos ejecutivos de la FIFA, sino también en cómo un deporte que abarca todas las comunidades puede concentrarse de forma especial en las mujeres. Las mujeres forman el 50% de la humanidad, y ninguna institución puede alcanzar plenamente sus objetivos si decide dejar de lado al 50% de la población.

Por último, ¿cuál es su recuerdo futbolístico preferido? Bueno, supongo que mi respuesta no gustará a muchos franceses, porque, como senegalesa, mi mejor recuerdo futbolístico es la victoria por 1-0 de Senegal sobre Francia en el partido inaugural del Mundial de 2002. Senegal participaba por primera vez en una fase final, y derrotamos al equipo que se había coronado campeón del mundo cuatro años antes. Para todos los senegaleses, cuando ganamos aquel partido fue como si nos hubiéramos proclamado campeones del mundo. Tuvimos un equipo muy emblemático, que dejó grandes recuerdos al fútbol de Senegal y al pueblo de Senegal.