sábado 14 enero 2017, 07:56

El profesor que ha devuelto a Arabia Saudí al primer plano

El fútbol saudí se ha perdido numerosas competiciones internacionales en los últimos 20 años. La selección absoluta* *disputó su última Copa Mundial de la FIFA™ en 2006, mientras que los sub-20, que desde ese año sólo habían competido en la edición de Colombia 2011, se clasificaron recientemente para la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA República de Corea 2017.

Dicha clasificación se antoja aún más encomiable teniendo en cuenta que el seleccionador es un técnico saudí: Saad Al Shehri. El sucesor de Khaled Al Quruni, gran artífice de la gesta de 2011, se había marcado dos objetivos para el Campeonato de Asia sub-19 Bahréin 2016. “Cuando se disputa un campeonato continental, el objetivo primordial es clasificarse para el Mundial”, indica Al Shehri a FIFA.com.

“Accedimos a cuartos de final, donde debíamos vencer a Irak”, continúa. “Jugamos muy bien y cobramos dos goles de ventaja, pero nuestra falta de experiencia nos impidió conservar el resultado. Tras el empate, fuimos más fuertes psicológicamente en la tanda de penales. Con nuestra victoria y la clasificación para República de Corea 2017, nos enorgullecimos mucho de devolver una dimensión mundial al fútbol saudí”.

“No nos dejamos desbordar por la emoción y regresamos al hotel”, añade. “Entonces pensé en el segundo objetivo: el título de campeones de Asia, que lleva mucho tiempo siéndonos esquivo. Derrotamos a Irán en semifinales y jugamos bien en la final contra Japón, pero perdimos en los penales. Quería ganar el título, pero la suerte no estuvo de nuestro lado”.

Preparación mejorada Arabia Saudí tuvo que esperar a Colombia 2011 para auparse por primera vez hasta la segunda fase del Mundial sub-20. El propio Al Shehri ya había participado anteriormente en Nigeria 1999 con su selección. “Era una generación fantástica para el fútbol saudí”, recuerda. “Desgraciadamente, no estábamos lo suficientemente preparados para ese campeonato. Los partidos internacionales que habíamos disputado podían contarse con los dedos de la mano. Pero técnicamente éramos superiores a Japón, que alcanzó la final de esa edición”.

“A través de esa experiencia y de otras, comprendí que tendríamos que preparar mejor a nuestros jugadores, pues todas las selecciones habían progresado”, explica. “Programé pequeñas concentraciones semanales desde que concluyó el Campeonato de Asia. En los próximos meses, vamos a trabajar sin descanso en concentraciones en el extranjero, y disputaremos nada menos que 15 partidos internacionales antes del Mundial”, explica.

“Nuestro objetivo es llegar lo más lejos posible en ese campeonato. No hay que contentarse con participar o con alcanzar la segunda fase. Vamos a inculcar a los jugadores una filosofía ganadora, y a convencerlos de que son capaces de vencer a cualquiera”, subraya el seleccionador saudí.

Experiencias múltiples Al Shehri ha vivido múltiples experiencias en el fútbol. Tras haberse hecho un hueco en el primer equipo del Al Ittifaq, fichó por Al Nassr, pero una lesión le impidió hacer realidad sus sueños. Luego se comprometió con Al Qadisiyah y trabajó como profesor de educación física en una escuela de la región. Entonces, el Profesor dirigió al equipo del colegio, con el que ganó la liga regional. Tras haber colgado las botas, se dedicó enteramente al oficio de entrenador.

“La lesión me impidió proseguir mi carrera”, lamenta. “Estaba a punto de disputar la fase de clasificación para el Mundial de 2002 con la selección absoluta, pero las cosas se torcieron. Una vez retirado, me volqué en la carrera de entrenador y, naturalmente, empecé con las categorías menores. Logré ganar la liga juvenil con el Al Ittifaq y después con Al Nassr, lo que me permitió tomar las riendas de la selección saudí sub-20”.

“No tengo prisa; no quiero quemar etapas”, asegura Al Shehri. “Antes me propusieron entrenar a grandes clubes saudíes, pero preferí ir paso a paso. Como los jugadores, que necesitan experiencia, un entrenador debe trabajar mucho y progresar regularmente para alcanzar la cima. No hemos descansado mucho tras el Campeonato de Asia. En las semanas siguientes, he elaborado la hoja de ruta para el Mundial. Tampoco descansaré casi después del campeonato, pues tengo un contrato con la selección olímpica, que se compondrá en su mayoría por jugadores del combinado sub-20”.

“Para triunfar, hay que anticipar el futuro. Ahora tenemos una Federación saudí bien dirigida, y nuestro objetivo es acceder a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. No dispondremos de mucho tiempo tras el Mundial, pues enseguida estaremos ya centrados en el preolímpico, y espero que permitamos a Arabia Saudí regresar también a esa gran competición. Mis ambiciones son grandes, y lo doy todo por amor a este oficio. Actualmente estoy preparándome el título avanzado de técnico para profesionales. Eso me permitirá ampliar mi experiencia práctica para el futuro”, concluye.

Gracias a la pasión de Al Shehri, que transmitirá inevitablemente a sus jugadores, los Hijos del Desierto no temerán a nadie. Es más, si la preparación transcurre según lo previsto en los próximos cinco meses, cabe esperar que este equipo haga sudar la gota gorda a sus rivales en República de Corea 2017.

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