miércoles 28 septiembre 2016, 17:31

Los curiosos datos de la República Federal de Alemania

Tenían un líbero con más recursos técnicos que un delantero, un lanzador de trallazos imparables que jugaba donde le venía en gana y un depredador con muslos de 64 centímetros de perímetro. Llevaban apodos como “El terrier”, “El gato de Anzing”, “El pie de hierro”, “El káiser” o “El torpedo”. Eran los alemanes de Helmut Schoen y ofrecieron al mundo estadísticas fascinantes durante sus campañas en la Copa Mundial de la FIFA™ en Inglaterra, México y en su propio país.

Por eso, FIFA.com continúa con la serie de notas de estadísticas de países campeones del mundo y le toca el turno a la selección alemana, simbolizada en el período 1966-1974, en el que consiguieron un título, un subcampeonato y un tercer puesto.

1.980 minutos jugó Uwe Seeler entre los Mundiales de 1958 y 1970, una cifra sólo superada por Paolo Maldini (2.220) y Lothar Matthaus (2.052). Las 21 participaciones en las Copas Mundiales que acumuló el legendario futbolista del Hamburgo únicamente fueron superadas por Matthaus (25), Miroslav Klose (24) y Maldini (23). Seeler registró estos números a pesar de haber participar en la competición cuando en ella competían solamente 16 equipos.

74 metros de la meta rival. Esta es la distancia a la que Helmut Haller se hizo con el balón en el primer partido de la República Federal de Alemania en el Mundial de 1966. Acto seguido, recorrió con la pelota el campo de Hillsborough, prácticamente de un extremo a otro, hasta internarse en el área de Suiza y subir el 2-0 al marcador. Ningún jugador en la historia del Mundial había recibido un balón tan lejos de la puerta rival, se había adentrado por entre las líneas del contrario con la pelota en los pies y, sin perder la posesión, había marcado un gol con él.

35 minutos tardó en empezar el encuentro entre Polonia y la República Federal de Alemania, que funcionaba en la práctica como eliminatoria por una plaza en la final de 1974, mientras los bomberos de Fráncfort se afanaban por achicar el agua del terreno de juego, totalmente inundado e impracticable, del Waldstadion. No fue el único partido de los alemanes que no comenzó a su hora. “Estaba a punto de pitar el inicio de la final cuando me di cuenta de que no había ningún banderín de córner en el campo”, explicaba el árbitro Jack Taylor. “Tuvimos que esperar, con millones de personas viendo el encuentro en todo el mundo, a que un hombre fuera de córner en córner plantando los banderines”.

31 metros es la distancia a la que Paul Breitner lanzó un zapatazo impresionante contra la meta de Chile y transformó el único gol de Alemania en su primer partido del Mundial de 1974. El disparo fue el desenlace de una preciosa jugada de diez pases.

7 goles desde el interior del área de meta es el récord en las Copas Mundiales que pertenece a Gerd Mueller. Su compatriota Miroslav Klose logró el segundo puesto en esta estadística con seis, mientras que el francés Just Fontaine y el inglés Gary Lineker poseen cinco cada uno. Ninguno de los 14 goles de Mueller en la Copa Mundial fueron convertidos desde fuera del área penal. El alemán anotó el 50% de ellos de cabeza (5) o de volea (2).

6 semanas después de vestir la camiseta y los pantalones blancos de adidas en la final del Olympiastadion, Bernd Holzenbein y Jurgen Grabowski lucieron un uniforme idéntico en otro choque decisivo: la conclusión de la Copa de la DFB de 1973/74, que había quedado aplazada debido al Mundial. Holzenbein, el hombre que había provocado el penal a favor de los alemanes con el que Paul Breitner igualó el choque contra los Países Bajos, puso por delante al Eintracht de Fráncfort en la prórroga. Luego, Grabowski se convirtió en el autor del pase que el añorado Wolfgang Kraus remató de cabeza para sentenciar aquella victoria por 3-1 en Dusseldorf.

5 minutos de juego separaban a Erwin Kremers de su participación en el Mundial, donde su presencia junto con la de su hermano Helmut iba a hacer posible que la décima edición de la competición contara con dos parejas de gemelos (nunca antes había tenido ni siquiera una). Cinco minutos quedaban para el final del último partido del Schalke de la temporada 1973/74, cuando el delantero encaró con ira al árbitro Max Klauser, al que llamó repetidamente “cerdo estúpido”, por lo que fue expulsado. Recibió una sanción de 14 partidos sin jugar, que lo convirtió en inelegible para un Mundial en el que participaron su hermano Helmut y los gemelos Rene y Willy van de Kerkhof.

5 goles en la prórroga, un récord en la Copa Mundial, es lo que la República Federal de Alemania e Italia consiguieron nada más y nada menos que en una semifinal de 1970. Roberto Boninsegna había otorgado a la Nazionale la ventaja en el minuto 8 y, ya en el tiempo de descuento, Karl-Heinz Schnellinger había anotado de volea el gol del empate, el único tanto que marcó en los 47 encuentros que disputó con la selección alemana. Increíblemente, se convirtió en el primero de seis goles en 21 minutos, una secuencia que terminó cuando Gianni Rivera marcó el gol de la victoria a los 21 segundos de la reanudación del juego tras el tanto con el que Gerd Muller había igualado la contienda. Franz Beckenbauer, en un alarde de coraje, jugó la última media hora del llamado “Partido del siglo” con el brazo en cabestrillo, pues se había dislocado el hombro hacia el final del tiempo reglamentario.

4 goles por partido es el promedio que Alemania registró en los 12 partidos disputados en total en las Copas Mundiales de 1966 y 1970, un cifra que no está nada mal para un equipo entrenado por un técnico con clara vocación defensiva. En comparación, Inglaterra se anotó 2,2 goles por partido en los encuentros disputados en esas dos fases finales.

3 minutos es el tiempo con el que Seeler superó a Pelé para convertirse en el primer hombre que veía puerta en cuatro Mundiales. Brasil y la República Federal de Alemania comenzaron simultáneamente sus campañas en la fase final de 1970, respectivamente contra Checoslovaquia en el estadio de Jalisco y contra Marruecos en el estadio de León, el “otro” Nou Camp.

3 veces terminó Helmut Schon entre los tres primeros del podio, el único seleccionador que ha logrado tamaña gesta. Dirigió a Alemania hasta la segunda posición en 1966, hasta el tercer puesto cuatro años después y hasta el título en 1974. Vittorio Pozzo, Carlos Bilardo, Franz Beckenbauer y Mario Zagallo han conseguido dos podios cada uno.

2 en punto de la tarde. A esta hora Schoen salió por fin de la habitación del hotel al día siguiente del sorprendente revés que sufrió la República Federal de Alemania a manos de la República Democrática Alemana en su último partido de la primera ronda. A pesar de que los alemanes occidentales ya estaban clasificados para la siguiente fase, y con este resultado evitaban enfrentarse a Argentina, a Brasil, la defensora del título, y a la potente selección de los Países Bajos, en el grupo de la segunda ronda, Schon se quedó totalmente desolado por aquella derrota contra su país natal. El entrenador, que tenía 58 años, no apareció por la comida del equipo y obligó a cancelar la rueda de prensa en la que debía comparecer aquella misma tarde.

2 fueron los campeones continentales vigentes, un total increíblemente bajo, que han ganado la Copa Mundial. La República Federal de Alemania, vencedor de la Eurocopa '72, fue el primero en 1974. España, ganadora de la Euro 2008, lo consiguió en 2010.

1,4 metros escasos separaban a Lothar Emmerich de la línea de banda y, desde esta escoradísima posición, el extremo batió la puerta de España con una media volea en 1966. Manuel Sanchís, el marcador de Emmerich aquel día en Villa Park, describiría después la jugada a los periodistas como “el tiro más difícil que he visto y que veré jamás”, ¡y eso que era compañero del Ferenc Puskas en el Real Madrid! Emmerich disputó cuatro partidos en Inglaterra 1966, pero curiosamente llegaría a jugar solamente otro encuentro internacional después de aquel Mundial.