Está acostumbrado a batir récords y protagonizar grandes logros, así que no podía ser más apropiado que se convirtiese en el primer jugador que gana el Premio The Best al guardameta de la FIFA, durante la ceremonia de The Best FIFA Football Awards™ 2017.

El arquero de la selección italiana y de la Juventus cumplirá pronto los 40 años, pero ambiciona más que nunca seguir haciendo historia, como explica a FIFA.com en una entrevista exclusiva.

¿Qué importancia tiene recibir un premio que reconoce una posición que para algunos es la más solitaria del terreno de juego? Es algo fantástico, por supuesto. Nuestra posición resulta fundamental dentro de la cancha. Podemos ser decisivos en una victoria o una derrota. Considerándolo todo, somos tan importantes como un delantero que marca goles. Sentimos la responsabilidad de ocupar un puesto importante dentro del terreno de juego, y toda nuestra actuación puede ser muy positiva o muy negativa durante un partido. Cualquiera que vea un partido se dará cuenta enseguida, así que el desempeño de un portero puede tener una influencia enorme sobre los resultados.

Cuando era más joven, ¿se dio cuenta de inmediato de todas las responsabilidades que conlleva el puesto? Desde niño, siempre me han gustado las tareas difíciles. Me he dejado llevar por mi naturaleza cada vez que he tenido que tomar decisiones. Soy de los que siempre quieren afrontar retos difíciles, casi imposibles. Jugar de arquero es una consecuencia de mi carácter y mi naturaleza.

¿Le preocupan sus récords individuales o en realidad no se fija en ellos? Cuando uno se acerca al final de su carrera, claro que piensa en todos sus logros y récords, y se da cuenta del tipo de jugador que es. Estoy orgulloso de mi trayectoria de 20 años en la selección nacional, y espero continuar una más. Y creo que es igualmente extraordinario jugar en una de las selecciones nacionales más importantes durante 21 años, mantener un nivel de rendimiento alto y conservar la fortaleza psicológica y física durante mucho tiempo. No es algo muy habitual.

¿Es consciente de que es usted una parte importante de la historia del fútbol? Nunca me he parado a mirar hacia el pasado, y probablemente eso sea importante para mí. Sé lo que he hecho, siento un gran respeto hacia ello y lo llevo en el corazón en todo momento, pero siempre vivo el presente y, posiblemente, por el futuro. Prefiero centrarme en el presente. Si uno piensa demasiado en el pasado se entristece un poco, porque puede contar todos los años que han pasado y recordar algunas emociones que no volverán a vivirse. Han cambiado demasiadas cosas, la edad, los compañeros, etc. No quiero vivir en todos esos recuerdos arraigados. Aunque ya son parte de mí y lo serán siempre, de momento estoy viviendo en el presente y solo pienso en el futuro.

¿Ahora mismo la prioridad para usted es la clasificación para Rusia 2018? Por supuesto. Es un objetivo importante para mí y para el fútbol italiano. Tenemos que alcanzar el próximo Mundial. Por nuestra historia y tradición futbolística. La repesca será complicada, pero tenemos que encontrar la clave para superarla y conseguir la clasificación.

En cuanto al sorteo de la repesca, en esta fase todos los equipos tienen un nivel similar, pero ¿jugar contra Suecia supone una prueba un poco más difícil? Suecia es un rival difícil. Practica un fútbol de gran nivel. No regala nada dentro de la cancha. Para ganarle hay que sufrir y entregarse al máximo, porque quien no rinda a su mejor nivel contra este adversario podrá perder fácilmente. Me inspira un gran respeto, y siento curiosidad por ver cómo será jugar contra ellos.

Algunos dicen que es usted el mejor guardameta de todos los tiempos. ¿Qué le parece? Me gusta la idea, pero no soy de los que se animan y se hacen homenajes a sí mismos. Cualquier persona puede tener su opinión sobre quién es el mejor. Para algunos puedo ser yo, y para otros no. En mi caso, la carrera y las cifras dicen mucho, por supuesto, pero a este nivel los hechos son los hechos y las palabras no sirven de nada.