En la historia del FC Copenhague que aspira al Premio a la Afición de la FIFA, hay dos héroes.

Uno es Jacob, el hincha acérrimo que sigue al equipo en las duras y en las maduras, haga el tiempo que haga, pese a estar consignado a una silla de ruedas. El otro es Daniel, el hombre que, entre las ruidosas celebraciones posteriores a la final copera, se acordó de este entregado seguidor y se aseguró de que fuese partícipe del glorioso momento de su equipo.

Y no es que quedase muy claro, al menos al principio, que estaba produciéndose un gesto tan conmovedor. “Lo curioso es que, si escuchas la cobertura de la televisión danesa, los comentaristas están completamente confundidos”, explica Jes Mortensen, director de Comunicaciones del FC Copenhague. “Los jugadores habían entregado el trofeo a los aficionados, ¡y la impresión que da a continuación es que ese tipo grande con tatuajes se estaba escapando con el trofeo!”.

Sin embargo, Mortensen y sus colegas del FCK no compartían los recelos de los comentaristas. “Sabíamos que era Daniel, nuestro responsable de relaciones con la afición, así que estábamos bastante seguros de que no estaba robando el trofeo. ¡Lo habría pasado mal explicándose en el trabajo el lunes por la mañana si lo hubiese hecho!”.

El hecho de que el impulsor del gesto ostente un cargo oficial en el club suscita un interrogante: ¿organizó o autorizó el FCK ese alarde de inclusión que, horas después, se estaba viendo por todo el mundo?

“En absoluto”, asevera Mortensen. “Fue totalmente espontáneo. Aunque a toda la gente del club le encantó, todo el mérito recae en Daniel y en los aficionados que estaban allí, porque fue todo cosa suya”.

“Daniel sabía que Jacob es un seguidor muy entusiasta y totalmente entregado, pero por su discapacidad no puede acercarse a los jugadores en momentos así”, añade. “Así que se acordó de Jacob cuando el trofeo llegó hasta el público, y atravesó la multitud para llevárselo. Quería que disfrutase del momento tanto como todos los demás”.

Decir que consiguió su objetivo sería quedarse corto. Jacob Ove Larsen siempre había pensado que nada podría superar a su momento favorito como hincha del Copenhague: la sorprendente victoria de su equipo contra el Manchester United (1-0) en 2006, en la Liga de Campeones de la UEFA. Asimismo, jamás imaginó que celebraría un 3-1 al eterno rival del FCK, el Brondby, en la final de la Copa de Dinamarca intimando de esa forma con el trofeo.

“Empecé a ir a ver al FCK cuando tenía 10 años, y asisto a todos sus partidos en casa”, revela Jacob a FIFA.com. “Y desde el principio, me hicieron sentir como uno de la familia”.

“Pero no conocía tan bien a Daniel, así que me sorprendió de veras cuando me trajo el trofeo”, matiza. “Desde luego, no era algo de lo que hubiésemos hablado antes. Cuando se oye que aumentan los vítores, yo estaba de hecho sumándome a ese momento… pero no sabía lo que estaba pasando”.

“Incluso después, no creo que entendiese exactamente lo que había ocurrido hasta que alguien me etiquetó en un vídeo en Facebook donde salía todo. Y cuando empezó a hacerse viral, fue increíble”, recuerda. “Empecé a recibir mensajes de gente de todo el mundo. Después, cuando estaba en el último partido de la temporada, los aficionados me paraban diciendo: ‘¡Mira, ahí está la leyenda!’ Todo ha sido extraordinario”.

El que se haya reconocido a este gesto con una nominación para el Premio a la Afición de la FIFA es algo “maravilloso”, coinciden Mortensen y Larsen. Pero el primero cree que es más importante el mensaje más amplio que transmite sobre lo que deberían representar el FCK y el fútbol en general.

“Recuerda a un mantra que utilizamos mucho en este club: todo el mundo es bienvenido aquí”, explica Mortensen. “Nos da igual a quién votes, qué aspecto tengas o con quién duermas. Mientras quieras apoyar a este equipo y lo hagas de forma apropiada, intentaremos hacerte sentir parte de la familia. Lo que ocurrió aquí fue un ejemplo magnífico de que no sólo cuentan los aficionados más ruidosos. Es también un recordatorio para todos, para que nunca lo olvidemos”.

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