jueves 28 abril 2016, 08:19

El sueño europeo de Cayman y las Llamas Rojas

En noviembre del año pasado, cuando Bélgica desbancó a Alemania, vigente campeona del mundo, de la primera posición de la Clasificación Mundial FIFA/Coca-Cola y alcanzó la cima por primera vez en su historia, el mundo entero hablaba de los Diablos Rojos, quienes se alzaron además con el título de mejor selección del año 2015. Éste es, sin duda, un signo evidente de que el entramado belga masculino se ha convertido en una potencia consolidada en el panorama internacional. Ahora, el combinado femenino trata de seguir estos mismos pasos en su evolución.

"Llevamos mucho tiempo trabajando. Hace cinco años no nos conocía casi nadie", explica Janice Cayman, capitana de la selección belga, a FIFA.com. "Nos hemos beneficiado de los buenos resultados obtenidos por el cuadro masculino. Tenemos la impresión de que disponemos de talento y de buenas jugadoras, y que podemos llegar lejos en cualquier campeonato. Contamos además con un gran equipo de comunicación, que nos ha promocionado muchísimo, y eso nos ha dado confianza".

Mientras la selección belga masculina avanzó hasta los cuartos de final en la Copa Mundial de la FIFA 2014™, y tiene en el triunfo olímpico de 1920 y en el cuarto puesto en la Copa Mundial de la FIFA 1986™ sus mayores logros, las Llamas Rojas todavía no han conseguido clasificarse para un gran torneo. Sin embargo, esto podría cambiar próximamente, ya que en la fase de clasificación para la Eurocopa Femenina 2017, Bélgica e Inglaterra están protagonizando un bonito duelo por el liderato en el Grupo 7.

Aprender de Estados Unidos y Francia "Sería magnífico para el fútbol femenino belga clasificarnos para la EURO, pero todavía quedan tres partidos. Sacamos un buen resultado contra Inglaterra, pero dejamos escapar dos puntos ante Serbia. Tenemos que ir partido a partido, intentar ganarlos todos y sellar así nuestro billete para el Campeonato de Europa", indica con humildad esta centrocampista de 27 años, internacional desde los 18.

"El 1-1 contra Serbia fue una pequeña decepción, pero aprendimos cosas de aquel encuentro. Participamos en la Copa del Algarve y volvimos de allí reforzadas. Debemos seguir trabajando en esta línea, porque creo que estamos mejorando año tras año. Tenemos que continuar así e intentar parecernos un poquito más a Francia", sostiene.

Y es que Bélgica puede ir aprendiendo no sólo de los partidos que disputa, sino también de aquellos países en los que el fútbol femenino triunfa y goza ya de una gran popularidad. La propia Cayman pasó casi tres años en Estados Unidos, donde compaginó sus estudios con el fútbol en la Universidad Estatal de Florida. En 2012, la jugadora belga firmó con el FCF Juvisy, club de la primera división francesa.

Un reto al alcance de las Llamas Rojas "Francia alcanzó las semifinales en la Copa Mundial Femenina de 2011 disputada en Alemania, un resultado fantástico que dio un gran espaldarazo al fútbol femenino galo. En Estados Unidos, el fútbol está por todas partes y es mucho más popular entre las chicas que entre los chicos. Hay un puñado de buenos ejemplos. Nosotras tenemos que intentar sacar buenos resultados, quizá así podamos parecernos un poco más a estos países", dice, optimista.

"Somos un equipo en el sentido más amplio de la palabra", destaca Cayman sobre las virtudes de su equipo. "Contamos con grandes talentos como Tessa Wullaert, que milita en el Wolfsburgo alemán. Nos compenetramos muy bien en la cancha, y somos una selección joven y experimentada al mismo tiempo. Yo creo que es una buena combinación de factores, y todas tenemos el mismo objetivo entre ceja y ceja: participar en el Campeonato de Europa", subraya.

El próximo partido clasificatorio que jugará Bélgica será en junio, con Estonia como rival, mientras que en septiembre llegarán los enfrentamientos con Serbia y, finalmente, Inglaterra. Será entonces cuando sepamos si Cayman habrá cumplido su deseo. Las probabilidades, desde luego, son altas, dado que las seis mejores segundas también accederán al certamen continental.