sábado 03 septiembre 2016, 11:08

Cuando Rodesia acarició el Mundial

Entre la colección de recuerdos de Bobby Chalmers figura una desgastada fotografía en blanco y negro. Ya sabemos que una imagen vale más que mil palabras y esta nos cuenta una historia notable que se produjo en el sur de África: la de un plantel de futbolistas adelantado a su tiempo.

La fotografía nos muestra a la selección de fútbol de Rodesia de 1969 antes de su eliminatoria de clasificación para la Copa Mundial de la FIFA contra Australia, con el artillero Chalmers en la fila superior, a la izquierda. En el texto inferior puede leerse: R. Chalmers (Capt.)

En aquella época Rodesia, que años más tarde se convertiría en Zimbabue, era una sociedad con muchos problemas. En 1965, el país había proclamado su independencia de Gran Bretaña, y pasó a ser una nación dividida por razas, en la que los blancos, que apenas constituían una pequeña minoría, monopolizaban el poder político y económico.

En esos tiempos tumultuosos, Rodesia afrontaba la campaña clasificatoria para la Copa Mundial de la FIFA México 1970™, y la composición de aquel combinado nacional constituyó un símbolo potente para quienes abogaban por una sociedad no segregada, ya que era un plantel totalmente multirracial.

Chalmers recuerda una sociedad menos dividida que la de la vecina Sudáfrica: "La gente se entendía", dice. Otro delantero del equipo, Gibson Homela, confirmó a FIFA.com que eran un bloque unido antes de sus clasificatorios frente a los australianos. "El fútbol en Rodesia siempre había sido multirracial, así que jugábamos los unos contra los otros, y también unidos. Para nosotros no se trataba de mirar cuál era la raza de un futbolista. Lo que nos interesaba era si jugaba bien o no", señala.

"Nos consideraban héroes por toda Rodesia y la gente nos reconocía como buenos jugadores, que defendían a la selección nacional. Se fijaban en eso, era lo más importante", recuerda Chalmers.

Chalmers y su compañero de la punta de ataque Hylton Grainger competían en aquel momento en la liga profesional sudafricana, y fueron convocados por el técnico escocés Danny McLennan para reforzar las opciones de Rodesia ante Australia, que acudía a la eliminatoria como indiscutible favorita.

Duelo reñido en Lourenço Marques Australia había superado en la fase preliminar a la República de Corea y Japón, de modo que afrontaba con confianza estos dos encuentros, que iban a disputarse en la capital de Mozambique, Lourenço Marques, ya que los rodesianos tenían problemas con los visados. "Los australianos estaban tan seguros de ganar que nos subestimaron por completo. De hecho, ya habían reservado el vuelo a Israel, el siguiente rival del vencedor de la eliminatoria, ante el que se decidiría qué selección iba a viajar a la fase final del Mundial", explica Chalmers.

En el partido de ida, Chalmers adelantó contra todo pronóstico a Rodesia a la hora de juego, delante de un reducido público en el estadio de Salazar, aunque unos minutos después el australiano Tommy McColl replicaría a esa diana. "Se llevaron un susto , y se mostraron bastante arrogantes, diciendo que en el partido de vuelta iban a meternos un 6-0".

La realidad fue muy distinta, puesto que ese segundo choque se saldó con un empate a cero, lo que obligó a disputar un tercer encuentro para dirimir la eliminatoria dos días más tarde. En él, Australia aprovechó al fin sus oportunidades y se impuso por 3-1, acabando así con el remoto sueño mundialista de Rodesia, a pesar de otro tanto de Chalmers.

Chalmers protagonizaría una carrera exitosa en Sudáfrica y llegó a marcar dos goles en un amistoso con el gran Real Madrid de Puskás, Gento y Santamaría, pero sigue considerando esos clasificatorios del Mundial como el punto culminante de su trayectoria. "Fue una experiencia maravillosa, aunque terminase en decepción. Cuatro años más tarde, muchos de los jugadores que se enfrentaron a nosotros consiguieron la clasificación para el Mundial de Alemania. Y, por supuesto, en ese momento pensamos que cuatro años antes habríamos podido ser nosotros".

Chalmers y Homela coinciden en que una clasificación para el Mundial de México podría haber ayudado al país en su complicada transición, cuando se convirtió en Zimbabue. "Habría servido para decir a todos los rodesianos que podíamos superar las divisiones raciales. Yendo de la mano se pueden vencer todos los obstáculos", recuerda Homela.

Después de esa eliminación ante Australia, Rodesia tuvo que esperar otros once años para disputar un clasificatorio del Mundial, ya como Zimbabue, en el que cayó frente a Camerún. Los Guerreros nunca han alcanzado una fase final mundialista, pero hace poco obtuvieron el pase a su tercera Copa Africana de Naciones, que se celebrará el año que viene en Gabón.