“¡Qué montón de emociones!”, exclama Vincent Kompany, con la medalla de bronce de Rusia 2018 en la mano y una sonrisa en el rostro, unos minutos después de haberse bajado del primer podio de Bélgica en un Mundial.

El 14 de julio, con su victoria contra Inglaterra (2-0), los Diablos Rojos se despojaron de un plumazo de la etiqueta de generación dorada incapaz de satisfacer las expectativas depositadas en ella. Para ello, hacía falta lograr este histórico tercer puesto en la cita mundialista.

La selección belga se apuntó su sexta victoria en siete partidos para concluir a lo grande su epopeya rusa. “Nuestra misión se ha cumplido: los sentimientos positivos han prevalecido sobre los lamentos de la derrota en semifinales. Ante todo, estamos orgullosos, y nos vamos con la firme intención de trabajar más aún para ser todavía mejores mañana”, anuncia el defensa a FIFA.com, decidido a saborear el momento antes de pensar en un futuro que le hace sonreír más aún.

“Hemos progresado muy deprisa últimamente gracias a un método más eficaz para preparar nuestros partidos. Los resultados han sido patentes en Rusia”, se congratula el jugador de 32 años, decidido a no responder a la pregunta que todo el mundo se hace en Bélgica. “Necesito tiempo para decidir si continúo con los Diablos Rojos. Es una decisión demasiado importante para tomarla bajo los efectos de la emoción”, matiza.

"Me gustaría agradecer a mis compañeros, a todos los miembros del equipo técnico y los aficionados por este increíble viaje en Rusia. Recordaré este tiempo juntos, el resto de mi vida. ¡Vaya equipo!" 

Eden Hazard, entretanto, ya se permite el lujo de mirar hacia el futuro con el trofeo de Jugador Budweiser del Partido en la mano; un galardón que ha obtenido por tercera vez en el campeonato. “Dentro de dos años seremos más fuertes todavía. Nuestro Mundial ha sido un éxito, pero estoy convencido de que nuestro futuro será todavía mejor”, subraya.

El astro del Chelsea, uno de los directores de orquesta del mejor ataque del campeonato, ha lucido una gran facilidad en el regate en cada uno de sus encuentros. En tierras rusas, Hazard se ha destapado con tres goles y, por fin, ha mostrado indicadores de su evolución, tras unas actuaciones no muy relevantes cuatro años antes.

La felicidad colectiva belga sabe mejor aún por la satisfacción de haber tratado de aportar un buen fútbol cuando era posible. Una alegría compartida por el capitán y muchos de sus compañeros… “Considero que hemos sido la selección con un juego más bonito de ver en este campeonato”, asegura a su vez Axel Witsel, quien ya piensa también en el futuro.

“Hemos sido sólidos de principio a fin gracias a nuestra madurez en los momentos difíciles. En las últimas semanas, se ha dado un paso realmente importante. Eso me da una gran confianza para lo que venga después, y la convicción de que seremos todavía mejores en el futuro”, concluye uno de los trabajadores en la sombra del equipo, feliz por ver a Bélgica salir por fin a la luz.