viernes 22 junio 2018, 19:57

Ha llegado la hora de Coutinho con Brasil

  • Figura clave en la presentación de Brasil en Rusia 2018

  • ​Ha anotado dos goles en dos partidos en su primer Mundial

  • Brasil buscará la clasificación a octavos ante Serbia el miércoles

Por Giancarlo Giampietro, con Brasil

Uno de los tatuajes que Coutinho lleva en su brazo izquierdo dice: Never stop dreaming. ‘Nunca dejes de soñar’. La frase ilustra a la perfección lo que la selección brasileña vivió este viernes en San Petersburgo, donde derrotó a Costa Rica por 2-0 pero con gran sufrimiento.

Además, la máxima resulta también válida como síntesis de la trayectoria de este jugador que en la presente cita mundialista se está consagrando como una de las estrellas más rutilantes del fútbol brasileño.

“Insistir y nunca rendirse forma parte de mi filosofía de vida, independientemente del momento”, confesó ante los micrófonos de la FIFA cuando se le preguntó por el mencionado tatuaje. “Y el partido de hoy ha sido una prueba de ello”, añadió.

Llegados a este punto cabría preguntarse cuáles han sido las dificultades a las que se ha enfrentado este futbolista que ya triunfó en la Premier League inglesa y que actualmente está considerado como una de las principales figuras del todopoderoso Barcelona.

Un camino con obstáculos

A Coutinho le está saliendo todo a pedir de boca en esta etapa de su carrera, más si cabe después de los dos goles que ha marcado en sus dos primeros partidos en una Copa Mundial de la FIFA, dianas que han resultado cruciales para que Brasil sumase los cuatro puntos que actualmente lucen en su casillero. Sin embargo, el camino que el atacante brasileño ha tenido que recorrer hasta aquí no ha sido en absoluto fácil.

En 2008, con solo 16 años, Coutinho dejó su país para fichar por el Inter de Milán. El atacante dejó el Vasco de Gama pero tuvo que esperar dos temporadas para alcanzar la mayoría de edad y empezar a jugar con el club lombardo. Nunca llegó a consolidarse allí.

Tras jugar una temporada cedido en el Espanyol de Barcelona, Coutinho firmó con el Liverpool en 2013. Lo que sigue es historia.

En las filas del club inglés, el atacante brasileño fue creciendo poco a poco, aunque no llegó a tiempo de entrar en la convocatoria de su seleccionador para la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014. Entretanto, Neymar, su viejo compañero de las categorías inferiores del combinado nacional, avanzaba a pasos agigantados camino de convertirse en la máxima estrella del fútbol brasileño.

Escudero de Neymar

El 10 de Brasil afrontaba la presente cita mundialista en un momento difícil tras la lesión que sufrió con el Paris Saint Germain, lo que explica su reacción al término del partido de este viernes, cuando acabó llorando de emoción sobre el césped.

Mientras el astro del PSG continúa con su proceso de recuperación, Coutinho se ha revelado como un jugador decisivo.

Primero llegó el golazo que el centrocampista del Barcelona le marcó a Suiza gracias a un disparo marca de la casa, desde fuera del área y con un efecto espectacular. El tanto que Coutinho anotó frente a Costa Rica fue de muy diferente factura: con la puntera de la bota y casi a bocajarro.

“Rematé como pude y el balón acabó dentro”, explica divertido. Bonito o no, el gol fue sin duda muy importante, ya que sirvió para dar la victoria a Brasil cuando el partido ya agonizaba.

El salto de alegría de la celebración del gol contrasta notablemente con la timidez que Coutinho suele mostrar ante los micrófonos. A pesar de haber anotado dos goles salvadores para la selección auriverde, el futbolista se mostró comedido prefirió hablar en términos colectivos.

Esta semana, en Sochi, a Coutinho le preguntaron sin rodeos si se considera ya en situación de luchar por ser el mejor jugador del mundo. “La verdad es que no me gusta demasiado hablar de mí”, respondió. “Ese no es un tema que me preocupe, y prefiero que sea la gente de fuera la que hable de ese tipo de cosas. Lo que a mí me toca es prepararme, seguir creciendo y poner mi mejor versión al servicio de la selección”, abundó.

“Estoy contento de que me hayan vuelto a dar este premio, pero lo importante es que hemos ganado. Sufrimos hasta el final, pero la victoria fue merecida”, declaró finalmente en alusión al duelo frente a Costa Rica.

El triunfo supuso un gran alivio para Brasil, que aspira a todo en el torneo. Y Coutinho va camino de hacer de Rusia 2018 el escenario definitivo de su consagración mundial. Y como dice su tatuaje... nunca dejar de soñar.