jueves 14 abril 2016, 09:52

Instantes antes de un milagro

Ante dos grandes astros de la época, y a falta de segundos para la disputa de la final de la Copa Mundial de la FIFA™ de 1954, estos fotógrafos estarían hechos un manojo de nervios.

Sin embargo, mientras disparaban sus cámaras para captar las imágenes de Ferenc Puskás y Fritz Walter, los capitanes de Hungría y de la República Federal de Alemania, no podían ni imaginar que la emoción y el nerviosismo que sentían estaban a punto de multiplicarse hasta el infinito. Tampoco imaginaban el resultado del encuentro.

No en vano, nadie habría sospechado el final de un partido recordado como uno de los más vibrantes de la historia de los Mundiales, y bautizado con el nombre de “Das Wunder von Bern” (El milagro de Berna’). Muy al contrario: se esperaba que se saldara con la coronación de una Hungría a todas luces imparable que, a principios de la misma competición, había goleado con un 8-3 a sus rivales de la final. De hecho, como se informó posteriormente, de los 40 periodistas presentes, a los que se les pidió un pronóstico antes del partido, sólo uno había tenido la valentía o la insensatez de aventurar una victoria de Alemania.

Nada en los primeros compases sugería una desviación del guión establecido, hasta el punto de que Hungría se hizo con una ventaja de 2-0 en los primeros ochos minutos de juego. Como era de esperar, Puskas fue el autor del primer tanto, mientras que Zsoltan Czibor echó sal en las heridas de los alemanes poco después, al aprovecharse de una falta de entendimiento entre Werner Kohlmeyer y el guardameta Toni Turek. A todas luces, el partido estaba sentenciado.

Pero el equipo de Sepp Herberger no parecía dispuesto a sucumbir a lo inevitable. Un par de minutos después, Max Morlock recortó distancias y, bajo una lluvia constante, conocida como “el tiempo de Fritz Walter” debido a la preferencia del capitán por jugar en esas condiciones, el ya famoso espíritu alemán hizo acto de presencia sobre el terreno de juego. Habían transcurrido 18 minutos cuando el saque de esquina de Walter voló sobre la defensa húngara y cayó en Helmut Rahn, quien igualó el marcador. El propio Rahn se convirtió en el gran héroe del encuentro al coronar la más inverosímil de las remontadas con un gol fabuloso.

Para los vencedores, y para una nación que todavía sufría las secuelas de la II Guerra Mundial, aquel triunfo se convirtió en el principio de una enorme transformación. "De repente, Alemania volvía a ser alguien”, recordaba Franz Beckenbauer. “Para cualquiera que hubiera crecido en la miseria de la posguerra, Berna se convirtió en una extraordinaria inspiración. Todo el país recobró la autoestima". ****

¿Sabías que…? El Museo del Fútbol Mundial de la FIFA de Zúrich posee varios objetos únicos del Mundial de 1954, incluidas la red original de una portería de la final y una entrada para aquel partido inolvidable.

This ticket saw current world champions @DFB_Team_EN win their first #WorldCup. They've won another 3 since then... pic.twitter.com/WQyEqGcxKe

— FIFA Museum (@FIFAMuseum) 14 de abril de 2016

Esta entrada vio ganar a los actuales campeones mundiales su primera Copa Mundial de la FIFA. Desde el "Milagro de Berna" han ganado otras tres...