jueves 02 febrero 2017, 08:50

Un 'Huracán' desencadenado

  • Brasil ganó México 1970 hace 50 años

  • Miramos más de cerca a O Furacão

  • Mantuvo su récord de marcar en todos los partidos...

Jairzinho acababa de hacer historia. Al anotar el cuarto gol de la inolvidable final de la Copa Mundial de la FIFA México 1970™, que enfrentaba a Brasil y a Italia, el atacante auriverde establecía el récord de marcar en todos los partidos del combinado brasileño en aquella cita mundialista.

Anteriormente, sólo Alcides Ghiggia había logrado una proeza similar, aunque el uruguayo vio puerta en los cuatro encuentros que la selección celeste disputó en su camino hacia el título en Brasil 1950, mientras que O Furacão (El Huracán) lo hizo en los seis duelos de su equipo en la cita mexicana.

Una temible combinación de potencia, velocidad y brillantez hacían de Jairzinho una pieza indispensable para la admirada selección brasileña de 1970.

“Cuando arrancaba con el balón controlado era difícil pararme”, declaró en su día el propio Jairzinho. “Tenía físico para ser extremo derecho, centrocampista y delantero centro, todo al mismo tiempo”, describió Mario Zagallo a FIFA.com.

No en vano, la por entonces estrella del Botafogo, que había jugado de extremo izquierdo en Inglaterra 1966, llegó a alternar en México 1970 entre las tres posiciones a las que se refirió Zagallo.

Jairzinho era un siete que a menudo abandonaba su zona en la banda derecha para irrumpir por el centro del ataque ocupando posiciones de remate e incluso para moverse por el costado izquierdo.

“Lo que ocurrió fue que la selección que Zagallo dirigía en 1970 consiguió algo muy especial”, explicó Jairzinho en su día en una entrevista para FIFA.com. “En aquel equipo había cinco jugadores que en nuestros respectivos clubes desempeñábamos prácticamente el mismo papel, que era el de diez”, indicó.

“Ninguno de nosotros éramos arietes puros. La posición de cada uno en aquella selección estaba determinada por el dorsal. Yo llevaba el siete, por lo que me situaba en la banda derecha. Rivelino vestía el once y se ponía por tanto en la izquierda. En cualquier caso, al final todos atacábamos”, declaró.

Sin embargo, aquel intercambio de posiciones que tantos problemas causaba a los equipos rivales tenía también su lógica y su propósito. Un ejemplo perfecto fue el cuarto gol de Brasil en la final de México 1970, un tanto legendario que llegó pocos minutos después del que Jairzinho celebra en nuestra imagen clásica de hoy.

El autor de aquella diana fue el gran Carlos Alberto, que en su día recordaba que si la elaborada jugada que dio origen a su gol pasó por las botas de Jairzinho en la banda izquierda no fue por casualidad.

“Zagallo le pidió que, cuando fuera posible, se moviese hacia la izquierda para atraer a Giacinto Facchetti, el lateral zurdo de Italia, y abrir así espacios para que yo me incorporase al ataque”, reveló Carlos Alberto.

El plan funcionó a la perfección. Jairzinho, que había obligado a Facchetti a abandonar su posición, cedió desde la izquierda para Pelé, que buscó a su vez la vertiginosa incorporación al ataque del lateral derecho. El resultado fue uno de los mejores goles de todos los tiempos.

Posteriormente, unos cuantos años después de colgar las botas, Jairzinho volvería a contribuir al éxito del fútbol brasileño al descubrir en el São Cristóvão, un modesto club de Río de Janeiro, a una joven promesa de 14 años que respondía al nombre de Ronaldo.

Sin embargo, aunque O Fenômeno acabaría batiendo marcas históricas en la Copa Mundial de la FIFA y conquistando el más codiciado de los trofeos, ni siquiera él sería capaz de igualar las proezas que su descubridor logró en México 1970.

¿Sabías que...?

México 1970 fue la primera Copa Mundial de la FIFA que se televisó en color para todo el mundo, gracias al satélite Telstar, que además dio nombre al balón oficial que adidas fabricó para el certamen. Una maqueta de aquel satélite se expone actualmente en la colección correspondiente a aquella cita mundialista en el Museo del Fútbol Mundial de la FIFA, que se encuentra en Zúrich.