La Copa Mundial de Clubes de la FIFA es una competición muy selecta en la que participan apenas unos cuantos elegidos. Esto significa que cada año se juegan únicamente un puñado de partidos de los que sale el nombre del nuevo campeón del mundo de clubes. Con todo, a lo largo de su historia, el certamen mundialista nos ha deparado auténticos golazos, grandes acciones individuales y remontadas memorables.

A pesar de que el Pachuca estaba gozando de las mejores ocasiones, el Al Ahly egipcio cobró una ventaja de 2-0 en el marcador gracias a dos rápidos contraataques culminados por Pinto en propia puerta (28’) y Flavio (44’). El cuadro norteafricano incluso logró un tercer tanto en el arranque de la segunda parte, pero el árbitro lo anuló por fuera de juego.

Inmediatamente después, Luis Montes redujo distancias con un lanzamiento de falta desde un costado, mientras que Christian Giménez igualó la contienda con un magistral tiro libre en el minuto 72. El Pachuca se mostró superior también en la prórroga y certificó la remontada con goles de Damián Álvarez (98’) y, de nuevo, Giménez (110’).

El conjunto mexicano acabó cuarto de aquella cita mundialista tras caer por 1-0 a manos del Gamba Osaka en el duelo por el tercer puesto.

El Barcelona de Pep Guardiola partía como gran favorito al título, pero a pesar de que los europeos se habían mostrado superiores hasta aquel momento, Estudiantes se adelantó poco después de la media hora de juego gracias a un gran cabezazo de Mauro Boselli.

Tras el 1-0, la escuadra argentina se parapetó atrás y se dispuso a defender su ventaja con uñas y dientes. El conjunto catalán desperdició las pocas oportunidades de las que dispuso y todo parecía indicar que el plan de Estudiantes acabaría funcionando. Sin embargo, Pedro, que se había incorporado al partido desde el banquillo, logró de cabeza el tanto del empate en el minuto 89 para alivio de un Barça que buscaba hacer historia sumando su sexto título de aquel año.

En la prórroga, Messi, que ya le había marcado de cabeza al Manchester United en la final de la Liga de Campeones de la UEFA, anotó el gol de la victoria con un espectacular remate con el pecho y completó así una gesta sin precedentes.

Dos años después de sorprender al Al Ahly en cuartos de final, el Pachuca volvió a protagonizar una meritoria remontada frente a los emiratíes del Al Wahda. Ismail Matar (44’) y Mahmoud Khamees (77’) habían dado una merecida ventaja de 2-0 a un esforzado cuadro asiático cuando restaba apenas un cuarto de hora para la conclusión del encuentro.

A pesar de quedarse en inferioridad numérica después de que uno de sus jugadores viese la segunda tarjeta amarilla, el Al Wahda no renunció a buscar el tercer gol y se vio sorprendido por dos contrataques culminados con sangre fría por Darío Cvitanich (82’ y 89’). El conjunto mexicano acabó llevándose el gato al agua en la tanda de penales.

Como ya había hecho Lionel Messi siete años antes, Cristiano Ronaldo dio la victoria a su equipo en una final de la Copa Mundial de Clubes de la FIFA. Karim Benzema había puesto en ventaja al Real Madrid en el minuto 9, pero Gaku Shibasaki sorprendió al gran favorito con dos goles que colocaron por delante al campeón japonés para regocijo de los casi 70.000 espectadores que abarrotaban el estadio de Yokohama. Sin embargo, todavía faltaban unos 40 minutos por jugar.

Lo que vino después fue una nueva exhibición de Cristiano Ronaldo, que primero empató el encuentro desde el punto penal (60’). Los dos equipos dispusieron de ocasiones y el Kashima continuó soñando con dar la campanada. Ya en la prórroga, Ronaldo anotó otros dos tantos que permitieron al cuadro merengue alzarse con el título. Antes del 4-2, Yuma Suzuki había estado a punto de volver a meter a su equipo en la pelea, pero su remate se estrelló en el larguero.

Este espectacular partido que dio que hablar incluso después de la final tuvo lugar hace poco más de dos años. El anfitrión Al Ain recibía en su estadio al Team Wellington neozelandés, que en los primeros 44 minutos anotó nada menos que tres dianas de hermosa factura que le otorgaron una ventaja provisional de 0-3.

Sin embargo, Tsukasa Shiotani recortó distancias justo antes del descanso, mientras que su compañero Tongo Doumbia estableció el 2-3 a los pocos minutos de la reanudación. El conjunto anfitrión siguió intentándolo, pero empezó a desesperarse ante su falta de acierto frente a la portería rival. Su insistencia se vio recompensada a cinco minutos del final, cuando el suplente Marcus Berg anotó el 3-3 con un gran remate a la media vuelta y forzó así la prórroga.

No hubo goles en la media hora adicional, así que el duelo tuvo que decidirse en una tanda de penales que se saldó con triunfo del Al Ain. El conjunto emiratí sorprendería posteriormente al Espérance de Túnez (3-0) y al River Plate (2-2, 5-4 en la tanda de penales) para acabar metiéndose en la final, pero el Real Madrid resultó una montaña demasiado difícil de escalar y se impuso por un claro 1-4 en el partido por el título.