miércoles 07 diciembre 2016, 01:03

El Kashima y el espíritu de Zico

El Kashima Antlers lleva varias décadas siendo un equipo puntero del fútbol japonés. Ahora, el club está a punto de escribir un nuevo capítulo de su gloriosa historia, con su primera participación en una Copa Mundial de Clubes de la FIFA. En una entrevista en exclusiva con FIFA.com previa al primer encuentro del Kashima contra el Auckland City, el magistral centrocampista Mitsuo Ogasawara habla de su ilusión ante la oportunidad de competir contra una pléyade rutilante de campeones continentales.

“Tengo muchísimas ganas de que debutar en este torneo”, recalca el japonés de 37 años. “Nos enfrentaremos a jugadores que no tenemos en la J-League”. Ogasawara fue una pieza clave en el octavo título liguero conquistado por el Kashima –récord absoluto–, que clasificó al cuadro nipón para la cita global. Sin embargo, pese a todos los trofeos que ha ganado el Kashima a lo largo de los años, el de la Liga de Campeones de la AFC se le sigue resistiendo. Otros dos equipos japoneses se han adjudicado el título continental con su formato moderno –Urawa Red Diamonds en 2007, y Gamba Osaka en 2008–, pero el Kashima aún no lo ha conseguido.

Ogasawara cree que el Mundial de Clubes supondrá un importante trampolín mientras el Kashima se prepara para la próxima Liga de Campeones asiática: “Queremos mostrar una mentalidad de jugar para ganar en el Mundial de Clubes. Quiero concentrarme en obtener buenos resultados”, apostilla.

El curtido centrocampista lleva jugando en el Kashima desde 1998 y, con el paso de los años, se ha convertido en un modelo a imitar para sus compañeros más jóvenes. La creatividad y la destreza en el pase de Ogasawara le procuraron 55 internacionalidades con Japón, 3 de ellas en las Copas Mundiales de la FIFA 2002 y 2006. Su importancia para el Kashima queda plasmada en este dato: ha jugado en 7 de las 8 campañas ligueras victoriosas del club. Ogasawara anima constantemente a sus compañeros a mejorar y a perseguir más éxitos.

El equipo más brasileño de Japón Si le preguntas a cualquier jugador, periodista o aficionado del Kashima por qué este club lleva tiempo mostrándose tan fuerte, la respuesta aludirá invariablemente al “espíritu de Zico”. El legendario internacional brasileño y ex seleccionador de Japón, jugó en el equipo entre 1991 y 1994 y contribuyó decisivamente a sentar las bases del club en aquellos primeros años. Zico ya tenía 40 años cuando se estrenó la J-League en 1993, pero inculcó un profesionalismo y un estilo que puede apreciarse en el club todavía hoy.

“Zico es un ídolo brasileño, y nos enseñó cómo deben prepararse y jugar los profesionales, y cómo gana un equipo”, explica Ogasawara. “Él ganó numerosos títulos, fue una estrella de los Mundiales y triunfó por todo el mundo. Nos enseñó lo que era importante cuando se trataba de ganar. Ese espíritu y estilo de fútbol ganador, y lo que significa ser un equipo, se ha ido transmitiendo incluso cuando nuestros jugadores y entrenadores han cambiado. Creo que ha sido un factor primordial para los numerosos títulos que ha ganado el Kashima”.

Ogasawara, asimismo, atribuye al ex entrenador del club Toninho Cerezo –quien también jugó de medio centro– el mérito de haberle ayudado a brillar incluso cuando su carrera entraba en declive. “Me dijo que utilizara la cabeza y jugase con más inteligencia”, resalta Ogasawara sobre un Cerezo que entrenó al Kashima Antlers en dos etapas distintas, durante 7 años y medio en total.

Hay algo más en común entre ellos. En 1992, el centrocampista brasileño disputó con el São Paulo la Copa Intercontinental, precursora del Mundial de Clubes. Por entonces, Cerezo tenía 37 años… la misma edad actual de Ogasawara. “Tal vez sea el destino, pero yo también tendré 37 años cuando haga mi debut en un Mundial de Clubes. Espero poder ofrecer actuaciones equiparables a las de un gran jugador como Cerezo”, señala Ogasawara.

Aunque se trate de la primera presencia del Kashima en el Mundial de Clubes, Ogasawara está decidido a que el equipo de la prefectura de Ibaraki no sea una mera comparsa. “Estamos en una posición ideal para mostrar a todos la historia que ha ido labrándose el Kashima a lo largo de los años”, asevera. “Da igual si se trata de un entrenamiento, de un encuentro de la liga japonesa, de un partido internacional o de la Liga de Campeones asiática: en el Kashima jugamos para ganar. Quiero permanecer fiel a esa actitud y producir buenos resultados”.