José Manuel Figueira admite que su gran pasión es el fútbol. Y eso es algo positivo, ya que resulta difícil encontrar a alguien que haya conseguido compaginar varias cosas tan bien como este entrenador neozelandés nacido en Inglaterra.

Va a protagonizar algo muy poco habitual, dirigir a dos equipos distintos en dos torneos diferentes de la FIFA en un plazo de apenas nueve meses. El mes que viene competirá con el Team Wellington en su estreno en la Copa Mundial de Clubes de la FIFA, en Emiratos Árabes Unidos, y luego regresará a una cita mundialista al frente de Nueva Zelanda en la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA, en Perú, después de superar hace poco los clasificatorios de esa prueba con el combinado nacional más joven del país.

Y además, Figueira consigue encontrar tiempo suficiente para aportar su experiencia como asistente del cuerpo técnico de la selección absoluta neozelandesa. El próximo mes se producirá su regreso a un torneo de la FIFA tras diez años de ausencia, puesto que ya fue asistente de la selección nacional en la edición inaugural de la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA, que organizó Nueva Zelanda.

Este podría parecer el currículum de un veterano que ya peine canas, pero nada más lejos de la realidad. Apenas tiene 36 años, y ha logrado muchas cosas desde que llegó a Nueva Zelanda en 2003 con el objetivo de labrarse una carrera como entrenador.

En ese sentido, el mes que viene hará realidad un sueño. Si el Team Wellington supera al representante del país organizador, el Al Ain, tendrá la ocasión de competir con los mejores del mundo, encabezados nada menos que por el Real Madrid.

La oportunidad de poner a prueba su ingenio futbolístico ante un conjunto repleto de estrellas como el madridista ya es de por sí un sueño para cualquier entrenador, y en el caso de Figueira resultaría más emotivo si cabe. Si bien nació y se crio a medio camino entre Londres y Brighton, sus raíces son claramente españolas. Su familia llegó a Inglaterra justo antes de que él naciese, y habla castellano a la perfección.

Figueira ha dado continuidad a una conexión española bastante insólita, ya que Ramón Tribulietx, entrenador del Auckland City, es barcelonés, y su equipo un viejo conocido del Mundial de Clubes, tras disputar todas las ediciones posteriores a 2010, cuando participó el Hekari United de Papúa Nueva Guinea.

“La primera emoción es el entusiasmo, por ir a experimentar lo que se siente al codearse con algunos de los mejores jugadores y clubes del mundo”, explica Figueira a FIFA.com.

“Lo más importante que quiero que mostremos es reproducir el fútbol que aspiramos a desplegar en un torneo del máximo nivel. Queremos ofrecer nuestro mejor juego y representar a la región como es debido”.

Figueira habla con pasión cuando se le pregunta cuáles son los principios sobre los que ha confeccionado su equipo: “Me gusta que mis equipos tengan el balón, que ataquen y que consigan cosas. En gran medida es una filosofía basada en el juego posicional y en jugadores que destacan con el balón en los pies y que intentan dominar mediante esos conceptos”, describe.

Está por ver si el equipo de la capital neozelandesa, debutante en el torneo, es capaz de alcanzar las cotas a las que llegó el Auckland City. Pero ocurra lo que ocurra, la pasión que transmite Figueira ya adelanta que los TeeDubs, como se los conoce afectuosamente, no estarán en ningún caso faltos de ambición.