miércoles 13 diciembre 2017, 00:16

Everton cumple con el plan maestro de Renato Portaluppi

  • Grêmio disputará la final del Mundial de Clubes tras ganar a Pachuca 

  • Everton marcó el gol del triunfo en la prórroga

  • El veloz extremo nos habla del plan de Renato Portaluppi para ganar el partido 

Con el pitido final, jugadores y cuerpo técnico de Grêmio empezaron a celebrar el pase a la final de la Copa Mundial de Clubes de la FIFA EAU 2017. Todos buscaban al gran protagonista, Everton. Todos querían abrazar al jugador que en el minuto 95’, ya en la prórroga, frotó la lámpara para hacer un golazo que vale una final.

Minutos después el joven extremo atendía a los medios, se hacía fotos con su premio al jugador del partido y repartía sonrisas por los pasillos del Hazza Bin Zayed. También a FIFA.com.

“Para nosotros era importante llegar a la final. Es lo que todos esperaban. Sabíamos que no iba a ser un partido fácil, que iba a haber ansiedad por ser el debut en un Mundial, pero supimos controlarla y hacer un buen partido”.

Aun así, el Pachuca mexicano les puso en serios aprietos y en muchos momentos el partido estuvo para cualquiera. Pero el técnico Renato Portaluppi tenía un plan:

Lo vimos en el anterior partido de Pachuca. Sus defensores son muy altos, pero más lentos que nosotros, entonces Renato sabía que necesitaría utilizar mi velocidad y la de Fernandinho. Y conseguimos vencer a su defensa.

Minuto 72’ “Cuando estás en el banquillo es difícil, siempre sufres un poco más porque estás nervioso, quieres estar en el campo”. Everton aguardaba la oportunidad de entrar a ayudar a sus compañeros, y esta llegaría mediada la segunda mitad. Pachuca achuchaba y Renato Portaluppi quería más artillería para superar a la colocada defensa mexicana.

Minuto 91’ El técnico había acertado. El joven extremo brasileño subía una y otra vez por la banda izquierda, provocando desajustes en la hasta entonces compacta zaga de Pachuca. Ante la sangría, Diego Alonso, tomó una decisión al inicio de la prórroga: sacó a Franco Jara, su delantero centro, y dio entrada a otro central, Robert Herrera, para cerrar con cinco. Pero de poco le iba a servir el movimiento.

Minuto 95’ “Fue más bien improvisado. Cuando veo que no voy a llegar, pongo el pecho para que me bote la bola”. Everton recibió el balón junto a la línea de cal. Joaquín Martínez fue a disputarle la pelota, y en ese control con el pecho al chocar ambos, el balón le quedó franco al brasileño, que pasó por su izquierda para internarse en el área.

Allí le esperaba Omar  González, pero Everton le engañó con un amague a la izquerda para lograr el espacio justo para perfilarse con su diestra, levantar la cabeza y ponerla en la escuadra.

La final soñada Everton y sus compañeros lo tienen claro. Quieren medirse al Madrid. Y aunque los blancos aún tienen que superar al Al Jazira en su semifinal, el extremo ya se ve jugando ante ellos.

“Es la final soñada desde que empezamos el año, y después la Libertadores. Es la final que queremos. Sabemos que son grandes estrellas del fútbol mundial, pero en la cancha son 11 contra 11 y vamos a ver quién gana. Vamos intentar jugar de igual a igual”.