jueves 31 octubre 2019, 06:56

Hienghène, abanderado de la rica tradición futbolística de Nueva Caledonia

  • El club Nueva Caledonia hará historia en el Mundial de Clubes

  • Desde 2010 no participaba un equipo oceánico no neozelandés

  • El país melanesio cuenta con una rica tradición futbolística

Si bien Nueva Caledonia fue el último miembro en incorporarse a la confederación más joven del planeta, pocos países del Pacífico pueden presumir de llevar más tiempo demostrando su pasión por el fútbol. Después de décadas de espera, el 11 de diciembre de 2019 por fin un equipo neocaledonio debutará en un torneo de la FIFA.

Será, sin duda, un día de orgullo y celebración. Hienghène Sport, vigente campeón oceánico, abrirá la Copa Mundial de Clubes de la FIFA Catar 2019™ enfrentándose a Al Sadd, equipo anfitrión. Dado que los representantes de Oceanía rara vez tienen la oportunidad de competir lejos de su región, Hienghène se prepara para vivir una gran experiencia al otro lado del mundo.

La única presencia previa del país a nivel global fue su admirable participación en la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA 2017.

Nueva Caledonia, país francófono conocido oficialmente como ‘colectividad especial de Francia’, cuenta con una rica tradición futbolística que se remonta a principios del siglo pasado. De hecho, la primera liga nacional arrancó en 1928 y, cinco años después, uno de los grandes equipos australianos de fútbol visitó el país para disputar algunos amistosos.

Nueva Caledonia, sin embargo, no fue miembro de la FIFA hasta 2004. Los melanesios fueron anfitriones en dos de las primeras ediciones de la Copa de Naciones de la OFC, donde demostraron su buen hacer y se colgaron un par de medallas de bronce.

Pese a estar situado a unos 1.000 kilómetros de la costa noreste de Australia, su conexión con Francia se entrelaza con la cultura local. Existe la particularidad, además, de que tanto Nueva Caledonia como Tahití tienen garantizado desde hace tiempo un lugar en las primeras rondas de la Copa de Francia.

Por si fuera poco, Nueva Caledonia es el país de origen del único campeón de la Copa Mundial de la FIFA™ natural de Oceanía. Christian Karembeu, que ganó con Francia en 1998, nació en la remota isla de Lifou, y no se mudó a Francia hasta su juventud.

La selección neocaledonia se quedó a un paso de ceñirse la corona continental en 2012 y, por tanto, de participar en la Copa FIFA Confederaciones 2013, tras perder ante Tahití. Finalmente, su sueño se hizo realidad de manera inesperada: Hienghène Sport conquistó este año la Liga de Campeones de la OFC, competición en la que debutó hace apenas dos años.

Este resultado marcó además un cambio de tendencia, ya que normalmente eran los clubes de la capital, AS Magenta y AS Mont-Dore, los que acaparaban los focos. Fundado en 1997, Hienghène es un equipo de la remota provincia del norte, a unas cinco horas en coche de Numea, distancia más que considerable en las islas del Pacífico.

Bertrand Kaï, su delantero estrella, fue elegido el mejor jugador de la Liga de Campeones de la OFC 2019, mientras que Rocky Nyikeine fue distinguido como el mejor arquero de la competición.

El tanto de la victoria en la final contra sus compatriotas del Magenta estuvo a la altura de lo histórico de la gesta: el latigazo del sustituto Amy Antoine Roine desde casi 60 metros hizo vibrar el estadio Numa Daly de Numea como pocas veces se había visto.

“En un momento del partido, me fijé en la grada que tenía enfrente de mí y me quedé asombrado”, reconoce el entrenador del Hienghène Félix Tagawa, quien también brilló como jugador con su club y su selección. “Es maravilloso ver a tanta gente. No puedo decir mucho más”.

“No se puede llegar más alto a nivel global, y nuestro fútbol tiene una oportunidad extraordinaria de que un club de Nueva Caledonia lo represente en una Copa Mundial de la FIFA”, apunta Tagawa a FIFA.com. “Un Mundial es el sueño de cualquier futbolista. Es algo grandioso ya de por sí; algo que nos motiva a todos en el fútbol neocaledonio”.