Este sábado, la Copa Mundial de Clubes de la FIFA Catar 2019 vivirá un último capítulo espectacular, con el cara a cara entre los mejores clubes de Europa y Sudamérica.

Pero antes de que comience el partido, Liverpool y Flamengo tendrán que ver de primera mano aquello por lo que están luchando. Ahí entrará en escena Julio César, mítico ex guardameta brasileño y ganador del Mundial de Clubes en 2010, que será el portador oficial del trofeo para la final.

FIFA.com habló con el ex arquero de Inter de Milán, Benfica y Flamengo sobre lo que supone tener la oportunidad de sostener el trofeo una vez más en el Estadio Internacional Khalifa.

Estoy muy feliz y muy emocionado, ¡pues acabo de enterarme hace nada! La FIFA me dijo que me daban esta oportunidad porque puedo tocar el trofeo, al haber ganado este torneo en 2010 con el Inter de Milán. Es un honor y un gran placer para mí salir al campo con el trofeo. Les pediré a mi mujer y a mis hijos que graben este momento porque ellos están en Lisboa ahora, ¡así que espero que cuando me vean por la tele no se les olvide grabarlo! [Risas]. Gracias a la FIFA por esta oportunidad.

Antes de un encuentro como este, los jugadores normalmente están muy concentrados, y solamente están pensando en el partido; especialmente antes de partidos como esta final. Cuando lleguen, pienso que los jugadores sólo tendrán una cosa en mente: conseguir levantar el trofeo. Es el momento más importante para los clubes y los jugadores porque trabajamos duro para vivir esta clase de momentos, así que estar plenamente concentrado en el partido –aunque también un poco nervioso– es normal. Una vez que arranca todo, uno sólo piensa en dar lo mejor de sí mismo.

En Sudamérica, este torneo es importantísimo, más que la Copa Libertadores. Por tanto, cuando tuve la oportunidad de ganar esta competición con el Inter, como soy de Brasil, lo celebré un montón con mis compatriotas Lucio y Maicon, así como con los jugadores argentinos [del equipo]. Para nosotros los sudamericanos significa muchísimo.

El Flamengo cuenta aproximadamente con 40 millones de aficionados en Brasil; es grandioso. Cuando entran al estadio te enteras, porque simplemente son diferentes. La verdad, no puedo explicarlo. Es difícil hacer comprender lo que sientes cuando estás en el campo y ellos te apoyan. Realmente pienso que los aficionados pueden marcar la diferencia, pero habrá muchos aficionados del Liverpool que intentarán hacer lo mismo. Va a vivirse un gran espectáculo en las gradas y en el campo también va a ser magnífico, pues estamos hablando de dos equipos fantásticos.

Sería grandioso. Ya en 1981 tuvimos la oportunidad de vernos coronar como el mejor del mundo [tras ganar la Copa Intercontinental], así que espero que, 38 años después, tengamos la oportunidad de celebrarlo de nuevo. Será complicado porque el Liverpool es uno de los mejores equipos del planeta hoy en día. Durante los tres últimos años ha estado increíble a las órdenes de Juergen Klopp y con este mismo equipo. Pero creo que el Flamengo dispone de una buena oportunidad para derrotarlo porque durante esta temporada ha estado extraordinario: ganó la liga brasileña, ganó la Copa Libertadores y creo que llegará en un momento de forma realmente bueno.