Confirmó que se iba a las pocas horas de levantar la Copa Libertadores, pero los hinchas le seguían cantando “el Pity no se va”. Y llegó al Mundial de Clubes con la intención de poner el broche de oro a esta etapa con el club millonario, aunque no se le dio.

“Sí, es muy amargo para mí”, reconocía Gonzalo Martínez a FIFA.com tras la eliminación de River Plate en la semifinal ante el Al Ain, que lo dejaba afuera de la final soñada. “Creo que hicimos un buen partido. Por ahí en fases puntuales no supimos marcar o tuvimos problemas. Hicimos un buen partido pero no concretamos todas las ocasiones que tuvimos de gol”.

“Pero no hay excusas. Por ahí en los detalles no estuvimos finos y eso no nos permitió ganar el partido. Luego en los penales, nuestro arquero tuvo oportunidades para tapar, pero fueron adentro. Los penales son así”.

Los penales pueden ser muy dulces o muy amargos. Y en esta ocasión fueron doblemente amargos para Pity. Porque la tanda final cayó del lado del rival. Pero además, en el minuto 69, con 2-2 en el marcador y un River con más ansiedad que fútbol, él estrelló un penal en el larguero.

“Me siento responsable por haber errado el penal”, se lamentaba. “Es más duro para mí. Pero ahora hay que levantar la cabeza y ganar el partido que viene”. Con los ojos enrojecidos, el 10 de River se mete al vestuario. Su despedida de los millonarios será el sábado pero sin poder optar a su décimo título en el club como soñaba.