Por tercer año consecutivo, el representante europeo de la Copa Mundial de Clubes de la FIFA será el Real Madrid. Y si el año pasado se convertía en el primer club que lograba revalidar este título, en la presente edición tiene un nuevo desafío: ser el equipo que más veces ha ganado el torneo. Si levanta su cuarto título, logrará romper el empate y superar en esa clasificación histórica… al FC Barcelona.

Los jugadores del Real Madrid no necesitan de estas estadísticas para encontrar motivación. “Nuestro objetivo siempre es ganar. Esa es la mentalidad de este club”, afirma Sergio Ramos, en exclusiva para FIFA.com.

El capitán del equipo madridista disputó este torneo por primera vez en Marruecos en 2014. Además de levantar el título de campeón, fue premiado con el Balón de oro adidas como el mejor jugador de la competición. Es la edición que recuerda con más cariño.

“Más allá del reconocimiento individual, también por cómo se dio. Pude hacer gol en la semifinal, pero me lesioné. Parecía que no iba a llegar a la final y finalmente puede jugar infiltrado y volví a marcar. El equipo ganó y la verdad que tengo un recuerdo muy bonito, muy especial”.

“Los premios individuales siempre son gratificantes pero por encima de cualquier tema personal siempre está la mentalidad colectiva. Prefiero que gane el equipo”, añade.

Tras las coronaciones en Japón 2016 y EAU 2017, el equipo regresa a Abu Dhabi. Pero con notables diferencias respecto a las dos anteriores citas: no estarán ni Zinedine Zidane en el banquillo ni Cristiano Ronaldo en la delantera.

Ramos resta importancia a las ausencias. “Creo que no se verá una gran diferencia en el campo. Tenemos un equipo muy similar a pesar de la ausencia de Cris, que era un jugador muy determinante para nosotros. Competiremos con la misma filosofía que ha tenido siempre el club. El objetivo siempre es ganar”, repite.

“El Mundial del Clubes es un premio a la temporada que se ha hecho el curso anterior. Te da esa oportunidad de reivindicarte como campeón del mundo y es una experiencia muy bonita. Tenemos muy buenos recuerdos porque lo hemos logrado en tres ediciones”.

“Es una competición corta y no hay margen de error. Es una semifinal y una final y queremos volvernos con el título para casa”.

La experiencia es un grado y ahí el Real Madrid parte con la ventaja de conocer el terreno luego de coronarse hace 12 meses al ganar en la final al Gremio de Porto Alegre.

“Todo influye y suma. Al Madrid lo avala su historia, pero no te puedes dejar llevar por eso, porque hoy en día el escudo no gana a nadie. Cada vez hay más igualdad, pero es cierto que la experiencia es muy importante y el Madrid tiene mucha”.

Y por último, el mensaje que él como capitán trata de transmitir todos los días a sus compañeros. “Si lo crees, lo creas. Tenemos un grandísimo equipo y debemos confiar en nosotros, obviamente, siempre desde el máximo respeto y humildad respecto al rival”.

Sin duda, han de tener cuidado con un Kashima Antlers que ya les puso las cosas muy difíciles en la final de 2016. El miércoles, el desenlace.