viernes 31 marzo 2017, 10:11

Forrest y un empate para estar orgullosos

  • El Canadá 0-0 Brasil en la Copa FIFA Confederaciones es el mejor resultado de los Canucks en un torneo FIFA absoluto

  • Craig Forrest hizo más de 10 paradas ante los futuros campeones mundiales

  • La victoria en la Copa Oro del 2000, que les clasificó a la Confederaciones, es el mayor éxito de Canadá hasta hoy

Canadá no ganó un solo partido ni fue capaz de hacer gol en la Copa FIFA Confederaciones 2001, pero cuando el exarquero Craig Forrest habla de ese certamen para FIFA.com, hay un inequívoco tono de orgullo en su voz. A fin de cuentas, los Canucks empataron 0-0 ante la todopoderosa Brasil de Ronaldo y Rivaldo.

“Somos Canadá, así que realmente no se nos conoce por ser muy buenos en el fútbol. La mayoría de las veces pasamos apuros y no tenemos mucha posesión del balón, por lo que conquistar un punto en una gran competición, incluso un único punto, realmente supuso más que un simple puntito. Fue una victoria, aunque sólo fuese moral. Puedes dar por seguro que nos enorgullecimos de ello”.

Porque aquel empate obtenido el 2 de junio de 2001 sigue siendo, a día de hoy, el único punto logrado por una selección masculina canadiense en una competición absoluta de la FIFA. Tras haber perdido sus otros dos encuentros del grupo, Canadá tuvo que volver a casa, pero ya el hecho de estar allí había sido un gran logro. Un honor ganado a pulso.

La generación dorada de 2000 “Para nosotros fue extraordinario incluso acceder a la Copa Confederaciones”, resalta Forrest. “Nadie podría haberlo pronosticado. En la Copa Oro de 2000 éramos por ranking la 12ª selección entre las 12 participantes y, de algún modo, sea como fuere, acabamos ganando el título en detrimento de potencias como Estados Unidos y México”.

De hecho, la conquista de la Copa de Oro de la CONCACAF 2000 pasa por ser el momento futbolístico más brillante de Canadá junto con su única presencia en una Copa Mundial de la FIFA™, en 1986. “Nuestro grupo de la Copa Oro acabó con un triple empate a 2 puntos, y tuvimos que lanzar una moneda al aire para ver si éramos nosotros o la República de Corea quien pasaba a cuartos de final. Afortunadamente, fuimos nosotros, y empezamos a pensar: ‘¡vaya, quizá podamos conseguirlo!’”.

Tras derrotar a México en cuartos gracias a un gol de oro, la fe fue creciendo más aún en el vestuario canadiense, y un triunfo en la semifinal contra Trinidad y Tobago plantó a Canadá en la final contra Colombia, la selección que había noqueado a la favorita y anfitriona, Estados Unidos.

Con su 2-0 sobre los Cafeteros, los canadienses sellaron su único título de la CONCACAF hasta la fecha. Forrest, que entonces tenía 33 años, fue elegido mejor jugador del campeonato por su agilidad y su capacidad atlética. “De repente estábamos levantando el trofeo; éramos la mejor selección de la región, y eso te colma de orgullo y patriotismo. Ves que has conseguido algo extraordinario”, resalta.

“Fue un momento especial ganar esa Copa Oro y conseguir probarnos contra los mejores del mundo en la Copa Confederaciones. Nunca olvidaré nuestro primer encuentro contra la anfitriona Japón, cuando los aficionados locales, más de 30.000, nos dedicaron una ovación. Viniendo de la CONCACAF, donde es más probable que te tiren una cerveza en los partidos a domicilio, eso también es algo que jamás olvidaré”.