miércoles 07 junio 2017, 09:52

Sainsbury quiere recuperar el tiempo perdido

  • El defensor australiano se perdió por lesión Brasil 2014

  • Lleva tres años siendo una pieza clave de los Socceroos

  • "La Copa Confederaciones es un torneo enorme para Australia"

Hace tres años, los sueños de Trent Sainsbury de participar en una Copa Mundial de la FIFA™ se arruinaron por una mala jugada del destino. El defensa central de la selección australiana sufrió una insólita lesión de rodilla dentro de la cancha, al caer encima de un aspersor enterrado mientras diputaba un partido con el PEC Zwolle, en los Países Bajos.

Ahora le llega el momento de compensar esa oportunidad perdida brillando con los Socceroos en la Copa FIFA Confederaciones de Rusia.

Desde el duro golpe que supuso tener que renunciar a Brasil 2014, Sainsbury ha aprovechado al máximo todos los minutos con Australia, hasta el punto de convertirse en uno de los puntales del combinado nacional, con sólo 25 años.

Demostraría todo el potencial que ya apuntaba en enero de 2015, durante la campaña triunfal de la Copa Asiática, en la que Australia selló su pasaporte para Rusia. Fue titular en todos los partidos de ese torneo, mostrándose imperturbable en las tareas defensivas y desplegando unas grandes cualidades físicas. Fue parte del once ideal de la prueba.

Los cimientos de la gloria Sainsbury practica un fútbol eficaz y poco menos que relajado a los ojos del espectador. Fuera del terreno de juego se muestra igualmente poco expresivo, con apenas una pizca de decepción al hablar de Brasil 2014. La suya es una mentalidad positiva y orientada al futuro, un reflejo del enfoque que adoptan los Socceroos a las órdenes de Ange Postecoglou.

“Me alegré mucho de que los compañeros pudiesen estar ahí, aunque al mismo tiempo fue algo agridulce, porque yo tuve que quedarme sentado con la rodilla levantada y aplicándole hielo”, recuerda Sainsbury para FIFA.com. “Y claro, uno piensa ‘yo podría estar ahí’, pero aun así animé con todo a los muchachos”.

Los australianos afrontan este jueves en casa ante Arabia Saudí un compromiso que podría ser decisivo en la eliminatoria mundialista. Después les espera, también delante de su público, un amistoso de lujo frente a Brasil, y a continuación viajarán a Rusia. Pelearán en el Grupo B con Alemania, Chile y Camerún, campeones del mundo, de Sudamérica y de África, respectivamente.

“Es un torneo enorme para Australia”, afirma Sainsbury refiriéndose a la Confederaciones. “Jugar contra estos rivales de primerísimo nivel demuestra dónde estamos. Y supone un aperitivo de lo que va a ser el Mundial”.

“El Mundial es algo muy especial por derecho propio, por supuesto, pero la Copa Confederaciones es importante por ser una antesala del Mundial, y hay en juego un trofeo”.

Confianza recobrada Australia acudió a Brasil 2014 con un plantel muy inexperto y dirigido por un técnico, Postecoglou, que acababa de hacerse cargo de la selección, con una mentalidad fresca que todavía estaba puliéndose. Perdió sus tres partidos, pero obligó a emplearse a fondo a Chile y a los Países Bajos. Y este mes tiene la oportunidad de desquitarse de aquel 3-1 recibido a manos del cuadro sudamericano, contra el que jugará en Moscú.

“Ahora contamos con un núcleo de jugadores muy bueno”, explica Sainsbury sobre las diferencias del equipo tres años después. “Hay futbolistas jóvenes que vienen pidiendo paso, y veteranos al timón de la nave, así que contamos con una buena combinación. Todo el mundo está dispuesto a darlo todo por la causa, hay una coincidencia máxima. Hace falta que todos compartan el mismo objetivo, y lo tenemos”.

Sainsbury también ha crecido en el plano personal a lo largo de estos años. Ha pasado los últimos seis meses cedido en el Inter de Milán por el Jiangsu Suning chino, si bien casi no ha disfrutado de minutos en Italia. No obstante, en la selección prácticamente no se ha perdido nada.

“Ahora mi función en el plantel consiste mucho más en liderar”, reconoce. “Hay muchos jóvenes. Al jugar en la retaguardia, uno tiene una buena visión del campo. Y siempre es agradable asumir una mayor responsabilidad”.