miércoles 31 agosto 2016, 18:17

Grannec, cuando lo virtual alcanza a lo real

Las cifras récord de la FIFA Interactive World Cup 2016 y el enorme entusiasmo que rodeó a la gran final en Nueva York el pasado marzo demostraron una vez más que el deporte virtual podía encandilar y reunir a millones de personas en torno a las hazañas de sus campeones.

“Está adquiriendo proporciones alucinantes”, confirma a FIFA.com Bruce Grannec, alias La Máquina, que ganó 2 veces la FIWC (2009 y 2013) gracias a su legendaria sangre fría. “No me lo esperaba necesariamente cuando empecé, pero al sumergirme dentro me di cuenta de que los deportes electrónicos tenían un gran futuro. Creo que todavía estamos solamente al principio y que, dentro de cinco o diez años, llegará a ser algo increíble. ¡Hay países donde llena salas enteras y las audiencias son enormes!”.

“No creo que llegue a ser algún día más importante que el fútbol, pero va a ser cada vez más exagerado. Estamos viendo a jugadores que empiezan a ganar sumas muy importantes, dado que muchos patrocinadores se están involucrando”, añade el francés, que ahora es testigo de esa revolución en marcha como observador, tras haber anunciado su retirada hace un año. Pero se trata de un observador activo, ya que comenta su disciplina para la televisión francesa, así como en su canal de YouTube y en las redes sociales.

Dejarlo en lo más alto “Llevaba diez años compitiendo. Cuando empecé, estaba entre los más jóvenes; y al final, era uno de los mayores. Me dije a mí mismo que era el momento de pasar a otra cosa. Tenía un poco menos de motivación y, con los jóvenes que venían por detrás, tenía la sensación de que ya no servía de mucho si no estaba a tope”, confiesa el mayor campeón en la corta historia de la disciplina, con 2 títulos y otras 2 plazas en el podio de la cita mundialista.

Si el peso de los años es implacable con los deportistas de alto nivel, el deporte virtual parece mostrarse todavía más despiadado con sus campeones, aunque Grannec supo desafiar las leyes de la naturaleza. “En algunos juegos, los jugadores se retiran con 23 años porque ya no tienen suficientes reflejos”, explica. “Yo tuve la suerte de mantener un buen nivel hasta los 28 o 29 años. Pese a todo duré bastante, pero perdí un poco de reflejos; aunque lo compensaba con mi experiencia contra los jóvenes jugadores”.

Y esos jóvenes son mejores y más numerosos cada año… “La competencia es cada vez más encarnizada. Cada vez hay más jugadores, y muchos empiezan muy pronto. Cuando yo empecé, apenas se podía jugar por Internet. Era todo nuevo. Hoy es algo generalizado, y se juega en todos los países”, constata Spank, que vivió al micrófono la apasionante gran final que entusiasmó al público del Apollo Theater el pasado marzo.

Deporte y estudios “Estaba bastante acostumbrado a participar , pero disfruté mucho comentando y viendo jugar a los otros como espectador”, admite sonriendo. “La final fue increíble, con Sean Allen que ganaba por dos goles a escasos minutos del final, y un Al Bacha que le dio la vuelta a la tortilla. Hubo emoción, vuelcos imprevistos… ¡todo lo que nos gusta del fútbol!”.

Tanto en su trayectoria de jugador como en su reconversión, Grannec comparte bastantes similitudes con los futbolistas profesionales de verdad. Y para aquellos que se sientan tentados a imitar su carrera, les ofrece de buen grado algunos consejos que, perfectamente, podrían haber salido directamente de la boca de un exfutbolista: “No hay que hacer tonterías. A mí, por ejemplo, esto no me impidió continuar con mis estudios paralelamente. Hacía las dos cosas sin problemas. Por entonces, mis padres vieron que no era un freno para lo demás, así que me apoyaron enseguida”.

“Está claro que, si tienes 17 años y tienes un buen nivelillo en el FIFA, no hay que plantearse que vas a romper con todo, dejar los estudios y convertirte en el mejor jugador del mundo. Es complicado; hay muchos jugadores muy buenos y el nivel por sí solo no basta. Hay que ser muy fuerte mentalmente para los torneos”, concluye Grannec.