*Momentos destacados Deportividad ante todo Cuando un equipo marca el empate, su prioridad es poner el balón en juego lo antes posible, para aprovechar así la inercia positiva. Esto es justamente lo que quiso hacer Murilo Ferreira al anotar el 1-1 contra Egipto, con la mala fortuna de que se le enredó el pie entre las mallas de la portería y no podía salir. Pese a la rabia por el gol recibido, Mizo, el capitán egipcio, le ayudó no sólo a soltarse, sino también a levantarse de nuevo. Un bonito gesto de juego limpio.

Un toque de atención En una fase del partido en la que Tailandia andaba un poco aturdida, su arquero Katawut Hankampa envió el balón a la línea de fondo contraria. El azerí Gallo intentó interceptar el pase de cabeza, pero no llegó. Fue entonces cuando Suphawut Thueanklang bajó el esférico con el pie derecho, encaró el arco y, desde poca distancia, ejecutó una vaselina perfecta con la izquierda sobre el cancerbero Rovshan Huseynli. Era el primer tanto de los suyos, el que subió el 1-2 al marcador. Un fantástico detalle técnico que sirvió para despertar los ánimos de los asiáticos.

Ivaniak aprieta los dientes Ievgen Ivaniak se perdió el último choque de la fase de grupos por acumulación de tarjetas, pero hoy volvió al arco... ¡Y de qué manera! El meta ucraniano desbarató prácticamente todos los intentos de los argentinos. En los últimos compases de la segunda parte, Ivaniak se lanzó a por un balón suelto con tan mala suerte que la bota de un rival le impactó con fuerza en uno de los dedos. Pero ni este lance pudo con el portero de 33 años, al que aplicaron todo tipo de espráis para enfriarle la zona y continuó el partido. Ivaniak sacudía la mano una y otra vez a causa del dolor, pero apretaba los dientes y resistía. Al final, sin embargo, no pudo evitar la derrota de los suyos.

El dato 21: Tailandia y Azerbaiyán se dieron un verdadero festín. Un total de 21 dianas hicieron de este enfrentamiento el partido con más goles en la historia de los cruces de la Copa Mundial. El récord anterior lo ostentaba el duelo de octavos entre Brasil y Panamá del año 2012 (16-0). En aquella ocasión, eso sí, todos los goles se produjeron en el tiempo reglamentario. El marcador al cabo de 40 minutos en el Coliseo Iván de Bedout entre Tailandia y Azerbaiyán era de 7-7, apenas dos tantos menos que la plusmarca establecida por la Seleçao. En cualquier caso, ambos contendientes igualaron el empate con más goles registrado en una Copa Mundial: en Hong Kong 1992, España y Rusia empataron a siete en la fase de grupos.

Las frases "Ha sido un partido histórico, el mejor en lo que va de Mundial. Hemos intentado poner calma una y otra vez, pero no hemos podido. En un momento dado, Tailandia perdió el control y supimos aprovecharlo". Miltinho, seleccionador de Azerbaiyán