martes 30 agosto 2016, 14:06

Espínola, responsable en todos los ámbitos

Carlos Espínola siempre entendió la responsabilidad que conlleva ser un funcionario público de alto rango. Del mismo modo, jamás se desentendió de su rol como arquero y pieza clave de la selección paraguaya de futsal. He ahí porque hizo todo lo posible para combinar ambas pasiones y se apresta a disputar su tercera Copa Mundial de Futsal de la FIFA en Colombia 2016.

Y bien sabía en noviembre de 2013 que, al aceptar el cargo de Director Administrativo y Financiero de la Dirección General de Salud Ambiental del Ministerio de Salud, algún día su rutina sería tan exigente como ahora. Pero igual le puso cuerpo y mente, seguro de que su decisión era correcta.

"A veces ha sido complicado combinar las funciones", reconoce Espínola a FIFA.com desde su despacho, antes de entrar a la siguiente reunión. "Hay días en que paso entre 15 y 16 horas afuera de casa, o si vuelvo es sólo para renovar el bolso. Pero el sacrificio vale la pena porque este será mi último Mundial", agrega el portero de 35 años.

En su afán de no tener privilegios, ha sido clave la buena voluntad de quienes los rodean. "Todos fueron comprensivos, mi jefe y la gente con la que trabajo, pero también mi entrenador y mis compañeros de equipo. Y me alegra pensar que he logrado rendir tanto en la oficina como en la cancha", dice con orgullo Espínola, parte estable de la albirroja desde la Copa América 2003.

Pero hay un tercer sostén clave en todo esto: "Mi familia, por supuesto". De hecho, el ascenso en su trabajo no fue el único gran cambio desde su participación como titular indiscutido en Tailandia 2012. "En 2014 fui padre por tercera vez, de quien es hoy mi niña menor. ¡Ellos también me tienen mucha paciencia!".

La cigüeña trastocó otro de los objetivos que tenía cuatro años atrás, el de recibirse de Contador Público. "Estudiábamos la carrera juntos con mi esposa, y la llegada de mi hija retrasó un poco los planes. El nuevo trabajo, la nueva beba, las prácticas... Me queda más o menos un año y pienso retomarla".

Y no sólo eso: "Es más, la terminaré mientras también hago la carrera de entrenador de futsal".

Análisis y objetivos

Espínola reconoce sus méritos, pero espera por el bien de la actividad que casos como el suyo no se repitan en Paraguay. ¿Por qué? "Porque querrá decir que el futsal se está profesionalizando y se puede vivir de él. Eso implicaría un crecimiento de nuestro deporte".

En ese contexto, para el actual arquero del Afemec de la liga paraguaya ha sido un acierto la contratación como seleccionador de su ex compañero Carlos Chilavert a fines de 2012. "Conoce la realidad del país en cuanto a su idiosincrasia,  infraestructura y precariedades, y en cómo lidiar con esas cuestiones. Adaptó el futsaldel alta competencia al medio. Crecimos y ojalá podamos mostrarlo en el Mundial".

Allí Paraguay competirá el grupo con la poderosa Italia, la difícil Guatemala y la debutante Vietnam. "No sería ilógico terminar primeros o segundos. Nuestro punto fuerte también era nuestra debilidad: podíamos complicar a cualquier rival teóricamente superior, pero cualquier rival teóricamente inferior nos complicaba. Corregimos ese déficit, somos más regulares", confiesa Espínola, octavo finalista en Tailandia.

¿Cuál es el objetivo? "Si bien vamos con el sueño de ser campeones, alcanzar las semifinales sería una excelente participación".

Cerrar el arco por última vez

Colombia marcará, entonces, la despedida mundialista de Espínola, dueño de un ritual particular. "Apoyo la cabeza en los postes para 'cerrar' el arco antes del primer tiempo, y cuando termina lo vuelvo a 'abrir', porque lo ocupará el arquero rival. Y hago lo mismo antes del segundo", explica este simpatizante de Libertad y admirador de su compatriota Justo Villar.

El Mundial también puede marcar el punto de final para algunos de sus compañeros. "Es probable, integro lo que fue la 'generación dorada del futsal paraguayo', que ha representado muy bien al deporte del país internacionalmente. Lo bueno es que detrás hay jóvenes que empujan".

Pese a su experiencia, Espínola reconoce algo de ansiedad por el torneo que se avecina, aunque debe solucionar asuntos laborales. "No tengo problemas mientras deje todo organizado y gente designada para resolver cuestiones en mi ausencia. En esto estoy". Y si bien admite que le será "difícil desligarse del trabajo por completo", aprendió a "pensar en eso en los ratos libres".

Después será todo futsal. "Sé que es el último. Por eso voy pensando en disfrutar del momento".