jueves 08 septiembre 2016, 16:59

Falcão: "Ser embajador del fútsal es mi mejor trofeo"

Es probable que Alessandro Rosa Vieira necesite presentación, sobre todo para aquellos menos familiarizados con el fútsal.  Eso hasta saber que estamos hablando de Falcão. Entonces la presentación suele estar de más.

El ala brasileño de 39 años, quien está a punto de jugar una inédita quinta Copa Mundial de Fútsal de la FIFA, es para algunos el mejor jugador en la historia de la especialidad. Pergaminos para eso le sobran: dos títulos del mundo, dos Balones de Oro adidas, una Bota de Oro adidas...

Y sin embargo, lo que genera menos debate es el rol que ha cumplido en los últimos años en la popularización del deporte. Todo a partir de su magia y de la repercusión que sus goles y jugadas alcanzan en la actualidad con las redes sociales.

"Eso es algo que nunca imaginé", reconoce el eterno número 12 a FIFA.com. "Yo quería llegar a la selección, quería hacer muchas cosas por mi deporte, pero esto ha tomado una proporción muy grande, absurda. Porque en muchos lugares del mundo no saben a veces, o no entienden, qué es fútbol sala, pero saben quién es Falcão. Ese es el mejor trofeo que podría tener, el ser embajador de un deporte tan popular".

Sin ir muy lejos, en las últimas horas se ha hecho viral un vídeo donde Falcão, después de vencer con Brasil a Islas Salomón en un partido de preparación para el Mundial, fue interrumpido durante una entrevista por los propios futbolistas rivales para sacarse fotos y hacer bromas. Algo que, lejos de de molestarle, él acepta con gusto.

"El fútsal es mi vida. Todo lo que tengo hoy se lo debo al fútbol sala. Porque desde niño siempre opté por este deporte, a pesar de tener invitaciones para jugar fútbol 11. Ésta fue mi escuela de vida y no me arrepiento ni un momento".

Su sello, en contexto Falcão asegura que el diferencial de su carrera fue el mantenerse fiel a su manera de jugar. "Siempre lo hecho como ahora. En la calle, en casa, en la escuela, con los amigos... Y cuando me volví profesional, no cambié. No escojo partido ni adversario, cuando la situación amerita una bicicleta o un sombrero, lo hago y ya. Para mí, la final de un Mundial o una exhibición son lo mismo".

Y he ahí, además, la clave para que el fútsal no detenga su expansión. "Tú debes mostrarle al público que no sabe de fútbol sala de qué se trata. Para eso la técnica, las acciones espectaculares y la alegría de jugar deben prevalecer".

Pese a esto, Falcão entiende que la táctica y la preparación física han acortado las distancias entre las potencias y el resto. De hecho, reconoce una avance general que, según su opinión, se verá en Colombia 2016.

"Antes tú antes ganabas por 10 o más goles y ahora debes sudar para vencer por dos o tres, y algún susto te llevarás. En este Mundial ningún rival será fácil. ¿Tú piensas en Vietnam? Tendrás que sudar mucho para vencer a Vietnam. ¿Uzbekistán? Van a tener que correr mucho también. Y me gusta que así sea, los partidos equilibrados valorizan el espectáculo".

Antes de la despedida En lo personal, Colombia 2016 marcará un cierre para Falcão, ya que será su despedida de la selección brasileña. "En 2008 yo hablaba de que era mi último Mundial; en 2012, yo estaba seguro que el último; y ahora estamos aquí en 2016, creo que en buena forma, porque este año estoy muy enfocado en poder disfrutar".

Sobre todo después de Tailandia 2012, donde las cosa no le resultaron nada fáciles. "Tuve muchos problemas físicos: una parálisis facial, la pantorrilla... Jugué sólo 29 minutos en total, y si bien aporté lo mío con aquellos goles ante Argentina y España, no lo disfruté".

En ese cruce con Argentina por los cuartos de final, que Brasil perdía 2-0, Falcão debió rogarle a su técnica para entrar en el final y aportó dos tantos, uno para enviar el encuentro a la prórroga y otro para el 3-2 definitivo. "Por todo lo que sufrí, ese fue el momento más importante de mi carrera, incluso por sobre el gol a España en la final".

Ahora encara su último Mundial con varios objetivos por delante. Además de convertirse en el primero en jugar cinco ediciones, puede transformarse en el futbolista con más partidos, el máximo artillero histórico y el primero en lograr tres títulos. Todo con la cinta de capitán. "Quiero jugar bien, quiero ser campeón, quiero ser artillero, quiero ser mejor jugador... Eso es lo que me motiva todo el tiempo".

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