miércoles 07 septiembre 2016, 17:15

Miguelín y España, por la tercera estrella

“Hay alguno que, si no fuera por la voz, sería cantante”. Miguelín intenta poner orden, pero no hay manera. El autobús de España es una fiesta y los cánticos no cesan. “Aquí son todos muy graciosos cantando… ya se lo haré yo cuando les entrevisten a ellos”.

La selección ultima su preparación para la Copa Mundial de Fútsal de la FIFA que se celebrará en tierras colombianas del 10 de septiembre al 1 de octubre. Y esa preparación pasa por jugar amistosos como los que acaban de disputar en Portugal ante los lusos y Uzbekistán (victorias 1-0 y 4-0 respectivamente)… Pero también hay que afinar la voz para lo que se viene. “Lo hacemos siempre, tanto antes como después de los partidos. Así nos reímos, bailamos…”, explica Miguelín a FIFA.com.

Pongámonos en situación. Cuando este equipo juega un torneo importante, el ritual se sigue escrupulosamente. “Cuando llegamos adonde vamos a jugar el campeonato, cada jugador escoge una canción divertida. Es una canción por cada uno, y se las pasamos a Jesús Herrero (el portero), que es el DJ del equipo. Hace remixes y mete montajes con palabras de los técnicos y otras cositas entre medias para reírnos durante el camino al pabellón”.

Y no puede decirse que el ritual les dé malos resultados. En febrero España logró su 7ª corona europea tras derrotar a Rusia en la final por 7-3.

No sólo cuenta Brasil ¿Y quién es el mejor cantante? “Álex canta bien”, concede Miguelín con una sonrisa. Álex Yepes, segundo máximo goleador en el Europeo, sólo por detrás de su ‘hermano’ Miguelín. “Son ya casi 5 años los que llevamos juntos (son compañeros en El Pozo Murcia). Estamos casi todo el día juntos, nos entendemos a la perfección, y eso al final hace que en la pista la conexión también sea buena, y es positivo para nosotros, nuestro club y la selección. Ojalá la podamos liar también en el Mundial, pero todavía queda un camino duro por delante”, avisa.

Sabe bien de lo que habla. Hace cuatro años, en su primera participación en un Mundial, se quedó a las puertas del título. Una herida que todavía duele. “La final de Tailandia es el único partido que no he vuelto a ver repetido. Fue un palo duro. Para mí fuimos superiores a Brasil, pero el deporte es así y no porque seas superior vas a ganar”.

Brasil, siempre Brasil. Dominadora indiscutible del palmarés mundialista con cinco títulos de siete posibles… porque los otros dos los ganó España en 2000 y 2004. Y se han enfrentadon hasta cuatro veces en la final. “Entiendo que se comente lo de otra final España-Brasil. Se dice por historia y la historia obviamente es importante, pero Rusia, Portugal, Italia, Argentina… También son selecciones muy potentes que han evolucionado muchísimo, y eso hace que el Mundial sea mucho más espectacular”.

De todos modos, Miguelín no esconde la intención del equipo: ir a Colombia por la tercera estrella. “Si ganamos este Mundial voy a tener una alegría... Sería capaz de cumplir cualquier promesa. Raparme la cabeza, teñirme el pelo de negro… aunque bueno, de rubio ya me queda poco, ¡que lo tengo casi blanco!”. Pero tampoco despega los pies del suelo. “Para ganar un Mundial tienes que pasar muchas fases, estar bien físicamente y sobre todo mentalmente, y saber que vas a sufrir, porque no te van a regalar nada. Ahí es donde tienes que sacar el carácter. Demostrar la selección que somos”.

De 'jovenzuelo' a veterano en 4 años Por primera vez en muchos años, España acudirá a un Mundial sin ninguno de los jugadores que la convirtieron en bicampeona. El único sobreviviente en Colombia de un plantel campeón es Paco Cedano, ganador del título en 2004. “Esos jugadores son los que nos han marcado el camino a los demás, los que nos han hecho creer en esta selección, y les debemos mucho. Gracias a ellos España es muy respetada tanto a nivel europeo como mundial, y debemos mantener ese respeto con nuestro trabajo”.

Si en Tailandia 2012 Miguelín “era un jovenzuelo” que fue arropado por los Kike Boned, Luis Amado y compañía, ahora, a sus 31, su papel ha cambiado. “Ahora soy yo quien intenta ayudar al resto y apoyar a los jóvenes, que llegan con mucha hambre de hacerlo bien. Aunque somos un grupo muy unido y ellos también nos protegen a los más mayorcitos”, dice entre risas.

Cuando a los 17 años –una edad más tardía de lo habitual–, empezaba en esto del fútsal, Miguelín jamás imaginó lo que vendría después. “Dos veces campeón de europa, subcampeón mundial… Soy un auténtico privilegiado y doy gracias a Dios todos los días”.

Los cánticos continúan atronando en el autobús, y la pregunta, antes de terminar esta entrevista, es obligada. “¿Qué canción voy a elegir? Aún lo estoy pensando. Quizás un remix de la de ‘Oliver y Benji’ (la famosa serie de animé japonés). ¡Os estoy dando una primicia!”. Puntería y voces bien afinadas, que Colombia ya les espera.