viernes 06 mayo 2016, 14:23

Abdulraheem, de soñador a inspirador

Año 2004. Irak estaba sumida en una grave crisis política. Pero aquel niño de once años no se fijaba en esas noticias. En el periódico o en la televisión, él buscaba la información que llegaba de otro país: Grecia. Allí, Younis Mahmoud y sus compañeros hacían historia, alcanzando las semifinales de los Juegos Olímpicos de Atenas.

Y en su casa, Mohanad Abdulraheem celebraba el éxito y soñaba como cualquier niño iraquí con llegar a compartir equipo con sus ídolos. "Todos soñamos pero hasta ahora yo he logrado hacer realidad mis anhelos gracias a todos los que me han ayudado a convertirme en futbolista”, explica a FIFA.com doce años después.

Sí. Abdulraheem ha logrado jugar al lado del máximo goleador de la historia del fútbol iraquí, al que admira profundamente: "Younis Mahmoud es una leyenda viva de Irak y del Al Talaba. He aprendido mucho de él porque es un gran ariete que sabe concretar las ocasiones y colocarse en el lugar apropiado en el momento preciso".

Pero no sólo eso. A sus 22 años, el delantero sigue los pasos del ídolo y se ha convertido en uno de los artífices de segunda clasificación de Irak para los Juegos Olímpicos.

A comienzos de 2016, Irak se plantó en semifinales de la Copa Asiática Sub-23 de la AFC, celebrada en Qatar. Japón le impidió disputar a la final y conseguir el pase directo para el Torneo Olímpico de Fútbol 2016.

No obstante, con el tiempo casi cumplido en el duelo por la tercera plaza, contra los anfitriones, Abdulraheem anotó el empate 1-1 y forzó la prórroga. En última instancia, Irak ganó y se metió en el bolsillo el billete para Río. "La selección qatarí es buena y marcó al comienzo del partido", explicó autor del tanto de la igualada. "La suerte nos sonrió en los últimos minutos y anoté el gol del empate. Es uno de los más importantes de mi carrera porque contribuyó a la clasificarnos para Río".

Éxito internacional La carrera de Abdulraheem arrancó en el Al Karkh antes pasar al Duhok, donde estuvo dos temporadas. De ahí marchó al JSK argelino, pero no tardó en volver a casa, en concreto a las filas del gigante capitalino Al Zawraa, con el que esta temporada podría proclamarse campeón de liga. Su palmarés está en blanco todavía, Pero con la selección fue finalista de la Copa Asiática Sub-19 de la AFC 2012 y mejor jugador del torneo. Ese mismo año recibió además el premio al mejor jugador joven de Asia.

Su progresión continuó imparable. Participó en la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA Turquía 2013 y marcó el tanto de la victoria contra Egipto en la fase de grupos, si bien los suyos cayeron en semifinales, en la lotería de los penales, a manos de Uruguay.

Ahora, como hace 12 años, el Torneo Olímpico de Fútbol vuelve a ilusionarle. De otra manera, claro. Este vez, le tocará pelear sobre el campo en el mismo grupo de Brasil, Sudáfrica y Dinamarca. Irak no parte como favorita, pero eso no resta ni un ápice de emoción a Abdulraheem. "Estar en los Juegos Olímpicos es un gran logro para nosotros. No estamos entre los aspirantes a medalla, pero queremos seguir las huellas del equipo que llegó a semifinales en Atenas 2004".

Perseguir esas huellas de los antecesores para dejar huella en los sucesores. Porque de la misma manera que la generación olímpica de 2004 le inspiró a él, Abdulraheem y sus compañeros son ahora los que han de sembrar esa semilla de ilusión en los niños iraquíes de once años que los ven por la televisión y sueñan.