jueves 22 abril 2021, 10:50

Angloma y el sueño de los Gwada

  • Nuestra serie “El Juego Global” nos lleva a Guadalupe

  • El archipiélago alcanzó las semifinales de la Copa Oro en 2007

  • Entrevistamos a Jocelyn Angloma, seleccionador de los Gwada Boys

Aunque el archipiélago caribeño de Guadalupe sea un territorio francés, se halla situado a más de 6.000 km de la Francia metropolitana y ha desarrollado su propio ecosistema futbolístico. No está afiliado a la FIFA, pero sí es miembro de la Unión Caribeña de Fútbol y de la Concacaf. Y fue en el escenario continental donde escribió la página más brillante de su historia, con la epopeya eufórica que protagonizó en la Copa Oro de 2007.

Ese año, los Gwada Boys participaban por primera vez en el certamen, gracias a su buena actuación en la Copa de Naciones del Caribe, donde habían terminado en cuarto lugar, con el impulso de un elegante joven de poco más de cuarenta años, Jocelyn Angloma. Más de un decenio después de su última convocatoria con la selección francesa, el lateral derecho atravesó una segunda juventud liderando a un equipo de jóvenes, amateurs y algunos profesionales rumbo a las semifinales de la gran cita continental.

“Para nosotros fue una gran aventura”, recuerda el actual seleccionador de Guadalupe en declaraciones a FIFA.com. “Era nuestra primera participación en el torneo, eso por sí solo ya suponía un gran paso adelante. No pensábamos superar la primera ronda, pero las cosas acabaron saliendo bastante bien. Jugamos contra Canadá, Costa Rica, México... ¡países que disputan el Mundial! Eso nos permitió darnos a conocer en el Caribe. Nadie esperaba que llegáramos hasta allí”.

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Mejor que con la selección francesa

En semifinales, los Gwada Boys lograron nada menos que mantener a raya a México durante 70 minutos (1-0). “Para mí fue algo enorme, incluso más intenso que lo que viví con la selección francesa”, confiesa el exinternacional, cuya última aparición con les Bleus se produjo en semifinales de la Eurocopa 1996, que Francia perdería ante la República Checa.

El antiguo tricolor no lamenta nada de su carrera con la selección francesa. “Acumulé bastantes internacionalidades y llegué al más alto nivel sin pasar por un centro de formación. Lo logré todo llegando con 20 años desde mi Guadalupe natal, así que no puedo estar más que satisfecho de lo que conseguí", afirma.

"A los 32 años decidí dedicarme por completo a mi club, el Inter de Milán, y dejar de jugar con la selección, de la que soy un hincha apasionado, lo era en 1998 y sigo siéndolo ahora. Ver a mis excompañeros, Zidane, Desailly y los demás, ganar el Mundial fue maravilloso. Fue un orgullo que me sustituyera Lilian Thuram, la transición se hizo de forma natural y él llevó los colores de Francia y de Guadalupe muy alto, al alcanzar el récord de internacionalidades”.

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Objetivo, la Copa Oro de 2021

Dos años después de la hazaña de 2007, los guadalupeños volverían a vibrar con su participación en la Copa de Oro de 2009 y la clasificación para los cuartos de final, esta vez sin la leyenda del fútbol local, que se había ido a entrenar al Étoile de Morne-à-l'Eau, el club en el que se inició y con el que ganó la Copa de Guadalupe de fútbol en 2015. Angloma es seleccionador desde finales de 2017 y, aunque tuvo un comienzo difícil, ya se ha consolidado al frente de los Gwada Boys.

“Supervisar a los jugadores implica mucho trabajo, porque no hay muchos que hayan pasado por un centro de formación”, explica. “La base de la selección está compuesta por un grupo de jugadores fijos que compiten en Europa. Hemos mantenido un cierto equilibrio entre amateurs y profesionales. Estamos trabajando mucho con los jóvenes para transmitirles los conocimientos que les permitirán rendir al máximo nivel”, continúa Angloma, quien procura preparar lo mejor posible los clasificatorios de la Copa Oro de 2021 (del 2 al 8 de julio, en Miami) con las restricciones impuestas por la pandemia.

Para repetir la proeza de 2007, tratará de apostar por la misma fórmula. “Mi cuerpo técnico y yo damos mucha importancia a la mentalidad. Somos conscientes de que un plantel puede entrar en barrena enseguida si no se presta atención al estado de ánimo. Hace falta una competencia sana y solidaria, aunque al principio sean las cualidades deportivas las que marquen la diferencia”, concluye.

Este artículo forma parte de la serie “El Juego Global”, que te cuenta cómo se vive el fútbol en los lugares más remotos y alejados de los focos. La próxima semana viajaremos hasta Chernóbil.