Cuando el pasado marzo, Andrei Arshavin fichó por el FC Kairat, fueron muchos quienes pensaron que en Kazajistánpondría fin a su carrera como futbolista, sobre todo teniendo en cuenta que cumplía los 35 años en mayo. Nada más lejos de la realidad: el antiguo astro del Zenit de San Petersburgo, el Arsenal y la selección rusa conserva intacta su magia. Y tiene cuerda para rato.

Varios problemas en su club anterior, el FC Kuban de Krasnodar, le hicieron pasar prácticamente seis meses alejado de las canchas. Pero, incorporándose al Kairat, ha conseguido exactamente lo que necesitaba: tiempo de juego. La liga kazaja se disputa entre la primavera y el otoño, de modo que en poco menos de cinco meses Arshavin ha jugado 25 partidos, 21 en la liga y cuatro en las rondas clasificatorias de la UEFA Europa** League, en los que ha anotado ocho goles.

La estrella rusa simplifica la razón de su marcha a Kazajistánen su entrevista con FIFA.com: “Me hicieron una oferta y la acepté”.

Aunque no es un país de gran peso dentro del fútbol europeo, últimamente, tanto la selección kazaja como sus clubes están demostrando ser oponentes correosos, especialmente en casa. Que se lo pregunten a Polonia, que ha dejado escapar puntos en Astana en su primer partido de la campaña clasificatoria para la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018™.

"Yo les he dicho a mis compañeros kazajos que no les ha tocado el grupo clasificatorio más difícil para el Mundial de 2018 . No hay ningún equipo que sobresalga como claro favorito, y Kazajistánpuede plantar cara a cualquiera en casa. Si los resultados le acompañan en campo propio, puede aspirar a conseguir un resultado digno. Quién sabe, quizás veamos a Kazajistánen Rusia 2018", opina Andrei. "En cuanto al fútbol de clubes, Astana y Kairat tienen, a grandes rasgos, el nivel de la fase de repesca de la Liga de Campeones de la UEFA y la Europa League".

El jugador ruso no tardó en adaptarse a su nuevo entorno y, tras un inicio titubeante, se hizo con las riendas del juego del equipo. Su aportación ha sido decisiva para reducir la distancia que lo separa de su acérrimo rival, el FC Astana, líder de la liga.

Con la aportación de Arshavin, el Kairat ha llegado esta temporada a la segunda ronda de la fase previa de la Europa League. Tras superar fácilmente al KF Teuta Durrës albanés, el conjunto de Almaty cayó en una reñida eliminatoria con el Maccabi de Tel Aviv.

A finales de julio, dejó huella de su impresionante talento con un auténtico golazo que le marco al FC Taraz en la 22ª jornada de la liga kazaja. Arshavin recibió un pase de Anatoliy Tymoshchuk que recorrió la frontal del área, y controló hábilmente el esférico con su pierna mala para deshacerse de su marcador de un único movimiento, en una acción muy elegante. Una vez neutralizado este defensor, el extremo recortó con la derecha para crearse un metro de espacio libre. Y cuando otros rivales estaban a punto de abalanzarse sobre él, bombeó un tiro exquisito que se introdujo en el fondo de las mallas superando por alto a los rivales y al guardameta.

“Me salió de forma natural”, señala. “Primero me escapé de un defensor y luego de otro. Entonces vi a un grupo numeroso de rivales delante de mí, no tenía otra manera de marcar fácilmente”.

Un futuro abierto Tras esta perla, ya han surgido voces que le reclaman para la selección nacional, con la que Arshavin no ha sido convocado en los últimos cuatro años. Luego de la discreta actuación de Rusia en la reciente Eurocopa de Francia 2016, muchos consideran que su talento solucionaría la necesidad de jugadores creativos. Pero Andrei es cauto.

“Todavía no hay nada previsto, el tiempo dirá. Es difícil, hace mucho que no soy internacional. Si recibo la convocatoria, ya lo hablaremos. Para ser sincero, a mi edad, tengo que pensar en cada momento que paso en la cancha, así que es complicado hacer grandes planes para el futuro”, comenta.

La selección rusa, que alcanzó las semifinales de la Eurocopa 2008 con Arshavin como figura, acaba de cambiar de técnico. El encargado de dirigir al cuadro ruso en los dos importantísimos compromisos que le esperan en casa, la Copa FIFA Confederaciones 2017 y el Mundial de 2018, es Stanislav Cherchesov. Andrei ha recibido con agrado la decisión de la Federación Rusa. “En la situación actual, creo que es la elección perfecta”.

Dentro de menos de un año, la ciudad natal de Arshavin, San Petersburgo, se convertirá en el principal destino de la Copa Confederaciones, al albergar el partido inaugural, la final y otros dos encuentros. “Será un grandísimo acontecimiento para la ciudad”, concluye, con optimismo.

Quién sabe, es posible que este futbolista, uno de los mejores que haya dado nunca Rusia, tenga reservada todavía una última gran actuación ante sus compatriotas...