jueves 10 marzo 2016, 02:13

Asia exhibe su calidad en los clasificatorios para Río

La historia dirá que Australia y la RP China viajaron al Torneo Olímpico de Fútbol femenino Río 2016 después de protagonizar una campaña sensacional, aunque todavía está por ver si los clasificatorios de la AFC para la cita brasileña han supuesto un punto de inflexión en el fútbol femenino asiático. Por primera vez desde Atenas 2004, el continente no estará representado en las Olimpiadas por Japón y RDP de Corea. La eliminación del combinado nipón, medallista de plata en Londres 2012, en la penúltima jornada del certamen sin duda fue la noticia más impactante para muchos en todo el globo.

Australia y China, en cambio, empezaron con buen pie y mantuvieron su impulso hasta el miércoles, día en que se bajó el telón del torneo celebrado en Osaka, y que ha servido para poner a prueba la habilidad futbolística de los aspirantes y también su resistencia, con cinco jornadas en un calendario de apenas diez días. Entre las seis selecciones figuraban asimismo la República de Corea y Vietnam, que demostraron, en grado distinto, que la calidad está más repartida que nunca en Asia.

Nuevos rostros en la cima del continente Australia marcó la pauta cosechando un increíble 3-1 sobre Japón en la jornada inaugural, que puso fin a una serie de seis partidos sin ganar de las Matildas contra las Nadeshiko y les permitió desquitarse de la eliminación sufrida en cuartos de final ante este mismo adversario en la Copa Mundial Femenina de la FIFA Canadá 2015™. También supuso un hito para Australia, al ser su primera victoria ante un excampeón del mundo en un gran torneo.

A continuación, las australianas golearon 9-0 a Vietnam, para luego lograr sendos triunfos muy trabajados ante la República de Corea y la RDP de Corea, por 2-0 y 2-1, respectivamente. En la última jornada, un duelo entre los dos equipos clasificados para Río de Janeiro terminó en empate a 1-1, lo que dio el primer puesto a Australia, con dos puntos más que el segundo. El joven plantel australiano sigue madurando cada año que pasa, y las centrocampistas Elise Kellond-Knight, Emily Van Egmond y Katrina Gorry ejercen una influencia notable sobre el equipo, que también destaca por su pegada: la delantera Kyah Simon se proclamó máxima realizadora del torneo, con cuatro dianas.

“Antes de irnos ya dije que quien se clasificase en Asia podía optar a la medalla”, declaró su seleccionador, Alen Stajcic, que ha descrito el torneo como “un mini Mundial”. “Esta semana hemos visto madurar al equipo. Siempre habíamos dispuesto de recursos ofensivos, pero ahora hemos demostrado madurez, compostura, disciplina y entrega, y que nos esforzamos, y creo que tenemos la hechura de un equipo de categoría mundial”.

Y, a todas luces, también ha alcanzado la madurez China, dirigida ahora por el carismático Bruno Bini, exseleccionador de Francia. Al igual que el australiano, el joven plantel chino se halla en una trayectoria claramente ascendente. Y todo indica que sus progresos se han acelerado tras la llegada de Bini, después de Canadá 2015.

China empató a 1-1 en un reñido choque ante un antiguo rival, la RDP de Corea, aunque necesitó un gol de penal en el tiempo añadido, y luego venció por un margen de un tanto a la República de Corea y Japón. Este último resultado, junto con las recientes victorias sobre Estados Unidos e Inglaterra, es la prueba palpable de la influencia positiva de Bini en una nación que antaño figuraba en todos los torneos globales. Siguiendo la pauta de Canadá 2015, China continúa siendo un bloque compacto, pero le falta acierto ante la meta contraria: las Rosas de Acero anotaron solamente siete goles, mientras que Australia, primera de la tabla, materializó 17.

“El fútbol chino es lo que hemos visto en el partido contra Japón”, apuntó Bini. “Nos funciona muy bien el juego táctico, y mi filosofía también incluye la técnica. Tenemos jugadoras fantásticas, que se compenetran muy bien tanto dentro como fuera de la cancha”.

Los pesos pesados, grandes perjudicados de la mejoría global Vietnam —único equipo clasificado de la ronda anterior de la competición— no logró puntuar, pero su rendimiento revela que las distancias entre los cinco grandes de Asia y el resto no dejan de reducirse. Las vietnamitas sucumbieron por un inapelable 9-0 a manos de Australia, pero impidieron que China pasase del 2-0 y, contra todo pronóstico, plantaron cara a la RDP de Corea hasta el último minuto, cuando su adversario hizo el gol de la victoria.

La República de Corea, cuarta, también plasmó sus progresos. Las Damas de Taeguk hicieron gala de la habitual resistencia coreana en todos sus compromisos y estuvieron a punto de doblegar a Japón, aunque un fallo desde el punto penal les impidió alzarse con un resultado histórico. La RDP de Corea fue quinta, superada por sus vecinas en diferencia de goles, aunque mantuvo opciones hasta la penúltima jornada. Ahora el reto de este remozado equipo consiste en recuperarse después de quedar fuera también del Mundial Femenino del pasado año.

Sin embargo, de los cuatro derrotados, la principal incógnita es Japón. Tras actuar en tres finales globales consecutivas, entre ellas la del Mundial de 2015, nadie esperaba que las japonesas dijesen adiós ante su público con un magro balance de dos victorias en cinco partidos. Después de la reciente retirada de la legendaria Homare Sawa, esta competición podría deparar cambios significativos en el plantel de las Nadeshiko. Es indudable que su cantera rebosa talento, como pudo verse en los últimos torneos de categorías inferiores de la FIFA, especialmente con la victoria en la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA 2014.