martes 24 mayo 2016, 08:03

Clase de ruso con el Diablo Rojo Nicolas Lombaerts

"El ruso es un idioma muy difícil", repiten muchísimos extranjeros cuando se mudan a Rusia. Sin embargo, hay otros que consiguen hablarlo casi a la perfección. Nicolas Lombaerts lleva nueve años jugando en el Zenit de San Petersburgo y, durante este tiempo, el central belga se ha adaptado a la vida en Rusia y se ha convertido en un caso raro de persona no nativa que habla el idioma con absoluta fluidez.

"No conozco todas las palabras y cometo muchos errores, pero para comunicarse lo principal es olvidarse de los nervios y no tener miedo a equivocarse", explica Lombaerts a FIFA.com. "Alguien te corregirá la próxima vez que te equivoques y ya no volverás a cometer el mismo error. Mi ruso no es ni mucho menos ideal, pero puedo comunicarme perfectamente con todo el mundo".

En Rusia, los extranjeros también se quedan petrificados nada más ver el alfabeto cirílico, al que no están en absoluto habituados. Para Nicolas, sin embargo, no supone ningún problema. "Estudié griego en la escuela, en Brujas, por lo que estoy acostumbrado a un alfabeto diferente. Aprendí muy pronto el cirílico y pensé que el resto del idioma sería igual de fácil, pero no tenía ni idea de la que se avecinaba”.

"Una lesión me obligó a regresar a Bélgica, donde tuve que quedarme mucho tiempo sin poder practicar el ruso que había aprendido. En total tardé cuatro años en poder decirme a mí mismo: 'Ahora ya puedo vivir aquí, hablo un ruso lo bastante decente como para salir airoso de cualquier situación, y puedo manejarme bien'".

La lesión a la que se refiere Lombaerts lo elevó a la categoría de héroe en San Petersburgo. Arriesgó el cuerpo para dar el pase decisivo del partido de octavos de final de la Copa de la UEFA 2007/08 contra el Villarreal, a costa de su integridad física. El Zenit levantaría el trofeo mientras el belga pasaba nueve meses en la enfermería.

Para aprender un idioma, casi todo el mundo va a un profesor y estudia, pero un futbolista profesional que juega además con su selección nacional (Lombaerts ha disputado 41 partidos con Bélgica y ha marcado tres goles) no puede permitírselo.

"Contraté a un profesor particular, pero soy futbolista y estaba constantemente viajando para ir a los partidos a domicilio o para asistir a las concentraciones de mi selección nacional. Nos costaba mucho concertar una hora para la clase siguiente. Si quieres aprender un idioma, tienes que hincar los codos y hacer los deberes, pero a la vez debes prepararte para los partidos. Mi profesor empezó pronto a enfadarse por lo poco que me aplicaba al estudio", admite Lombaerts.

"En estas que termina la temporada y vuelves a marcharte, o de vacaciones o con la selección. Tuve que prescindir del profesor y empezar a estudiar solo. Aprendí la gramática en libros de ejercicios y las palabras nuevas en diccionarios por Internet. Cuando oía un término que no conocía, lo buscaba en el móvil".

Al igual que a cualquier persona que se encuentre en un país extranjero, las barreras lingüísticas resultan también problemáticas para los futbolistas, como revela el defensa del Zenit. "La verdad es que todavía tengo problemas en la actualidad", comenta. "Especialmente cuando me da el alto la policía de tráfico. Empiezo a ponerme nervioso y me olvido incluso de las palabras más básicas. Además, la policía rusa habla muy mal el inglés. El resultado es una confusión total".

"A menudo, sin embargo, el ruso me ayuda muchísimo. Una vez tuve que pedir un taxi para la hermana de mi mujer, porque ella no sabía hacerlo. Terminé telefoneando al conductor y explicándole dónde estaban sus pasajeros y cómo llegar allí, porque el hombre no conseguía encontrarlos".

"Quien llega a Rusia se queda gratamente sorprendido" En el vestuario del Zenit se hablan muchos idiomas, pero, por principio, Lombaerts conversa con los jugadores rusos en la lengua del país. Todos los extranjeros del club de San Petersburgo, dominen o no dominen el idioma, adoran Rusia, insiste este central de 31 años, que fichó por el Zenit procedente del Gante en 2007 y podría pasar el resto de su carrera en el club.

"Todos los que vienen a Rusia, y especialmente a San Petersburgo, quedan muy gratamente sorprendidos. Los europeos suelen imaginarse que Rusia es un país frío, lleno de gente antipática. Mi mujer y yo hacemos todo lo que podemos para cambiar esta percepción equivocada: hablamos de la ciudad y del país, y explicamos cuáles son los mejores sitios para visitar. ¡Resulta que no sólo soy futbolista e intérprete, sino también guía turístico!".

Los habitantes de San Petersburgo pueden certificar que Nicolas, al que llaman Kolya, se ha “rusificado” completamente. "Mi mujer y yo solemos bromear sobre esto. A veces digo que las cosas me irían mucho mejor como ruso que como belga. Ni que decir tiene, es sólo una broma".

Lombaerts bromea, porque tiene la intención de jugar la Eurocopa 2016 con los Diablos Rojos, y de hecho forma parte de la lista provisional de 24 dada por el seleccionador Marc Wilmots. "Quiero jugar en la Eurocopa y espero que Bélgica y Rusia se crucen en la final. Daré un consejo a los aficionados que vengan a Rusia para la Copa Confederaciones y el Mundial: aprendan un poco del idioma. Los rusos estarán encantados si ustedes conocen aunque sólo sean las palabras más básicas y se mostrarán incluso más hospitalarios".

Si alcanzan altos niveles lingüísticos, hasta el punto de ser capaces de cantar el himno nacional, como Lombaerts en más de una ocasión, los rusos estarán dispuestos a hacer cualquier cosa por ustedes. "No tendrán que pagar absolutamente nada en Rusia", asegura el belga entre risas.

El diccionario de conversación de Nicolas Lombaerts Visitantes procedentes del mundo entero llegarán al país con motivo de la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018™. A continuación anotamos las frases en ruso que Lombaerts recomienda conocer a quienes se hayan planeado visitar el país:

  • En primer lugar estarían las expresiones de cortesía: "zdrastvooyte" o "privyet" (hola) ; "dobryi dyen" (buenos días); "do svidaniya" o "paka" (adiós) .

  • Expresiones futbolísticas como "bolel’schik" (aficionado) y "kak papast’ na stadion?" (¿cómo se va al estadio?), o en el caso de Lombaerts: "kak papast’ v Ermitage?" (¿cómo se va al Hermitage?], puesto que a él y a su familia les encanta visitar el museo más famoso de San Petersburgo.

  • "Dva piva pozhalusta" (dos cervezas, por favor). Si dice esto un par de veces, seguro que la siguiente frase que necesitará será: "gdye zdyes' tualyet?" (¿dónde están los lavabos?).

  • Nombres de objetos de recuerdo: "matryoshka" (muñecas rusas), "ikra" (caviar), "vodka" y "samovar" (tetera tradicional rusa).

  • Cánticos futbolísticos como "Russkiye vpiryod!" (¡adelante, rusos!), que es el primero que a Lombaerts le viene en mente . También están "Gol! Nada gol!" (necesitamos un gol) y "Myi silneye vsekh!" (somos los mejores).