Marcel Loosveld, entrenador neerlandés de 56 años, dirige la selección alemana de futsal. Al fijarnos en su chándal, sin embargo, echamos algo en falta: sobre el escudo de la Federación Alemana de Fútbol faltan las cuatro estrellas, tan familiares ya para cualquier aficionado.

Y es que una de las naciones más laureadas en el fútbol internacional apenas empieza a dar sus primeros pasos en el futsal, la única variante del fútbol a cubierto reconocida por la FIFA. Es natural, por tanto, que los jugadores alemanes de futsal hayan renunciado a las cuatro estrellas en su escudo. Al fin y al cabo, no quieren atribuirse los méritos de otros.

Con todo, la todavía joven selección alemana de futsal disputa, a partir del lunes, su primer clasificatorio mundialista.

Selección alemana de futsal

"Juntos podemos conseguir cosas muy importantes en el futsal", afirma Loosveld, subcampeón del mundo en 1989 como jugador de Países Bajos. "Cuando mantuvimos la primera conversación en Frankfurt y vi los trofeos de campeones del mundo, me quedé impresionado".

Loosveld, que estuvo vinculado 13 años a la Federación Neerlandesa en calidad de entrenador de futsal —llegó a dirigir a la selección nacional—, tomó las riendas del combinado alemán en 2017, con el que decidió embarcarse en esta aventura.

Cabe recordar que, en Alemania, ha dominado hasta ahora otra modalidad de fútbol a cubierto: entre Flensburgo y Garmisch-Partenkirchen se juega en pistas rodeadas de paneles y con porterías grandes, lo que genera infinidad de jugadas de uno contra uno en las bandas. El azar también interviene, porque el rebote del balón en estos paneles —incluso después de un pase defectuoso— propicia que el esférico siempre esté en juego.

"No me entusiasma demasiado [ndlr: esta modalidad de fútbol a cubierto]", reconoce Loosveld. "A quien le guste, que lo practique, pero el futsal es muy distinto. La táctica no tiene nada que ver".

Por eso, el trabajo del preparador neerlandés se centra principalmente en este aspecto: "No tengo nada en contra de esa disciplina, pero necesitamos especialistas en futsal. Y esto requiere una gran cantidad de energía, porque hay muchos jugadores que empezaron a practicar el futsal como si fuera fútbol".

Porque el futsal es una disciplina en la que la técnica es primordial: el balón es más pequeño y bota menos, no hay paneles delimitando la cancha, las porterías son como las de balonmano y el ritmo es trepidante.

La fascinación por el futsal

Todo apunta a que los tiempos están cambiando en Alemania, aunque el futsal siga siendo un deporte que despierta el escepticismo de los más veteranos. Sin embargo, la Federación Alemana de Fútbol (DFB) lleva varios años organizando por todo el país torneos de fútbol a cubierto que se disputan según las reglas del futsal. De este modo, está creciendo una generación para la que el fútbol a cubierto y el futsal son sinónimos, y la federación confía en sacar provecho de ello.

"Hay mucho talento. Para nosotros es importante reconocer ese talento y formarlo para beneficio del futsal", apunta Loosveld.

"Eso sería un paso importante", añade su capitán, Heinze, que jugó en el segundo equipo del FC Bayern de Múnich con Thomas Mueller y Mats Hummels. "Confío incluso en que, a largo plazo, haya jugadores que crezcan con el futsal y que jueguen exclusivamente al futsal, como ya ocurre en Brasil o España".

No obstante, todavía queda un largo camino que recorrer para llegar hasta ese punto. Porque Alemania, una de las potencias mundiales del fútbol, es una selección menor en el parqué. "Al principio, yo también me preguntaba qué efecto tendría eso en los demás, pero no lo hemos hablado", asegura Heinze.

En cualquier caso, Loosveld no cree que los triunfos de los futbolistas alemanes supongan una presión añadida para los jugadores de futsal. Más bien todo lo contrario: esta disciplina podría beneficiarse de la pericia de la DFB: "La organización alemana es de clase mundial. Tengo compañeros que me mandan mensajes para decirme lo bueno que es eso para el futsal. Así ganaremos también muchos seguidores nuevos".

Eso sí, el camino hasta la fase final de una Copa Mundial es complicado. En primer lugar, Alemania debería superar esta primera ronda eliminatoria. A continuación, disputaría la ronda principal (octubre de 2019) y, posteriormente, la ronda élite (a principios de 2020). Ese es el trayecto marcado para los seis representantes europeos que, junto a la anfitriona Lituania, lucharán por el título a finales de 2020.

Fase preliminar del clasificatorio mundialista:

Participar en un Mundial de futsal queda todavía muy lejos, como reconocen el seleccionador y el capitán de la selección alemana. "Superar la primera fase sería ya un gran logro, pero afrontamos el reto con ilusión", señala Loosveld. "Estoy muy contento por lo que hemos avanzado hasta la fecha en cuanto a la comprensión del juego, teniendo en cuenta el tiempo tan limitado de los cursillos".

Y Alemania no sería Alemania si su seleccionador no se fijara objetivos ambiciosos: "Para la Eurocopa de 2022 deberíamos tener una estructura lo suficientemente sólida como para poder clasificarnos. Es un objetivo difícil, pero a la vez muy bonito. Podemos marcarnos grandes objetivos, porque creo que son realistas. Si los alcanzamos, habremos hecho un buen trabajo".