En Rovaniemi, no es solo, como dice la canción, el periodo más bello del año. Es también el más ajetreado, y con diferencia. Miles de turistas se dan cita en la blanca y acogedora capital de Laponia cada diciembre para disfrutar de la aurora boreal y visitar a Papá Noel.

Aunque al residente más famoso de la región no le falta trabajo en estas fechas, las Navidades de 2020, marcadas por la preocupación y las restricciones impuestas por la pandemia mundial, se antojan muy diferentes en la tierra de Santa Claus.

Como explica Juha Etelainen, residente de Laponia: “El virus no se ha ensañado con nosotros como con otros países, especialmente aquí, en el norte de Finlandia, pero la falta de turistas lo ha cambiado todo. El ambiente está muy tranquilo y silencioso, y no tiene nada que ver con el de los demás años, sobre todo en esta época”.

“Mucha gente que depende del turismo lo está pasando muy mal en esta zona. Pero yo tengo esperanza y sé que, con lo mucho que podemos ofrecer, todo volverá a ser como antes cuando el mundo vuelva a la normalidad”.

Sin embargo, la situación también tiene su lado positivo, como reconoce Etelainen: “En cierto modo, después de tantos años en los que la zona ha tenido que crecer sin parar debido al turismo, todos los ciudadanos nos hemos visto obligados a tomarnos las cosas con más calma y a bajar el ritmo frenético que llevábamos”.

Menos compromisos y un ritmo de vida más relajado han brindado a los amantes del fútbol de la región más tiempo para dedicarse al deporte que adoran. No importa que en Laponia nieve 200 días al año o que las temperaturas se desplomen por debajo de -30°C.

“En casi toda Finlandia contamos con pabellones cubiertos en los que podemos seguir jugando todo el invierno”, ha explicado Etelainen a FIFA.com. “Además, siempre hemos jugado en campos helados; sencillamente nos ponemos clavos en las suelas de las botas, como los que llevan los neumáticos de invierno”.

“También jugamos al ‘fútbol en la nieve’ donde la nieve está más espesa. Créanme, es divertidísimo. La tradición empezó como una manera de encontrarnos y disfrutar juntos, pero se ha convertido en una especie de entretenimiento para los turistas. Ni que decir tiene, es una locura, se parece más al rugby que al fútbol, pero nos lo pasamos genial”.

Esta voluntad de no tomarse muy en serio el fútbol ni a sí mismos queda patente en el nombre del club de la ciudad, el FC Santa Claus. La entidad se fundó en 1992, tras la fusión de dos equipos amateur de Rovaniemi y, desde entonces, el equipo se distingue por sus colores rojo y blanco, y por el escudo de Papá Noel en el pecho.

“Es cierto que tanto Santa Claus puede llegar a cansar a la gente que vive aquí, pese a la importancia que tiene en la región”, comenta Etelainen, quien ha ocupado varios cargos en la entidad, incluido el de presidente. “No hay que olvidar que la imagen que tenemos de Papá Noel la mayoría de los finlandeses no se parece a la figura de los anuncios de Coca-Cola. Tradicionalmente, nuestro Santa Claus es un personaje llamado Joulupukki (traducido algo así como ‘cabra de Navidad’)”.

“Sin embargo, con un emblema como Santa Claus contribuimos a llevar alegría a todas las personas del mundo, y esto es muy positivo. Todo el mundo quiere a Papá Noel”.

Desde que adoptaron un nombre tan famoso, Etelainen y sus colegas del FC Santa Claus han descubierto la auténtica universalidad del atractivo de Papá Noel. “Sobre todo en los últimos diez años, hemos captado una enorme atención mediática, y algunas grandes empresas de Asia y Estados Unidos vienen aquí a vernos”, asegura.

“Gracias a esto, hemos vivido experiencias maravillosas. Por ejemplo, el equipo ha viajado en dos ocasiones a China por cortesía de una empresa de marketing con la que trabajábamos. La segunda vez incluso jugamos un partido con [Alessandro] Del Piero y Michael Owen. Nada de esto habría ocurrido si no nos llamáramos FC Santa Claus”.

Este interés del extranjero y algunos contratos de patrocinio realmente lucrativos llevaron en una ocasión al equipo a aspirar a una plaza en la máxima división de la liga finlandesa. No obstante, el FC Santa Claus nunca ascendió por encima de la tercera división y recientemente abandonó la estructura nacional de liga para disputar competiciones locales de ocho contra ocho.

“Comprendimos que hacernos grandes, que convertirnos en un equipo de éxito no era lo más importante para nosotros”, puntualiza Etelainen. “Somos un club que se divierte, destinado a que los jóvenes de la zona tengan un lugar en el que jugar al fútbol y pasárselo bien. En la actualidad estamos volcados en nuestra juventud”.

Sin embargo, el equipo masculino absoluto se reactivará el mes que viene bajo la dirección de un entrenador alemán, Ralf Wunderlich. Si bien no parece probable que veamos al FC Santa Claus luchando por escalar por las distintas divisiones de la liga finlandesa, el lema del club, “Nunca dejes de creer”, seguirá demostrando su vigencia y su valía en más de un aspecto.

*Images courtesy of FC Santa Claus & Anssi Jokiranta.