El delantero chino Gao Lin confía en que su selección podrá dejar atrás su pésimo historial particular contra la República de Corea cuando ambos países se enfrenten este jueves, en la jornada inicial de la 3ª ronda de la fase de clasificación asiática para Rusia 2018.
Los surcoreanos siempre han sido un hueso duro de roer para la RP China, que ha perdido 19 y ganado sólo 2 de los 34 últimos enfrentamientos entre ambas formaciones. Pero aunque la historia indique que los visitantes partirán claramente como no favoritos en este nuevo duelo en Seúl, Gao insiste en que China está bien preparada para plantar cara a su potente rival.
“Tenemos un buen equipo esta vez”, asegura a FIFA.com el delantero de 30 años del Guangzhou Evergrande. “La química en el seno de la plantilla es buena, y nuestros jugadores están en buena forma. El seleccionador Gao conoce bastante bien a los jugadores, y el equipo está mejorando a sus órdenes. La fase de clasificación mundialista es una magnífica ocasión para demostrar nuestra valía. Deberíamos aprovechar esta oportunidad e intentar estar a la altura de las expectativas”.
Gao vio puerta en aquel amistoso de 2010 en el que la RP China puso fin a 32 años sin ganar a los Guerreros Taeguk con un triunfo por 3-0, durante la anterior etapa de Gao Hongbo como seleccionador chino. Seis años han pasado desde entonces y, en vez de recrearse en aquel logro, el ariete está decidido a dar una nueva campanada.
“Tiene poco sentido comparar a las dos selecciones actuales con las de hace seis años”, sostiene Gao. “Si te fijas en las alineaciones, ambas formaciones han cambiado muchísimo. Es inútil que pensemos en los rivales. Sólo ganaremos cuando nosotros estemos fuertes”.
Prolífico y creativo Con 18 goles en 87 internacionalidades, Gao es el segundo máximo goleador de la actual plantilla, a un solo tanto del mítico Zheng Zhi. Además, encara el encuentro en muy buena forma, tras haber demostrado su valía con el Guangzhou tanto marcando goles como fabricándolos (con 9 dianas y 8 asistencias en lo que va de temporada).
Gao atribuye esa alta cifra de pases decisivos a una mayor madurez y a una mejor comprensión del juego: “Cuando era joven, tenía mal genio y sólo quería meter goles”, explica. “Ahora he cambiado, y lo único que quiero es ganar partidos. Se es un buen delantero no sólo por marcar goles, sino por ganar los encuentros. Cuando tenga un 80% de probabilidades de marcar, no dudaré en pasar a un compañero si él tiene un 90% de probabilidades de marcar. Ganar es más importante que meter goles”.
En 2010, Gao se erigió en el máximo artillero de la segunda división china con 20 tantos, ayudando al Guangzhou a subir a la máxima categoría. La temporada siguiente, contribuyó con otros 11 goles a que el recién ascendido se convirtiese en el sorprendente campeón de la Super League china. Desde entonces, el delantero ha seguido siendo una pieza esencial del sensacional conjunto cantonés, que también conquistó las 4 ligas siguientes, así como 2 Ligas de Campeones de la AFC. Un éxito que impresiona aún más teniendo en cuenta que ha sido un periodo bastante inestable en el banquillo del club, por donde han ido pasando técnicos reputados como Lee Jangsoo, Marcello Lippi, Fabio Cannavaro y el actual entrenador, Luiz Felipe Scolari.
“Debo dar las gracias a todos esos entrenadores por su confianza en mí”, resalta Gao. “Se trata de técnicos de renombre y experimentados. Son muy observadores y perspicaces, y saben ver rápidamente de lo que eres capaz. Por eso siempre me han hecho jugar en la posición que me iba bien. Además, te observan detenidamente y te dicen en qué parcelas deberías mejorar”.
Siguiendo a Confucio En cuanto a la selección china, el equipo se sobrepuso a un comienzo decepcionante para sellar su pase a la tercera ronda clasificatoria; siendo la primera vez que alcanza la liguilla decisiva desde su histórica clasificación para la Copa Mundial de la FIFA™ de 2002. Un par de empates contra Hong Kong y una derrota ante Qatar pusieron en serio peligro sus esperanzas, pero a las órdenes del nuevo seleccionador Gao Hongbo, el equipo reaccionó para ganar sus encuentros restantes, incluido un decisivo 2-0 a Qatar que certificó el pasaporte.
“No tuvo nada que ver con la suerte”, puntualiza Gao Lin. “Todo se debió a los esfuerzos colectivos del equipo. Desafiamos todas las probabilidades y pronósticos para conseguirlo. En el fútbol sólo importa el resultado final”.
En su día, el antiguo filósofo chino Confucio dijo que un hombre “debería poner firmemente sus pies en el suelo a los treinta”. Y Gao, que cumplió 30 años el pasado febrero, asume encantado esa sabia sentencia acatando su posición como uno de los líderes de la actual selección.
“No soy joven”, reconoce. “Cada vez soporto más presión según voy haciéndome mayor, y quiero demostrar lo que valgo. Me prepararé para cualquier papel que el seleccionador quiera que desempeñe, tanto dentro como fuera del campo”.