“Ciao Pablito, un símbolo de alegría, de redención, de generosidad, de simpatía, de éxito y, en lo personal, un motivo de orgullo para todos los italianos. Un héroe humano y una leyenda mundial”.

Lee a continuación las declaraciones completas del Presidente de la FIFA Gianni Infantino...

“Cuando era niño y jugaba al fútbol en la calle, Paolo Rossi representaba a Italia como Pelé y Maradona representaban a Brasil y a Argentina”.

Lee el comentario completo de Clarence Seedorf y los homenajes de otros iconos futbolísticos en el enlace de abajo…

“Si tengo una imagen impresa en mi mente es la de cuando el árbitro silbó el pitido final y el estadio se llenó de banderas de Italia. No es tanto los goles, las jugadas bonitas, que las hay… Pero cuando levanté la cabeza y vi el estadio completamente cubierto de banderas… No soy nacionalista, pero nunca como en ese momento sentí que pertenecía a algo. A un grupo, a una nación… Ver el estadio cubierto así de banderas fue un momento extraordinario, una imagen que tendré siempre en mi mente”.

Lee la entrevista completa a Rossi para la FIFA en el enlace de abajo…

Paolo Rossi no había marcado para Italia en tres años y casi 15 horas de acción. Enzo Bearzot estaba sometido a una presión atronadora para dejarlo fuera del equipo de cara al trascendental choque contra la grandísima favorita, Brasil.

Pero el seleccionador italiano se negó. “Era el mejor delantero del mundo, y sabía que era el hombre que podía ganar para nosotros el Mundial”, declaró posteriormente Il Vecchio (‘El Viejo’).

Así pues, Bearzot ideó un ingenioso plan para relajar a Rossi. Se pasó el día antes del encuentro buscando información adicional sobre pintores cubistas y surrealistas (Pablo Picasso, Salvador Dalí…). Esa noche, fue hasta la habitación de Rossi, llamó a la puerta, y ambos estuvieron 40 minutos hablando de arte.

Al día siguiente, Rossi pintó Barcelona de azul contra el que muchos consideran el combinado más artístico en la historia del fútbol.

“Puede parecer una tontería, pero siempre recuerdo lo importante que fue esa conversación para todo lo que ocurrió”, afirmó Rossi años después. “En ese momento no sabía que él estaba fingiendo . Pero eso me relajó. Dormí bien, y me desperté sintiéndome bien”.