Honduras acaricia una medalla (0-1)

Otra vez aprovechándose de la explosividad de sus delanteros, Honduras venció a República de Corea por 1-0 y, en un resultado histórico, avanzó a las semifinales del Torneo Olímpico de Fútbol Masculino Río 2016. El partido se jugó el sábado 13 de agosto en el estadio Mineirao, de Belo Horizonte.

El equipo de Jorge Luis Pinto encontró el gol cuando peor lo pasaba en el segundo tiempo, con Luis López como figura excluyente con sus atajadas milagrosas. Pero por fin le quedó esa pelota recuperada en campo propio para que corrieran los monstruos de arriba y mató de frustración a los coreanos.

Romell Quioto se quedó con la pelota en sus 30 metros y empezó una carrera bestial que fue acumulando defensores desesperados. Al acercarse al área, vio el hueco exacto para la entrada de Alberth Elis por el centro. La figura del partido contra Argentina no perdonó y el estadio, todo a favor catracho, estalló en un alarido (0-1, 60').

Hasta ahí, República de Corea había tenido de lejos las mejores opciones de gol. Pero López estaba en su noche. Esa mano izquierda ya debe estar en algún salón de la fama hondureño porque paró lo imposible, principalmente a Son Heungmin. El 7 rojo va a tener pesadillas con él mucho tiempo.

López, el muro Como era de preverse, los catrachos intentaron darle espacio a Elis, Quioto y Antony Lozano y buscó achicar metros con sus defensas y volantes entre su área y la mitad de la cancha. Durante buena parte del primer tiempo salió bien sólo la mitad del plan, la de defenderse. Los de arriba no estaban finos y los coreanos, advertidos tras la colosal demostración ante Argentina, no se dejaron sorprender.

Pero sobre el final de la etapa inicial y, principalmente, en los primeros 15 del segundo, los asiáticos jugaron a gran nivel: toques, circulación a gran velocidad, desborde por las bandas y hasta algunos lujos. Todo chocó contra López. Supo sufrir Honduras y después del gol, mentalmente fue muy difícil de sostener el partido para los asiáticos. Habían errado mucho y sólo tuvieron una buena oportunidad más. Por supuesto murió en las manos del 1 catracho.

Honduras terminó abrazada en la mitad de la cancha, exultante de alegría, y continúa su marcha: se medirá el miércoles 17 de agosto a Brasil nada menos que en el estadio Maracaná de Río de Janeiro.