lunes 30 marzo 2020, 06:55

La AUF cumple 120 años

  • La Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) se fundó el 30 de marzo de 1900

  • La selección masculina es bicampeona de la Copa Mundial de la FIFA

  • Numerosas estrellas mundiales han representado a la Celeste

Nacimiento

El 30 de marzo de 1900, los equipos Albion Football Club, Central Uruguay Railway Cricket Club, Deutscher Fussball Klub y Uruguay Athletic Club fundaron la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) a propuesta de Enrique Cándido Lichtemberger, dirigente de Albion.

Su primer presidente fue Pedro Charter, de CURCC, y su primera sede se ubicó cerca del puerto de Montevideo: en la calle Solís, 15. Allí se encontraban las oficinas de la compañía de seguros El Siglo, cuyo accionista mayoritario era precisamente Lichtemberger. La asociación cambió varias veces de sede en los años posteriores, aunque nunca ha salido de la Ciudad Vieja.

La AUF es miembro de la CONMEBOL —fundada conjuntamente con las federaciones de Argentina, Brasil y Chile— desde 1916, y miembro de la FIFA desde 1923. Ignacio Alonso Labat es su presidente desde 2019.

El fútbol en Uruguay: una historia repleta de éxitos

El fútbol es el deporte más popular y practicado de Uruguay, tanto a nivel amateur —en canchas de tierra, en colegios y en clubes de barrio— como profesional. Además, el país ha conquistado sus mayores éxitos deportivos en esta disciplina.

Para empezar, se colgó la medalla de oro en las ediciones del Torneo Olímpico de Fútbol de 1924 en París y de 1928 en Ámsterdam, considerados en aquel entonces como campeonatos del mundo.

Con motivo de estos triunfos, Uruguay fue designado como país anfitrión de la primera Copa Mundial de la FIFA™, disputada en 1930. Los locales se adjudicaron el título gracias a su victoria por 4-2 sobre sus vecinos argentinos.

20 años después, la Celeste protagonizó una de las mayores gestas de la historia del fútbol con su famoso Maracanazo. En la Copa Mundial de 1950, Brasil, anfitriona del torneo, encadenó una buena racha de victorias y parecía ir directa hacia su primera corona mundialista. A la Seleção le bastaba un empate en la última jornada de la segunda fase de grupos para conquistar el trofeo Jules Rimet.

Pero los uruguayos tenían otros planes. En el Maracaná, unas 200.000 personas —o quizá más— fueron testigo del denominado Maracanazo: Uruguay remontó la desventaja inicial y, gracias a un tanto de Alcides Ghiggia, se puso 2-1 en el marcador. La Celeste sumó su segundo título mundialista gracias a este gol.

Solo tres personas silenciaron al Maracaná con un sólo gesto: Frank Sinatra, el Papa Juan Pablo II y yo

Alcides Ghiggia, auto del 2-1 en el legendario Maracanazo

A nivel continental, Uruguay lidera la clasificación histórica de la Copa América merced a sus 15 entorchados. Los clubes más importantes del país, Peñarol y Nacional de Montevideo, suman entre los dos ocho títulos de la Copa Libertadores y seis Copas Intercontinentales, el trofeo precursor de la actual Copa Mundial de Clubes de la FIFA.

El fútbol femenino cuenta con una estructura organizada desde 1996. Actualmente, la Asociación Uruguaya de Fútbol tiene una primera división compuesta por siete clubes, una segunda división compuesta por ocho clubes, un campeonato sub-19 con diez clubes y un campeonato sub-16 con otros diez clubes. Alrededor de 2.000 jugadoras participan en estas competiciones.

El mejor resultado cosechado hasta la fecha por sus selecciones femeninas es la segunda plaza obtenida en el Campeonato Sudamericano Sub-17 de 2012, posición que le valió para participar en la Copa Mundial de la categoría celebrada en Azerbaiyán ese mismo año. Uruguay, sin embargo, no logró pasar de la fase de grupos.

La Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA 2018 fue el primer torneo que se disputó en Uruguay desde la primera edición de la Copa Mundial de la FIFA de 1930.

Jugadores y entrenadores históricos

Juan Alberto Schiaffino, Alcides Ghiggia, Obdulio Varela, Ladislao Mazurkiewicz, Diego Forlán, Diego Godín, Edinson Cavani, Luis Suárez...

El fútbol uruguayo ha alumbrado futbolistas de talla mundial generación tras generación.

En cualquier caso, hay una figura muy destacada en los banquillos que se ha ganado un capítulo aparte en la historia del fútbol uruguayo: Óscar Tabárez.

En su primera etapa, el técnico —que ya ha cumplido 73 años— firmó un contrato por dos años como seleccionador uruguayo, y participó en la Copa América de 1989 y en la Copa Mundial de la FIFA 1990™.

A continuación, el Maestro, apodo que se ganó al compaginar su etapa en activo como defensor con la profesión de maestro de primaria, regresó al fútbol de clubes y tomó las riendas de Boca Juniors. Con el club argentino conquistó dos títulos nacionales: Liga y Copa.

Posteriormente dio el salto a Europa, donde dirigió a Cagliari Calcio y AC Milan en Italia, y al Real Oviedo en España. Después volvió a Argentina, y allí se puso al frente de Vélez Sarsfield primero y, más adelante, retomó el mando en Boca.

En 2006, Tabárez fue nombrado nuevamente seleccionador de la Celeste. Participó en cuatro ediciones de la Copa América, y ganó la de 2011.

Además, disputó tres Copas Mundiales con Uruguay (2010, 2014 y 2018).

En Sudáfrica 2010, el entrañable Maestro del fútbol uruguayo guió a los suyos hasta la cuarta posición.

Por si fuera poco, también participó en la Copa FIFA Confederaciones 2013 y en el Torneo Olímpico de Fútbol Masculino Londres 2012.

Galería de futbolistas

️ El estadio nacional

El Estadio Centenario de Montevideo simboliza en cierto modo la transición del pasado al presente del mundo del fútbol. Y es mucho más que un monumento de la pasión sudamericana por el deporte rey.

Este coloso de hormigón, que llegó a tener una capacidad de 100.000 espectadores, fue también la sede principal de la primera Copa Mundial de la FIFA, y lanzó al mundo el mensaje de que el fútbol es el único deporte verdaderamente global.

El nombre del Estadio Centenario tiene también su razón de ser, porque se construyó no solo con motivo de la Copa Mundial de la FIFA, sino para conmemorar los cien años de la independencia de Uruguay. Por tanto, además de ser un hito en la arquitectura del fútbol, es también un símbolo de la identidad nacional.

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