sábado 10 noviembre 2018, 09:34

La coraza psicológica de Mukarama Abdulai

  • Es una de las estrellas en ciernes del fútbol africano

  • Tuvo que convencer a su madre para que le dejase vivir su pasión

  • Ghana se mide con Uruguay en su estreno

Mukarama Abdulai se muestra retraída al empezar esta entrevista con FIFA.com, y acepta de mala gana algo a lo que ya se está acostumbrando, después de mostrar un excepcional desempeño con la selección sub-17 ghanesa. Es el precio de la gloria, porque la calidad rara vez pasa desapercibida.

La atacante fue una de las principales artífices de la clasificación de las Black Maidens, al anotar 12 goles en la competición preliminar de la zona africana para la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA Uruguay 2018.

Su equipo no lo pensó dos veces antes de designarla capitana. Abdulai prefiere hablar dentro de la cancha, pero también desprende una contagiosa fuerza interior que Ghana está dispuesta a aprovechar ahora en la trayectoria que comienza en tierras sudamericanas este martes 13 de noviembre, ante el país anfitrión.

“El seleccionador ya lleva mucho tiempo preparándonos para este primer partido y para el ambiente que nos espera”, explica. “Vamos a tener que estar concentradas al máximo para evitar que nos afecte el público local, que estará volcado con su equipo”, añade la delantera, que ha ido construyendo su propia confianza imponiéndose al destino.

Tuvo que ganarse a su madre

“En nuestra cultura no se contemplaba que una chica pudiese jugar al fútbol con los chicos, pero mi primer obstáculo lo tuve en casa: mi madre no creía en mi capacidad de triunfar con el balón. En un primer momento quiso convencerme para que no me dedicase al fútbol”, confiesa esta genial delantera.

A pesar de todo, pudo contar con el apoyo de otro miembro de su familia. “Mi hermano siempre creyó en mí, hasta el punto de ayudarme a encontrar un entrenador y una buena estructura en la que progresar”.

Y no cabe duda de que ahí fue donde comenzó a forjarse una determinación inquebrantable. “Ahora mi madre es la primera en apoyarme, y me anima a esforzarme y a superarme en los entrenamientos”, se congratula la jugadora, quien se ha fijado en su vida el objetivo de convertirse en profesional.

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Actualmente es la principal referencia dentro del terreno de juego de su seleccionador, Evans Adotey, y aspira a transmitir a sus compañeras ese afán que tiene por mover montañas.

“No sé lo que me espera, pero creo en mi capacidad de superar los retos que se me presenten. Tengo la responsabilidad de ser la más fuerte en el plano psicológico de entre mis compañeras, es algo que se adapta muy bien a mis aptitudes”. Abdulai tratará de compartir esa confianza con el resto del plantel antes de pisar el césped del Estadio Charrúa de Montevideo.

Es la gran esperanza del fútbol femenino africano, y sabe perfectamente lo que hay en juego. “Tengo fe en mí y en mis compañeras, y espero servirles de inspiración para que se superen. El Mundial puede cambiar nuestras vidas, al abrirnos las puertas de una carrera. Tendremos que responder ante los retos y perseverar hasta el final”.

Y el desafío que le aguarda no podría ser más apropiado, puesto que tiene tanta fortaleza psicológica como calidad con el balón en los pies. “Si conseguí hacer cambiar de opinión a mi madre, cualquier cosa es posible”.