Meter el primer gol de tu país en la historia de la Copa Mundial de la FIFA™ es un honor especial, pero Nikita Simonyan, que marcó contra Inglaterra en el primer partido de la Unión Soviética en Suecia 1958, no lo reivindica como un éxito personal.

“Mi cometido en ese gol fue el mismo que el del resto del equipo”, afirma con modestia en una entrevista reciente para FIFA TV. “Simplemente me tocó estar al final de la jugada. Mis compañeros crearon la oportunidad para mí, así que el éxito fue de todo el equipo, y no sólo del jugador que tocó el balón el último”.

Al legendario delantero, que ha celebrado su 90º cumpleaños este 12 de octubre, siempre le ha distinguido un sentimiento de gratitud y humildad. El día resultó doblemente significativo para Simonyan, ya que, además, fue nombrado embajador de la Copa Mundial de la FIFA 2018. Sería difícil encontrar una persona más apropiada para ese puesto…

Un embajador mundialista es necesario no sólo para difundir el mensaje del país anfitrión de la edición de 2018, revelando aspectos del mismo a los invitados extranjeros y a sus compatriotas, sino también para representar al fútbol ruso en general.

En cierto sentido, Simonyan encarna al fútbol ruso. El ex delantero, nacido en Alagir el 12 de octubre de 1926 en el seno de una familia armenia, fue partícipe de uno de los periodos más exitosos en la historia del fútbol soviético. Nikita se colgó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Melbourne 1956, antes de capitanear a la URSS en su estreno mundialista, en 1958.

Al echar la vista atrás, recuerda ese Mundial de 1958 con tremenda nostalgia: “Es una experiencia inolvidable, que permanece contigo para el resto de tu vida. El Mundial es la cúspide de la carrera de un futbolista; todo jugador sueña con competir en uno”.

Gratos recuerdos De esa cita sueca, Simonyan guarda recuerdos especialmente gratos del partido de la fase de grupos contra Brasil, que ha pasado a la historia por ser la primera incursión de Pelé en la cita mundialista. “Aunque era muy joven, aun así sobresalía”, señala el ex internacional soviético sobre el prometedor talento, que sólo tenía 17 años en aquel certamen. “Jugó especialmente bien en ese partido. Brasil acudió al campeonato con un nuevo sistema 4-2-4, que pilló por sorpresa a todos. ¡Y qué extraordinario era Garrincha también!

“Estuve hablando después en el vestuario con Sergey Salnikov , y me dijo que, aunque habíamos perdido, había disfrutado de todas formas. ¡Hasta ese punto disfrutó viendo jugar a Brasil!”, añade.

Simonyan marcó más goles que nadie en la liga soviética (133), y sus 160 tantos con el Spartak de Moscú siguen siendo un récord del club. Tras reconvertirse a entrenador, condujo al Equipo del Pueblo a ganar dos ligas soviéticas. Luego tomó las riendas del FC Ararat Yerevan, y ganó otra liga con el conjunto armenio en 1973. Muchos siguen considerando a este último título como uno de los logros más grandiosos en la historia del fútbol armenio.

Incluso después de concluir su etapa como entrenador, Simonyan siguió trabajando en el fútbol, y actualmente ocupa el puesto de vicepresidente primero de la Unión Rusa de Fútbol (RFU). Ahora, el último embajador de Rusia 2018 espera que los espectadores de todo el mundo conserven unos recuerdos igual de agradables tras celebrarse el Mundial en su patria.

“Ha sido una sensación magnífica ser nombrado embajador del Mundial de Rusia”, afirma Simonyan a FIFA.com. “No dudo ni por un segundo de que nuestra organización del campeonato será de la máxima calidad. Estoy hablando de infraestructuras, hoteles, aeropuertos, carreteras, etc. Espero una buena actuación por parte de nuestra selección: quiero verla jugar con pasión y con el corazón ante los aficionados locales. Por supuesto, personalmente sueño con estar en las gradas yo mismo, para disfrutar viendo en acción a los mejores jugadores del mundo”.