sábado 17 septiembre 2016, 17:02

Leroux y su particular camino a la gloria

Decir que la trayectoria de Sydney Leroux es única sería quedarse muy corto. Esta jugadora de 26 años ha vivido todo tipo de experiencias en el fútbol femenino: en la cancha, Leroux ha sido una goleadora letal desde una edad muy temprana, pero su decisión de jugar con Estados Unidos en lugar de con Canadá, su país natal, cuando aún era una adolescente, la situó también en el centro de todas las miradas.

Nacida en Surrey, en la Columbia Británica, Leroux se convirtió con 14 años en la futbolista más joven en disputar la Copa Mundial Femenina Sub-19 de la FIFA Tailandia 2004. Y lo hizo con Canadá. Aquel año, en la selección dirigida por Ian Bridge se encontraban tres jugadoras que se colgaron recientemente el bronce en el Torneo Olímpico de Fútbol Femenino Río 2016: la arquera Stephanie Labbé, la centrocampista Sophie Schmidt y la delantera Josée Bélanger.

Tras dar la alternativa a Leroux en la palestra internacional, lo que más llamó la atención a Bridge fue el hambre de gol de la artillera. “Veías que era una jugadora a la que le encantaba marcar goles. Su deseo era meter goles, correr entre las rivales y meter goles”, comenta el exinternacional canadiense a FIFA.com.

“Disfrutaba haciendo todo aquello con lo que defensas y porteras tienen pesadillas. Si el balón caía en una buena posición para marcar, ella hacía todo lo posible por conseguirlo. Tenía fuerza y velocidad, pero su actitud de cara al gol era impresionante”.

El cambio Poco después de su aparición con el combinado canadiense sub-19, Leroux decidió que quería representar a Estados Unidos, país para el que podía jugar gracias a su padre. "Yo quería vivir en Estados Unidos y sabía que quería ir allí a la universidad", dijo a USA Today en 2012. "Pensé que, si vivía allí, por qué no iba a poder jugar en una selección femenina tan magnífica y legendaria como la estadounidense".

Si bien la decisión de Leroux de jugar con las Barras y Estrellas dejó un mal sabor de boca a muchos hinchas canadienses, Bridge no vio ningún problema en que la delantera quisiera defender los colores de Estados Unidos a nivel internacional. “Me acuerdo que nos sentamos los tres —Sydney, su madre Sandi y yo— y me dijo que quería cambiar ”, recuerda Bridge. “Obviamente, al poseer la doble nacionalidad, tenía la oportunidad de hacerlo, y yo no era nadie para interponerme en su camino”.

“La polémica llegó más bien desde los medios de comunicación. No pasó absolutamente nada entre jugadoras ni entre jugadora y cuerpo técnico. Aún mantengo una buena relación con ella. La he visto y hemos hablado muchas veces después de aquello. Es una gran persona”.

Y Leroux comenzó a brillar con su país de adopción. Sus cinco goles en seis partidos en la Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA Chile 2008 no sólo guiaron a las norteamericanas hasta el título, sino que le valieron además para hacerse con el Balón de Oro adidas a la mejor jugadora del torneo y la Bota de Oro adidas a la máxima realizadora. En la edición de la Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA Alemania 2010, Leroux sumó otras cinco dianas en cuatro encuentros.

A principios de 2011, cumplió su sueño de la infancia al debutar con la selección absoluta de Estados Unidos, y ya era una pieza consolidada en el combinado de Pia Sundhage que conquistó el oro olímpico en Londres 2012. Tres años más tarde, regresó a su país natal y contribuyó en el triunfo de las estadounidenses en la Copa Mundial Femenina de la FIFA Canadá 2015™.

Pero Leroux decidió recientemente hacer un alto en el camino. Después de casarse a principios de 2015 con el también futbolista Dominic Dwyer, delantero del Sporting Kansas City de la Major League Soccer, la pareja tuvo a su primer hijo, Cassius Cruz Dwyer, la semana pasada.

Con la maternidad recién estrenada, está por ver si Leroux decide volver a los terrenos de juego en un futuro próximo. Bridge, por su parte, espera que la goleadora regrese muy pronto a la acción. “A veces, ser madre cambia algunas cosas, pero si conserva el deseo de cuando no era más que una niña, creo que podrá continuar” añade Bridge.

“No es, ni mucho menos, demasiado mayor para jugar al fútbol a nivel internacional. Depende exclusivamente de ella, de si tiene ganas de volver, pero sería fantástico verla de nuevo en las canchas”.