viernes 11 noviembre 2016, 08:48

Matarrita, savia nueva en la defensa tica

¿Qué reacción se puede esperar de un niño al que su padre le regala un carro de control remoto? Felicidad, muchas horas de diversión, entusiasmo desbordado... Todo menos que a las pocas horas destroce el regalo a patadas. Y bueno, no fue culpa sólo del chico...

Hijo de futbolista, el costarricense Rónald Matarrita muy pronto se contagió de la pasión de su padre por la pelota. Tenía pocos años y lo suyo ya era una auténtica obsesión por el fútbol. Sin descanso ni tregua, buscó un balón en cada cosa que se le puso por delante. Incluidos los obsequios familiares.

“La verdad siempre me gustó el fútbol porque mi papá fue futbolista profesional. Desde que tengo memoria he estado en contacto con este deporte y quise seguir sus pasos y sus enseñanzas. Conforme pasó el tiempo me fui haciendo más obsesivo y creo que eso me ayudó para llegar a ser jugador profesional”, agrega alegremente el joven defensor en su plática con FIFA.com.

Con la mente abierta Siempre buscando aprender y guiado correctamente en casa, el joven Matarrita supo escuchar y aplicar los consejos paternos. Así, en 2013, con sólo 19 años inició su camino como profesional en la Liga Deportiva Alajuelense. Lateral izquierdo de ida y vuelta, sus virtudes en el campo bastaron para que, un par de años después, fuese considerado en la selección de Costa Rica.

“Mi vida está llena de bendiciones. Por fortuna se me han ido dando las cosas y me pude ir a Estados Unidos. Todos los días entreno para ser mejor. Sólo con esa dedicación se pueden ir cumpliendo las metas que uno se pone”, rememora el nacido en San Ramón, Alajuela.

Fichado a principios de este 2016 por el New York City FC, la alegría fue por partida doble; no sólo por irse a EEUU, sino por compartir vestidor con estrellas mundiales de la talla de David Villa, Andrea Pirlo, Frank Lampard y ser dirigido por Patrick Vieira. Y ahí también siguió aprendiendo para continuar con su notable ascenso.

“Son grandes jugadores que han hecho cosas increíbles a lo largo de sus brillantes carreras. Soy muy afortunado de compartir el día a día con ellos y poder conocerles lo más que se pueda para seguir aumentando mis capacidades en la cancha”, analiza quien también formó parte de las selecciones menores ticas.

Rusia 2018™, sueño y asignatura pendiente Ahora, su presente lo tiene dividido entre Nueva York y Rusia, país que espera visitar en 2018 para vivir en carne propia la emoción de estar en una Copa Mundial de la FIFA™. “En el plano personal es uno de esas metas que me gustaría vivir. Creo que todo jugador de fútbol sueña con ir a un Mundial. Sin embargo no puedo estar pensando todo el tiempo en eso. Tengo que concentrarme en trabajar en el día a día para ganarme un lugar en la selección y finalmente poder ir en dado caso de que se logre un boleto; pero primero están las eliminatorias y hay dedicarse de lleno para hacer un gran papel”.

Por eso no se adelanta. Sabe que es una carrera de larga distancia y que hay que ir paso a paso para no perder el piso. Así que pone todas sus baterías en el hexagonal final de la CONCACAF y se enfoca en sus primeros dos compromisos: la visita a Trinidad y Tobago el 11 de noviembre y Estados Unidos, en casa, cuatro días después.

“En tiempos recientes Costa Rica se ha vuelto uno de los equipos más fuertes de CONCACAF. Los rivales ahora nos miran con más respeto que hace algunos años. Los dos primeros partidos del hexagonal van a ser muy importantes para no ceder puntos; cosa que va ser fundamental si queremos acercarnos a la meta final, que es ir al Mundial. Tenemos que jugar muy concentrados por igual en ambos duelos, ya sea en casa o como visitantes”.

Es cierto, ya no patea carritos. Pero sigue pensando todo el tiempo en la pelota y respirando fútbol. La senda está marcada y, hasta ahora, nada lo ha podido detener. ¿Será éste un objetivo cumplido más en la lista de deseos de un incansable y obsesivo jugador? Que hable el tiempo.