El mes pasado se decidieron los representantes europeos en la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA Polonia 2019, y ahora le ha llegado el turno a Oceanía. El Campeonato Sub-19 de la OFC se disputará en Tahití a lo largo de las próximas dos semanas con dos boletos en juego para la fase final del Mundial de la categoría.

La competición, que arranca este domingo, vivirá su jornada más decisiva el miércoles 15 de agosto, día en el que se conocerán las dos selecciones clasificadas para Polonia 2019.

Las aguas de color turquesa de Tahití y los vientos templados del Pacífico se encuentran a un mundo de distancia en todos los sentidos del centro de Europa, donde 24 de los mejores equipos juveniles del planeta se darán cita el próximo mes de mayo. Esa lejanía, sin embargo, no impide que las naciones OFC aporten un gran valor al festival sub-20 celebrada cada dos años.

A Oceanía se le concedieron dos pases de clasificación por primera vez antes de la edición de República de Corea 2017, y el continente correspondió con creces a la fe en él depositada. Vanuatu ofreció una exhibición de clase y poderío en su debut en la Copa Mundial Sub-20 y puso contra las cuerdas a Alemania y México antes de sufrir sendas derrotas por la mínima. Por su parte, Nueva Zelanda se aupó al segundo puesto de su grupo y pasó a octavos de final.

Dos años antes, Fiyi había causado sensación con una impresionante victoria por 3-0 contra Honduras en una memorable fase final que albergó Nueva Zelanda.

El día que Vanuatu puso en jaque a Alemania

Los Kiwis lideran la ofensiva A pesar de la ausencia de varios de sus jugadores más decisivos, Nueva Zelanda, gran favorita de camino al torneo, llega muy fuerte tras una sólida preparación. Diez de sus jugadores participaron en la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA India 2017. Varios de los convocados juegan en el único club profesional neozelandés, el Wellington Phoenix, mientras que el mediocampista Trevor Zwetsloot tiene contrato con el Werder Bremen.

Tahití busca aprovechar al máximo su condición de anfitriona, tras no haberse beneficiado excesivamente de ella hace dos en el Mundial sub-17 disputado en su país. El conjunto local incluye cinco jugadores afincados en Francia. Los polinesios confían en emular los logros de sus predecesores de 2009, quienes se clasificaron para la fase final a expensas de Nueva Zelanda.

Otra selección con grandes posibilidades es Papúa Nueva Guinea, un país en el que el fútbol ha avanzado a pasos agigantados en los últimos años. La cohesión del grupo será sin duda una de sus grandes virtudes, pues la mayoría del combinado procede del Besta United. Para Tonga, sin embargo, la competición supondrá un importante desafío, tras el logro histórico de su triunfo en el torneo de preclasificación.

El cuarteto melanesio apunta alto El Grupo B promete emparejamientos fascinantes entre los cuatro contendientes que lo componen, todos ellos con muchas razones para sentirse optimistas. La gran atracción será Vanuatu, un equipo que consiguió la clasificación hace dos años contra todo pronóstico. Esta vez, sin embargo, no contará con la ventaja de jugar como local, pero aspira a mantener el impulso con un grupo muy bien equilibrado.

La selección de Islas Salomón no termina de estar a la altura de las enormes expectativas suscitadas hace unos años. Los salomonenses han rayado muy alto en las Copas Mundiales de Beach Soccer y de Fútsal, pero la clasificación para una fase final de fútbol 11 de la FIFA les ha sido esquiva. Batram Suri, la gran estrella del fútbol del país, seleccionará al equipo en esta ocasión.

También Nueva Caledonia se ha puesto a las órdenes de un ídolo local, el exdelantero de su selección absoluta Felix Tagawa. Al igual que Islas Salomón, Nueva Caledonia ha dejado escapar por los pelos la clasificación para los escenarios mundiales. Fiyi completa el grupo y podría convertirse en un rival poderoso tras una intensa preparación que ha incluido importantes recitales en los partidos disputados durante su reciente gira por Australia.

La gran hazaña de Fiyi en Nueva Zelanda 2015