Polonia luchará hasta el final por el sueño mundialista

Corre el último minuto de juego del partido de ida de la repesca para la Copa Mundial de Fútsal de la FIFA Colombia 2016 entre Polonia y Kazajstán. Los visitantes ganan 0-1 desde el minuto 4 gracias al gol de Serik Zhamankulov. Polonia se vuelca en el ataque y asedia el marco defendido por Higuita, el arquero kazajo. El meta logra despejar el tiro de Mikolaj Zastawnik y el balón sale fuera de banda. Michal Kubik vuelve a ponerlo en juego y encuentra a su capitán, Marcin Mikolajewicz, desmarcado en el centro.

El 10 polaco no se lo piensa dos veces: empalma la pelota con la diestra y la cuela por el ángulo inferior derecho de la portería. La locura se apodera del Azoty Arena de Szczecin: los jugadores se abrazan y los espectadores saltan de alegría en las gradas. Polonia logró el importantísimo tanto de la igualada a 27 segundos de la conclusión del choque.

Al autor del gol todavía le cuesta creer lo ocurrido casi tres semanas después de aquel encuentro. "Marcar el empate en un partido contra un rival tan poderoso como Kazajstán y, sobre todo, hacerlo después de haber luchado tanto y encima ante tu afición, fue algo realmente increíble", afirma emocionado Mikołajewicz en su entrevista exclusiva con FIFA.com. "Es una experiencia que no se puede comprar ni con todo el oro del mundo", añade.

Pelear hasta el final Y así es como el entramado polaco se embolsó un buen resultado de cara el duelo de vuelta del martes 12 de abril, del que sólo uno logrará el boleto a Colombia. A pesar haber ido casi todo el partido por detrás en el marcador, el atacante de 33 años nunca pensó en tirar la toalla. "El partido dura 40 minutos, y todos los jugadores que llevamos este águila en el pecho debemos tener fe hasta el final". El capitán, desde luego, predica con el ejemplo.

El 1-1 de la ida fue un resultado con el que muy pocos contaban. No en vano, muchos consideraron tras el sorteo que Polonia no tenía apenas posibilidades de superar la eliminatoria. A fin de cuentas, el combinado polaco participó por última vez en un Mundial en 1992, y no ha vuelto a clasificarse para una Eurocopa desde el año 2001. Kazajstán, por su parte, no ha disputado una prueba reina desde el año 2000, pero los pupilos del técnico brasileño Cacau lograron la tercera posición en el último campeonato continental, celebrado en febrero.

"Dijeron que no teníamos ninguna opción de pasar y que íbamos a perder", recuerda Mikolajewicz sobre las informaciones aparecidas en la antesala del choque de ida. Sin embargo, la percepción ha cambiado notablemente después del empate cosechado. "Hemos demostrado que somos capaces de competir al máximo nivel en Europa", señaló confiado el jugador, quien acto seguido lanzó una advertencia a sus rivales. "Creo que tenemos posibilidades de ganar. Es cierto que Kazajstán jugará ante su afición y que se colgó el bronce en la pasada Eurocopa, pero creo que tienen mucha presión. ¡Y podemos dar la sorpresa!".

Un ejemplo para los jóvenes Al igual que la inmensa mayoría, Mikolajewicz también dio sus primeras patadas a un balón en un campo de césped. Pero hace unos ocho años tuvo su primer contacto con el parqué y se quedó prendado de esta disciplina. Desde que llegó a la selección absoluta, su meta no es otra que jugar una Copa Mundial de Fútsal de la FIFA. La última vez que Polonia jugó un Mundial, Mikolajewicz apenas tenía diez años, y hasta ahora no ha podido hablar con ninguno de aquellos héroes. En cualquier caso, sabe muy bien lo que significaría participar en este certamen.

"No hace falta que nadie me cuente cómo es jugar un Mundial. Tenemos muy clara la importancia de un torneo así, podemos sentirla. Espero que en septiembre tengamos la oportunidad de vivir ese ambiente en primera persona", dice entusiasmado el capitán, que hará todo lo posible por cumplir su sueño. "He de dar buen ejemplo a los jugadores más jóvenes. Demostrarles que creemos que es factible. Sólo es un partido. Únicamente 40 minutos nos separan de nuestro gran sueño".

Es evidente que Polonia afronta el encuentro de vuelta con la moral alta. Pero la ida también les enseñó en qué aspectos del juego deberán incidir. "Por encima de todo, tenemos que mejorar nuestra efectividad de cara a puerta y nuestra defensa. No estuvimos a nuestro mejor nivel en ninguna de estas dos facetas. Tendremos que trabajarlas si queremos hacer nuestro sueño realidad".

Mikolajewicz insiste en la idea de "sueño" al hablar del inminente partido. Vista la euforia que se desató tras el gol del empate y el posterior pitido final, cuesta imaginar qué sucederá si Polonia logra finalmente sellar su billete mundialista. Lo que sí es seguro es que los jugadores con el águila en el pecho, con su capitán al frente, lucharán hasta el último segundo por cumplir su gran sueño.

Documentos Relacionados