En pocas ciudades hay tanta devoción por el fútbol como Manchester o Liverpool. Y la pasión de sus hinchas puede explicarse con citas como la del legendario técnico del Liverpool Bill Shankly: “Alguna gente cree que el fútbol es una cuestión de vida o muerte. A mí me decepciona mucho esa actitud. Puedo asegurar que es muchísimo más importante que eso”.

En realidad, Shankly destilaba ironía cuando pronunció esas palabras. Y aunque los habitantes de Manchester y Liverpool adoran a sus respectivos equipos, también han demostrado ser capaces de valorar el fútbol en su justa medida siempre que ha hecho falta unidad.

Ahí están las muestras de solidaridad de los hinchas de los Toffees cuando el Liverpool quedó destrozado por la Tragedia de Hillsborough o las de los hinchas del City al honrar y rendir homenaje a los Busby Babes del United fallecidos en accidente de avión. La llegada de la pandemia del COVID-19 ha vuelto a sacar lo mejor de estos clubes y sus hinchadas.

El juego de palabras #ACityUnited (“una ciudad unida”) fue la etiqueta que adoptaron en redes sociales los dos clubes de Manchester cuando la crisis se agudizó, y no se trataba de un simple eslogan. Los equipos vecinos dieron el inusual paso de emitir un comunicado conjunto, en el que prometieron reunir 100.000 libras para ayudar a los bancos de alimentos del condado de Gran Manchester.

Los aficionados de ambos clubes ya habían estado apoyando esta causa mediante colectas organizadas por las asociaciones MCFC Fans’ Foodbank Support y MUFC Fans’ Foodbank. Pero la suspensión de las actividades futbolísticas requería una solución, dado que las donaciones se impulsaban principalmente a través de iniciativas en los días de partido. Y los clubes enseguida dieron un paso al frente.

“Esto supondrá una ayuda tremenda para la comunidad en estos momentos en que la gente más lo necesita. Nos gustaría dar las gracias a todos por demostrar que el hambre no viste los colores de ningún club, y por esa muestra de solidaridad comunitaria”, declaró un portavoz de MCFC Fans’ Foodbank Support.

Asimismo, seguidores de ambos equipos se unieron a Marcus Rashford. El delantero del Manchester United aspiraba a recaudar 100.000 libras para proporcionar alimentos a los niños vulnerables que normalmente dependen de las comidas gratuitas de los colegios, pero rápidamente pulverizó ese objetivo y, esta semana, había recaudado más de 150.000 libras.

Rashford, que dependía de tales comidas cuando era niño, declaró a The Times: “Hay personas en situaciones peores que en las que yo estaba. Ni siquiera están obteniendo esa segunda comida [del día] en casa, así que es algo con lo que quería ayudar”.

Unos 50 kilómetros al oeste, las buenas acciones y la solidaridad también han salido a relucir. De nuevo, el objetivo primordial ha sido ayudar a los más vulnerables, y el Banco de Alimentos del Norte de Liverpool se ha beneficiado de sendas donaciones por parte del Everton (600 kg de productos frescos) y del Liverpool (40.000 libras).

Esa organización benéfica ya era la beneficiaria de una iniciativa conjunta (“Fans Supporting Food Banks”) por la que los seguidores de Liverpool y Everton han venido cooperando para abordar la escasez de alimentos en la ciudad. Y al igual que en Manchester, la crisis del COVID-19 requería una acción inmediata debido al impacto inminente de la ausencia de colectas en días de partido.

Asimismo, la gente se ha dado cuenta de que la soledad y el aislamiento social, que ya eran problemas importantes en la sociedad, también se disponían a agravarse aún más por la pandemia y el consiguiente confinamiento decretado por el Gobierno. Ambos clubes reaccionaron rápidamente, y los jóvenes de los programas de la LFC Foundation (organización benéfica del Liverpool) están escribiendo cartas y haciendo dibujos para enviárselos a los mayores residentes en centros asistenciales locales que actualmente no pueden recibir visitas.

Los jugadores y el cuerpo técnico del Everton, incluidos el capitán Seamus Coleman y el técnico Carlo Ancelotti, han estado llamando directamente a algunos de sus aficionados en riesgo.

No solamente en Inglaterra se han aparcado las rivalidades entre clubes en plena crisis mundial. Hace poco informamos de cómo los jugadores y aficionados de los grandes clubes egipcios Al Ahly y Zamalek (dos de los rivales más acérrimos del fútbol mundial) se habían unido para echar una mano en El Cairo.

También se ha registrado una impresionante muestra de solidaridad en Brasil, donde los ‘cuatro grandes’ de Río de Janeiro (Botafogo, Flamengo, Fluminense y Vasco) se han aliado para lanzar la campaña “Contra el COVID-19 hay una única afición”.

Su objetivo es recaudar fondos para la Fundación Oswaldo Cruz, que ha ganado varios premios mundiales por su labor para mejorar la sanidad pública y promover el bienestar y la inclusión social a través de la ciencia. La fundación utilizará el dinero recaudado para tratar la enfermedad del COVID-19, frenar su propagación, producir kits de diagnóstico y financiar el Instituto Nacional de Infectología que se está construyendo en su sede.