miércoles 31 julio 2019, 14:51

El inesperado viaje de una voluntaria al Mundial Femenino... y más allá

  • Ketsia Nkumbu fue voluntaria en Canadá 2015 por iniciativa de su mamá

  • Ha trabajado en tres grandes torneos y vivido grandes experiencias

  • Hoy es periodista y anima a las mujeres a vivir la pasión por el fútbol

Cuando tenía 17 años, Ketsia Nkumbu recibió una llamada telefónica que iba a cambiar la repercusión que tenía el fútbol en su vida. Entonces, ni siquiera se dio cuenta de que la llamada iba dirigida a ella.

“La Federación Canadiense de Fútbol llamó a mi casa”, cuenta a FIFA.com Ketsia, nacida en Montreal. “Pensé que preguntaban por mi hermana pequeña, pero preguntaban por mí”.

Nissi, su hermana menor, era una futbolista talentosa que estaba en la órbita de las selecciones canadienses de categorías menores en su provincia natal de Quebec. A su vez, Ketsia era una delantera veloz y fogosa que estaba creciendo, pero mientras solicitaba plaza en las universidades, estaba convencida de que la oportunidad de que el fútbol tuviese un papel activo en su vida se le había pasado.

Eso fue hasta que la madre de Ketsia, Itifo, vio una ocasión para que su hija mediana reforzara su currículum ejerciendo de voluntaria en la Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA y en la Copa Mundial Femenina de la FIFA, que iban a celebrarse en Canadá con un año de diferencia. Sin que Ketsia lo supiera –y en lo que la joven canadiense describió posteriormente como “una de esas jugadas típicas de mamá”–, Itifo inscribió a su hija para formar parte del grupo de potenciales voluntarios.

Y ahora estaba ahí Canada Soccer, invitando a Ketsia a unirse al cuerpo de voluntarios.

“No tenía ni idea de lo que estaban hablando, pero tuve que decir que sí lo sabía”, recuerda Ketsia. “Así que dije ‘claro, por supuesto que quiero’. ¡No tenía ni idea de que esta clase de cosas existiesen siquiera! Llamé a mi madre para contárselo, y entonces me dijo que me había apuntado ella”.

Las mejores experiencias de la vida

Esa llamada la embarcó en un periplo que incluyó sendos puestos de voluntaria en esos dos campeonatos y en la Eurocopa de Francia 2016. Ketsia, que ahora es miembro del Fan Movement de la FIFA, ha conocido a algunas de las principales estrellas del fútbol y ha aprendido de primera mano cómo llegan a ser estos espectáculos mundiales. Considera a esas experiencias como “las mejores de mi vida”.

“He trabajado con las acreditaciones, pero tuve la oportunidad de tocar muchas cosas”, explica en relación a su experiencia como voluntaria. “En 2015 las selecciones no siempre podían venir al centro de acreditaciones, así que nos desplazábamos con frecuencia a los hoteles. Podías ver cuánto se estaban divirtiendo; simplemente con una actitud despreocupada y relajándose juntas”.

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“En un momento dado estuvimos con Brasil; y estuvimos con Marta, hablando con ella. ¡Yo estaba temblando! No sabía qué hacer. Marta se mostró muy divertida, y todo el equipo estuvo realmente genial”, resalta Ketsia.

Ella y su equipo también pasaron un tiempo considerable con la selección de España en los días previos a Canadá 2015, e incluso vieron el partido inaugural en el hotel junto a la FIFA Legend Verónica Boquete y compañía.

El fútbol como motor contra la incertidumbre

Con el comienzo de la universidad llegó la incertidumbre y la inquietud por lo que podría reservarle su futuro, pero el fútbol siguió levantándole el ánimo.

“Veía a mis amigas acabar el bachiller y marcharse a la universidad, y estaba muy preocupada sobre adónde iría a parar”, apunta Ketsia. “Estaba triste con mucha frecuencia, pero el fútbol me animaba una y otra vez”.

“Podía levantarme a las 6 de la mañana para ver un AC Milan-Sassuolo un domingo, o ver tres partidos de clasificación para la Eurocopa seguidos sin cansarme. El fútbol se convirtió en mi refugio seguro”, añade.

Tras haberse graduado en la universidad y estudiado Periodismo, Ketsia trabaja ahora para una revista de fútbol en Canadá, compartiendo historias sobre la floreciente cultura futbolística en su país natal.

“Canadá es un país muy multicultural; especialmente Montreal, donde hablamos tanto francés como inglés”, afirma Ketsia, cuyos padres emigraron a Canadá desde el Congo en los años 80. “Mucha gente viene de Europa, África, Sudamérica, y trae su cultura consigo. Es realmente formidable”.

“Este es el mejor momento para ser mujer en el fútbol”, asevera. “Me encantó el eslogan del Mundial de este año, porque tenemos que atrevernos a que sea nuestro momento de brillar”.