Desde que la FIFA empezó a galardonar a la mejor jugadora mundial en 2001, figuras como Mia Hamm, Marta y varias otras grandes históricas han abrazado el protagonismo. Sin embargo, 2020 ha deparado una novedad destacada, pues Lucy Bronze se ha convertido en la primera defensa de la historia que recibe el premio individual más prestigioso del fútbol femenino.
La estrella de la selección de Inglaterra es también el primer zaguero (hombre o mujer) que se corona con el premio The Best. Pero si bien ese logro parece algo fuera de lo común, debe admitirse que Bronze no es una defensa normal y corriente. Su fuerza, habilidad, capacidad atlética e inteligencia la han consagrado desde hace tiempo como una de las principales jugadoras del mundo, y como una fuerza formidable en todas las zonas del campo.
Ahora, tras quedar tercera en la votación del año pasado por detrás de Megan Rapinoe y Alex Morgan –y gozar posteriormente de un año cargado de trofeos en el fútbol de clubes–, esta extraordinaria lateral se ha ganado un lugar especial en la historia.