miércoles 26 septiembre 2018, 12:13

Pedros: "Mis jugadoras no quieren ser segundas, ¡y yo tampoco!"

  • Reynald Pedros, premio The Best al Entrenador de Fútbol Femenino 2018

  • Su primer año en el fútbol femenino ha estado repleto de éxitos

  • FIFA.com entrevistó al entrenador del Olympique de Lyon en Londres

Todo ha ido muy deprisa para Reynald Pedros. En poco más de un año, se estrenó en el fútbol femenino y se ha convertido en uno de sus principales protagonistas. Tras ganar la liga francesa y la Liga de Campeones Femenina de la UEFA, y proclamarse subcampeón de la Copa de Francia, el técnico del Olympique de Lyon afrontaba otro reto considerable: el de verse honrado por la familia del fútbol.

Después de recibir el premio The Best al Entrenador de la FIFA de Fútbol Femenino el 24 de septiembre en Londres, el ex internacional francés analizó para FIFA.com su primer año en el banquillo del conjunto lionés.

Reynald, ¿qué sensación experimentó al oír su nombre? ¿Es un poco como el pitido final del árbitro en una final que se acaba de ganar?

Es diferente. Me sorprendió un poco. Pero aunque se trata de un trofeo individual, y estoy muy orgulloso de recibirlo, esta recompensa individual es verdaderamente importante por un trabajo colectivo, porque pone de relieve todo el trabajo que se ha realizado durante una temporada con mi cuerpo técnico, mi presidente, mis jugadoras. Voy a colocarlo en el centro de entrenamiento para que todo el mundo lo vea y para hacerles comprender que pertenece a todo el mundo. Este título lo he ganado sobre todo gracias a mi equipo, y constituye su recompensa a través de mí.

Con este The Best, el título de la liga francesa y la Liga de Campeones Femenina de la UEFA, ¿su primer año entrenando en el fútbol femenino ha superado sus expectativas?

Me encaminé hacia el fútbol femenino para eso, para vivir algo excepcional. Sabía que haciéndome cargo de este equipo del Lyon, iba a poder luchar por ganar títulos y en la carrera de una jugadora, de un jugador o de un entrenador, eso es importante. Pero había varios parámetros: lo primero ganar títulos, pero también disfrutar y dar espectáculo para la gente que ve el partido en las gradas o por televisión. Era una noción importante y, en este primer año, me he deleitado en el banquillo viendo a las jugadoras jugar, evolucionar y trabajar. ¡Y además ha habido títulos! Por tanto, es un primer año muy satisfactorio.

Se dice a veces que lo más difícil no es llegar a la cima, sino mantenerse. El Lyon le contrató para eso y usted lo ha conseguido. ¿Ha sido una misión más complicada de lo que imaginaba?

El objetivo que nos habíamos marcado era ganar los tres títulos: Liga, Copa de Francia y Liga de Campeones. Solamente hemos conseguido dos, por lo que queda uno por el que luchar. Pero, para permanecer en la cima, yo no diría que “defendemos nuestros títulos”. Lo que hemos ganado es nuestro, no nos lo van a quitar. Ahora hay que ir a ganar otros. Cuento con unas súper competidoras. No quieren quedar segundas, ¡y yo tampoco! Ellas siempre quieren permanecer en la cima y saben lo que deben hacer para conseguirlo: trabajo, concentración, dedicación. Es difícil mantenerse en la cima, pero cuando se logra aunar el talento y el colectivo, se consigue ser todavía más fuerte.

Llegó al fútbol femenino hace apenas un año y es campeón de Francia, campeón de Europa y mejor entrenador del 2018. En cierto modo, ¿le llega un poco demasiado deprisa?

Es como cuando se le dice a un jugador joven que es un poco pronto para jugar en primera división o en un Mundial. ¡No, nunca es demasiado pronto! Estamos metidos en una profesión muy corta. Hay que tomar las cosas cuando llegan y lo antes posible, porque no se sabe lo que va a pasar mañana. En cuanto puedas llevarte un trofeo o un triunfo, hay que hacerlo y saborearlo, y luego pasar a otra cosa e intentar obtener más. No me he hecho la pregunta de saber si era demasiado pronto o si la cosa iba demasiado deprisa. Sé que había tres trofeos que obtener y que solo me he llevado dos…

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El equipo solo perdió un partido en toda la temporada, la final de la Copa de Francia. ¿Cómo vive usted la derrota en general? ¿Resulta más dura cuando no se produce a menudo?

¡Es horrible! Perdimos nuestro primer partido en la pretemporada contra el Manchester City [3-2 en agosto de 2017]. Me dolió mucho y me dije a mí mismo: “No tiene que volver a ocurrir”. Era una sensación extraña; no me sentía bien y no quería volver a revivir eso. Efectivamente, ya no ocurrió más… hasta el último partido de la temporada, en circunstancias un poco particulares [en la final de la Copa de Francia, con un gol del empate anulado a Ada Hegerberg].

Eso me hizo reflexionar sobre el hecho de que quizás había fallado en algo en esa final, que tal vez no había hecho lo que había que hacer. Intento reaccionar así en vez de recurrir al enfado. Puede pasar que pierdas partidos. Si el rival ha sido más fuerte, lo aceptas y continúas trabajando. Si es porque se han hecho mal las cosas, o porque sientes una forma de injusticia, resulta más difícil de asimilar.

Francia albergará la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2019™. Los franceses estuvieron a la altura para el Mundial masculino en 1998 y la EURO 2016. ¿Están preparados para generar el mismo entusiasmo en 2019?

Pienso que los franceses van a venir a los estadios. Los que no conocen el fútbol femenino vendrán para descubrirlo. Y el entusiasmo dependerá también de la trayectoria de la selección de Francia, de los resultados y de lo que desprenda el equipo. Eso es muy importante; ya lo vimos con los chicos: una especie de simpatía, de alegría por trabajar, por vivir y por ganar juntos. La selección femenina tiene que desprender eso. Luego los resultados vendrán, porque hay calidad. Básicamente no habrá que pifiarla y llegar hasta el final.