Riley McGree ha sido siempre un futbolista bastante especial. El mediocampista ofensivo, convocado para la selección nacional de Australia solo seis semanas después de haber debutado en el fútbol absoluto, había ofrecido destellos ocasionales de gran clase.

Sin embargo, nadie esperaba aquel momento increíble del pasado mes de abril, cuando el todavía adolescente McGree marcó un gol espectacular, que dejó a todo el mundo con la boca abierta y revolucionó las redes sociales.

Aquel tanto resulta más especial si cabe por la situación en la que se produjo. Tras una trayectoria de ensueño hasta las semifinales de la A-League, el tapado Newcastle Jets parecía estar sufriendo un ataque de miedo escénico durante el partido más importante que disputaba como local en al menos una década.

Quedaban ya muy pocos minutos en la segunda parte del encuentro. El rival, el experto Melbourne City, llevaba una ventaja de 1-0 en el marcador, y el Jets se había quedado prácticamente sin ideas en ataque.

Entonces llegó aquel momento. McGree intercambió una serie de pases con sus compañeros al borde del área y, en un abrir y cerrar de ojos, el balón se coló como por arte de magia en la portería rival por encima del guardameta, con una trayectoria aparentemente medida y totalmente precisa.

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Tras un pase recibido a la altura de la cintura y ligeramente por la espalda, McGree había levantado instintivamente la pierna para conectar con el balón. Con este movimiento logró un perfecto golazo de espuela que otorgó a los suyos un extraordinario empate, cambió el rumbo del partido e hizo posible que al final el Newcastle Jets ganara por 2-1.

"La verdad es que intentas de todo y, si al final sale bien, pues perfecto", declaró el joven de 19 años. “Si no sale bien, pues lo intentas de nuevo. Sucede un poco por instinto. Tienes que dejar sitio a la improvisación".

Curiosamente, McGree, que por entonces estaba en el Jets cedido por el Club Brugge, juega ahora en el club al que marcó su famoso gol: el Melbourne City.

"Aquel gol representa uno de los mejores momentos de mi carrera hasta la fecha, por la forma en el que lo marqué y por lo que supuso para el Jets. Sin embargo, nunca he dejado que la atención me afectara y siempre he intentado tomármelo con tranquilidad".

“Si tuviera que votar, no votaría los goles de Ronaldo ni Bale. Me gusta muchísimo es el de Riley McGree. Es extraordinario”.

“Imagínense hacer algo tan increíble. El balón está por detrás de ti y consigues rematarlo de espuela. Ves que el guardameta está totalmente vendido, porque el gol era lo último que se podía esperar en aquel momento. Creo que fue genial”.

Peter Schmeichel, exguardameta de Dinamarca, en el anuncio de los premios The Best FIFA Football Awards.

“No recuerdo demasiado el gol, todo pasó muy deprisa. El balón llegó y pensé que tenía que orientarlo hacia la portería como fuera, de manera que me estiré y conecté muy bien con él, quizá mejor incluso de lo que esperaba, y lo conseguí”.

"Noté que había conectado bien y sabía que tenía una posibilidad, porque [el guardameta] Dean [Bouzanis] se encontraba adelantado y tenía probabilidades de superarlo. No podía creérmelo. Cada vez que lo veo, me doy cuenta de que la cara que puse lo dice todo”.

Riley McGree