lunes 02 septiembre 2019, 15:17

Ellis gana la final del Mundial apostando por el juego

  • Jill Ellis aspira al Premio The Best al Entrenador de Fútbol Femenino

  • Dirigió a la selección estadounidense que revalidó su título del Mundial

  • Analizamos el enfoque ganador que aplicó en la final de Francia 2019

Jill Ellis, candidata al Premio The Best al Entrenador de Fútbol Femenino, culminó una temporada 2018/19 estelar con la conquista de la Copa Mundial Femenina de la FIFA™ en Francia.

En este artículo examinamos el partido que determinó el éxito de su campaña: el EE UU 2-0 Países Bajos, la final de Francia 2019, con una disposición táctica que permitió doblegar a unas Oranjeleeuwinnen que contaban con algunas de las atacantes más temibles del torneo.

El esquema táctico

Jill Ellis desplegó un esquema 4-3-3 durante casi toda la trayectoria de Estados Unidos en el certamen, y lo conservó en la final, al igual que sus apuestas defensivas: Alyssa Naeher bajo palos con Kelley O'Hara, Abby Dahlkemper, Becky Sauerbrunn y Crystal Dunn de derecha a izquierda en la retaguardia.

Las tres centrocampistas, Julie Ertz, Sam Mewis y Rose Lavelle, eran las encargadas de llevar el timón. Ertz añadía protección a la zaga y distribuía balones para Mewis y Lavelle, más adelantadas, lo que permitía a las norteamericanas dictar el ritmo del juego. Lavelle tenía una aportación activa en ataque, con una creatividad y energía que le permitían absorber o neutralizar el juego de muchas defensoras neerlandesas.

Arriba, la ganadora del Balón de Oro y la Bota de Oro adidas, Megan Rapinoe, amplió la cancha desde el extremo izquierdo, y Tobin Heath hizo lo propio en el otro flanco. Esto abría espacios para las internadas de Lavelle por el centro, mientras que Alex Morgan ejercía de ariete en la posición de punta.

El resultado

El plan de Ellis, con carrileras que se relevaban con sus compañeras, un mediocampo que se extendía más allá de su demarcación y una línea de ataque rompedora, impidió que las jugadoras de los Países Bajos llegasen a sentirse cómodas con el balón en ningún momento. Si bien Sari van Veenendaal, Guante de Oro adidas de la prueba, se mostró infranqueable en el primer periodo, Morgan acabaría provocando un penal transformado por Rapinoe en el minuto 61, con lo que las Barras y Estrellas empezaron adelantándose en el casillero.

Ocho minutos más tarde, Mewis conectó con Lavelle, quien se vio con muchísimo espacio por delante, gracias al peligro creado por las extremos de Estados Unidos. Lavelle se lanzó como una bala hacia la frontal del área, donde evitó a Stefanie van der Gragt y lanzó un potente disparo raso ajustado al poste derecho que superó la estirada de Van Veenendaal.

La incesante presión de Lavelle desequilibró a las mediocampistas neerlandesas, Jackie Groenen y Sherida Spitse, que no pudieron combinar con la mediapunta Danielle van de Donk y las delanteras Vivianne Miedema y Lieke Martens. La constante amenaza que suponía Estados Unidos en las transiciones obligó a las Oranjeleeuwinnen a practicar un juego cauteloso incluso cuando buscaban la remontada, lo que se tradujo en una absoluta victoria por 2-0 de las pupilas de Ellis.

La reacción

“En un plano general hay que decir que el fútbol femenino está creciendo exponencialmente. Ha sido dificilísimo. Hemos tenido que superar a algunos de los mejores equipos del mundo. En términos de trayectoria y nivel, ha sido sumamente exigente”.

“Sabía que después de 2016 teníamos que desarmar al equipo y reconstruirlo, resultó difícil. Pero el hecho de llegar hasta aquí y ver que nuestro trabajo ha dado resultado habla por sí mismo. La gente sabe un diez por ciento de lo que hacemos. Felicito a los Países Bajos. Es una selección de primerísimo nivel y nos ha obligado a emplearnos a fondo esta noche”. - Jill Ellis, seleccionadora de Estados Unidos

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