Aunque era la segunda vez que se llevaba a casa el máximo galardón de la FIFA para los entrenadores de fútbol femenino, Jill Ellis se emocionó al recibir el premio. Y no era para menos, tras oír la ovación que le dedicaron en un escenario tan mítico como el Teatro alla Scala de Milán.

“Oh, pesa mucho”, reía con los ojos aún chispeantes la seleccionadora de Estados Unidos mientras agarraba firmemente el trofeo con sus manos.

Ellis habló con FIFA.com de sus históricos récords: sus dos títulos consecutivos en la Copa Mundial Femenina de la FIFA™ y el hecho de ser la única persona con dos premios de la FIFA al mejor entrenador.

Es increíble; muy especial y un verdadero honor. Me siento muy dichosa de tenerlo. Represento a muchísimas otras personas. Ganar este premio dos veces es increíble. Sin las jugadoras y todo el personal del equipo no se consiguen estas cosas; verdaderamente es un premio de grupo. Mis jugadoras tuvieron un verano extraordinario. Les debo muchísimo.

Fue sumamente especial. Y ambas fueron muy diferentes. Tuve mucho más tiempo de preparación para la de 2019; la de 2015 fue menos tiempo. La dos fueron muy, muy especiales. Creo que esta última fue dura, simplemente por todas las selecciones con las que tuvimos que luchar para ganar. Muchas selecciones realmente talentosas... Pero conté con un equipo magnífico, y muchos aficionados nos apoyaron. Eso hizo que nuestra andadura resultase increíblemente especial.

Hubo muchos momentos realmente geniales. Creo que la noche que jugamos contra Francia en el Parque de los Príncipes fue distinta a cualquier partido en el que haya participado jamás: el ambiente, el escenario, jugar contra la selección anfitriona, enfrentarse a un rival tan fenomenal que tuvo una actuación tan buena... Fue un recuerdo que sobresale de veras.

Creo que el penal que paró Alyssa Naeher [en la semifinal contra Inglaterra] fue también uno de esos momentos. Dado el nivel de las competidoras, sabías que sería complicado que triunfásemos. Compartir esos momentos con nuestros aficionados y mi familia, con las jugadoras y el personal de la selección; y, ¡claro! levantar el trofeo fue extraordinario.

Es una sensación satisfactoria. Fue la decisión correcta. Ha sido un viaje alucinante con un fantástico grupo de jugadoras. Pero la sensación es buena; estoy lista para seguir y afrontar un desafío diferente. Ser la entrenadora de este equipo ha sido un tremendo privilegio. Pero ahora estoy preparada para intentar hacer algo diferente.

Siento que soy demasiado joven para retirarme. Adoro el fútbol, por lo que me encantaría seguir vinculada a este deporte de alguna forma. ¿Cómo? Todavía no lo sé. La verdad es que no lo he pensado detenidamente. Me quedan dos partidos más y, luego, me tomaré un descanso y veré lo que pasa. El fútbol es una parte importantísima de mi vida; no puedo imaginarme sin estar vinculada a él.

No, siento que este viaje es más que simplemente los partidos, las medallas y trofeos. En realidad se trata de los momentos. Y pienso que a lo largo de este camino ha habido subidones e, indudablemente, también bajones. Creo que tanto los momentos duros como los momentos magníficos forman parte de esto, y los asumo todos. No hay nada que sienta que he dejado sin hacer. La trayectoria es la que es, y ha sido un viaje alucianante.